Italia: tierra de la buena pasta, cuna de la civilización romana, y por supuesto, tierra de la velocidad. El nombre velocidad y el de Italia han ido de la mano a lo largo de toda la historia. Es imposible concebir a dicho país sin la palabra motor puesta a su lado. La nación de la bota ha mamado gasolina desde que se tiene conciencia de su existencia. La gente desayuna, cena y respira velocidad. Están locos por ella. Dicen que no te puedes ir de Italia sin ver el Coliseo Romano, el David de Miguel Ángel, pero tampoco sin visitar la fábrica de Maranello. Porque según cuenta la leyenda, un humano no puede descansar tranquilo sin haber tenido entre sus manos un volante de Ferrari.
Ferrari lleva sin ganar en Monza desde el 2010
Es por eso que a todo el mundo le encantan los Ferraris. Para muchos, el mayor regalo que se puede tener. No lo vamos a negar, tener un yate aparcado en Ibiza está muy bien. Eso sí, no es comparable con conducir por las carreteras de la Toscana tu precioso bólido rojo. Es tal la pasión que han creado estos vehículos, que surgieron de la nada los tifosis. Gente capaz de pasar del odio extremo hacia Sebastian Vettel a amarlo tan sólo por el hecho de llevar un Ferrari. Es muy simple, Ferrari está por encima de todo eso, la pasión por el rojo es superior al odio sobre cualquier piloto.
Monza, lugar de las pasiones
Tanto los italianos, como los españoles, son personas que se guían por las pasiones e incluso que por ellas pueden perder el uso de la razón. Puede que sea fruto de las aguas del Mediterráneo, pero nadie duda de que son culturas muy apasionadas. Todo frenesí se ve obligada a tener un punto de unión, un lugar en el que se concentren personas que comparten ese mismo anhelo, y es por eso que se creó Monza. Monza es un punto de unión, un espacio en el que se reune un grupo de personas que ama una misma cosa, los Ferraris. Es por eso que la Fórmula 1 y Monza tienen un matrimonio perfecto. El circuito italiano vive de una forma diferente. Sus calles son estrechas, abundan las chicanes y por supuesto está rodeado de miles de aficionados.
Muchas personas escupirían de sorpresa la taza mañanera de café al leer una noticia en la que dice que Monza no renueva con la Fórmula 1. Falsa alarma, el circuito finalmente estará hasta 2019. Los problemas para la financiación de la carrera se han solucionado tras conversaciones con el propio primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el Automóvil Club de Italia (ACI), que financiará un tercio del canon necesario para acoger la prueba. Ahora tan sólo queda lamentarse y suspirar hasta el año que viene. El espectáculo de Monza ya se ha terminado, y como cada año, deja ganas de más. Ferrari ha suspendido, llevan desde 2010 sin ganar en casa, pero el público del autódromo italiano volvió a sacar un diez.