Stoffel Vandoorne empezó su andadura en la Fórmula 1 el año pasado, en una temporada que estuvo marcada por el bajo rendimiento de su monoplaza y el divorcio casi total de McLaren-Honda desde la primera carrera. Con este panorama, el belga no fue capaz de demostrar su potencial sumando tan solo 13 puntos [16º en el mundial de pilotos] en 2017.
Con la llegada de 2018 y el cambio a McLaren-Renault, el piloto belga ha empezado mejor que la temporada pasada. Undécimo en el campeonato de pilotos, ha conseguido acabar en los puntos en Australia y en Bahréin. Sin embargo, el mal rendimiento del monoplaza en China solo le permitió acabar en décimo tercer lugar. Además, su compañero, Fernando Alonso, le ha batido en las tres carreras tanto en clasificación como en carrera.
No obstante esto, Vandoorne confiesa sentirse preparado para competir al nivel del español: "Siento, sin duda, que me he vuelto más fuerte y puedo hacer todo esto por mí mismo ahora cuando las condiciones se complican o la situación es difícil". Esta capacidad para adaptarse a las adversidades explica haberla aprendido de Fernando Alonso: "Es una de sus fortalezas. Cualquiera que sea la condición y circunstancia, siempre da el 99% y para mí ha sido muy positivo aprender de ello".
Aun así, la distancia en el mundial con el español es de 16 puntos y está seis puestos por detrás de Alonso en el campeonato de pilotos. Pese a esto, las distancias reales en carrera y, sobretodo, en clasificación no han sido tan grandes como parecen. Tan solo unas escasas centésimas han separado a los pilotos de McLaren durante los sábados y Vandoorne confiesa sentirse confiado: "Tengo una gran referencia. Sé exactamente dónde estoy, luchando por las últimas centésimas. Estamos sacando el 100% del paquete".
Además, Vandoorne se toma esta rivalidad de una forma muy positiva: como un reto para ver si está a la altura de un campeón del mundo. "Si quiero ser campeón del mundo algún día, tendré que batir a un campeón del mundo. Es positivo tener esto", dijo el belga para Motorsport.
Con 26 años, el piloto de Kortrijk ya ha sido campeón de la Fórmula Renault y de la GP2. Su talento es indudable, pero su corta experiencia en la Fórmula 1 hace que el piloto belga tenga la necesidad de demostrar que puede estar entre los grandes. Todavía más con la llegada de la próxima esperanza de McLaren, Lando Norris, quién viene pisando muy fuerte en la F2.