Este viernes se celebró la segunda reunión sobre los planes de futuro de la Fórmula 1 para 2021. En la reunión participaron los equipos y los dueños del Gran Circo, Liberty Media, liderados por Chase Carey y Ross Brown y se llevó a cabo en el Paddock Club. También estuvo en la reunión el presidente de la FIA, Jean Todt, y el fin era claro: llegar a un acuerdo de cara al año 2021.
Según uno de los participantes, la reunión "se mantuvo en calma" y "sin muchas novedades". El tema de la reunión era la parte económica y el futuro de la máxima categoría del automovilismo, que necesita aclarar las dudas que aún persisten sobre la mesa para la revolución que quieren realizar los estadounidenses para la Fórmula 1.
Uno de los temas principales a tratar sí que dio un paso hacia delante. El techo presupuestario continuaría siendo de 150 millones de dólares, pero Liberty Media ha sido comprensivo con los equipos de manera que pueda hacerse paulatinamente.
Esta idea consistiría en hacer del año 2020 un año de prueba y comprobar si los equipos son capaces de controlar el gasto que se hace por temporada, y así en 2021 y 2023, reducir los gastos en dos pasos, hasta así poder conseguir los 150 millones establecidos por los dueños de la Fórmula 1 para esa temporada.
Por otro lado, las reglas de motor deberían estar preparadas para finales de junio, sin apenas diferencias en las opiniones que ya se conocían, y aún no hay una decisión final a pesar de que se puede llegar a una gran unanimidad sobre este asunto, que deberá esperar para su confirmación un mes más.
También se habló acerca de la venta del ERS de los equipos que ya se encuentran en el campeonato para que los nuevos fabricantes no tengan tantos problemas en el Mundial. Además, Ross Brawn planea seguir con los neumáticos de 18 pulgadas y que los gastos en la aerodinámica se reducirán en 2019 hasta un 75%.