Mundial de Doha 2016: el viento y el desierto, únicos peligros para los sprinters

El recorrido para la prueba en ruta del Mundial de Doha 2016 tiene un denominador común: la ausencia total de cotas. Qatar será el primer país árabe en organizar un campeonato mundial de ciclismo y desde el primer momento se ha dejado claro que no se alterará ni un centímetro el terreno catarí. John Lelangue, director del evento, realizaba las siguientes declaraciones en febrero de 2015 ante la insinuación de construir colinas artificiales con el fin de otorgar alguna elevación (y por ende, más emoción) al recorrido: “Exportaremos el Qatar genuino. Si nuestro terreno no asciende ni desciende, no lo alteraremos”. Es, por tanto, una prueba en ruta que transcurrirá por el desierto (en el caso de la prueba masculina) y finalizará ─en todas las categorías─ en la Perla de Qatar, una isla artificial. Terreno para sprinters al cien por cien.

Por otro lado, la presencia de un tramo de adoquines de 1,2 km (nada que ver con los de las clásicas belgas o francesas) en la villa cultural de Katara le daba cierto atractivo a la prueba. Sin embargo, a finales de agosto la UCI realizó nuevos cambios en el recorrido final y parece que los corredores no pisarán ese tramo adoquinado sobre el que ya se hizo un pequeño prólogo en el Tour de Qatar 2011, con victoria de Lars Boom. Y en caso de que haya algo de adoquín, no será más que una suave loseta.

Ruta masculina (257,5 km)

La carrera masculina, programada para el 16 de octubre, será la única que se adentre en el desierto catarí, donde el punto más elevado no supera los 25 metros de altitud. El pelotón partirá desde Doha (muy cerca de Qatar Foundation) y pronto dejará la capital por el norte, pasando junto al circuito de Losail. En total les aguardan unos 140 kilómetros a través del desierto por una carretera que ya conocen los que hayan realizado el Tour de Qatar a principios de este año.

Durante este largo tramo, los corredores tendrán que hacer frente a largas rectas y a la dificultad más destacable de la prueba: el viento. Las fuertes ráfagas de 70 km/h pueden propiciar la aparición de los temidos abanicos, además de caídas, y causar un gran desgaste en el pelotón debido a los remolinos de arena que se suelen formar. No obstante, la organización ha aclarado que la zona por la que rodará el pelotón es donde más compacta está la arena, llegando en algunos casos a convertirse casi en tierra. Asimismo, se ha comentado que en esta época del año el viento suele soplar más suave que en febrero, cuando se celebra el Tour de Qatar. A pesar de todo, el desierto es la zona donde parece más factible que se rompa la carrera, pero con más de 100 kilómetros por delante se antoja difícil que sea un factor decisivo en la prueba.

Pasada la ciudad de Umm Slal Ali, el grupo proseguirá unos 50 km hacia el norte hasta realizar un giro de 180 grados y tomar rumbo sur hacia Al Khor a través del desierto y sus interminables rectas. Con Doha ya en el horizonte, volverán a pasar junto al circuito de Losail, y a la altura de la Universidad de Qatar girarán hacia la izquierda para cruzar el único puente que comunica Doha con la Perla de Qatar. En esta isla artificial se decidirá la carrera (nada nuevo para quienes hayan realizado el Tour de Qatar). Una vez realizado el primer paso por meta, se darán siete vueltas a un circuito de 15,2 kilómetros hasta completar los 257,5: un recorrido urbano, más protegido del viento por los grandes edificios, pero ratonero (plagado de curvas y rotondas). Ojo a las caídas. Se espera mucha lucha por estar en las posiciones cabeceras en la última vuelta. Si ningún valiente o imprevisto lo impide, el arcoiris se decidirá entre los mejores velocistas del mundo en un sprint masivo.

Ruta femenina (134,5 km)

La carrera femenina, programada para el 15 de octubre, no saldrá fuera de la capital. Con salida neutralizada en Qatar Foundation, las corredoras circularán por el centro de Doha y se dirigirán directamente a la Perla de Qatar, a la que llegarán pasados solo 13 kilómetros. Una vez superada la línea de meta por primera vez, se darán un total de siete vueltas a un circuito de 15,2 kilómetros, idéntico al de los hombres, hasta completar los 134,5 km totales.

Como se ha comentado anteriormente, la dificultad estará en el frecuente curveo, la enorme cantidad de rotondas (más de 20 por vuelta) y la probabilidad de caídas. Es posible que el viento, en algunos sectores, llegue a ser un factor a tener en cuenta ─no olvidemos que el circuito se ubica sobre el mar─; sin embargo, la llegada al sprint es casi una certeza.

Ruta sub-23 masculina (166 km)

La prueba sub-23 masculina (13 de octubre) es aún más sencilla que la anterior, ya que se disputará íntegramente en la isla artificial de La Perla de Qatar, siempre al mismo nivel del mar. Como en el resto de pruebas, un primer paso por meta a los 14 km de comenzar dará comienzo al mismo circuito relatado anteriormente (15,2 km), solo que en esta ocasión se darán hasta diez vueltas para completar 166 km en total. Como en el resto de pruebas, se espera un incremento de la tensión conforme nos vayamos acercando a las últimas vueltas. Una llegada en solitario se antoja casi imposible, pero puede que veamos ataques al final.

Ruta junior masculina (135, 5 km)

El recorrido para los junior masculinos (14 de octubre) es idéntico al de los sub-23. Se circulará únicamente sobre la Perla de Qatar, pero se darán dos vueltas menos al circuito, ocho, para un total de 135,5 kilómetros. En esta categoría el abanico para el triunfo es muy amplio y podría darse el caso de que un buen ataque sorprendiera al grupo principal o que la victoria se decidiese al sprint en un grupo más reducido. La propia naturaleza del circuito puede ser decisiva.

Ruta junior femenina (74,5 km)

Las jóvenes corredoras (14 de octubre) tienen ante sí un trayecto que es un calco de los dos anteriores. La única diferencia radica en la distancia total: se cubrirán 74,5 kilómetros sobre la isleta catarí, completados con cuatro vueltas al ratonero circuito. Lo dicho antes para los junior masculinos puede aplicarse aquí también: las opciones de victoria están muy abiertas para todas y habrá que estar muy atentas a cualquier corte para no dejar escapar el arcoíris.