Kimi Räikkönen tiene buenos recuerdos de Suzuka, protagonizó la mayor remontada en el circuito japonés en 2005 donde partía desde la 17ª posición y se jugó la victoria con Giancarlo Fisichella en la última vuelta donde le pasó en la recta principal por el exterior de la primera variante. A pesar de que Fernando Alonso consiguiera el mundial en el Gran Premio anterior, el finlandés se quitó la espina que tenía clavada.
Aunque no sea el primer piloto, el de Ferrari parece ser de momento el líder de los de Maranello con una cuarta y tercera posición. En la segunda tanda de entrenamientos libres de este viernes, fue capaz de colocarse a tres décimas del tiempo de Nico Rosberg usando ambos el neumático más blando que Pirelli ha llevado al Gran Premio de Japón.
El campeón del mundo del 2007 reconoce que no ha sido una jornada positiva ya que sufrió para encontrar la estabilidad en su SF16-H, pero la sesión fue yendo por su cauce: “Fue uno de esos días que parece un poco complicado pero que al final va mejor. Mis sensaciones con el coche no fueron muy buenas, sufrí mucho con subviraje y con el equilibrio en el primer sector, pero el tiempo por vuelta estuvo bien. Al final, mejoramos un poco, pero aún no estamos en la posición en la que queremos estar”.
Räikkönen reconoce que hubo un contratiempo en los últimos 90 minutos de pruebas y desea en la clasificación puedan pelear por estar en la segunda línea con Red Bull, ya que los Mercedes parecen inalcanzables: “En la segunda sesión, tuvimos un pequeño problema eléctrico, probablemente con un sensor, pero cambiamos y estuvo bien. Mañana será otro día, vamos a intentar trabajar en las pequeñas cosas e intentar mejorar. Si conseguimos que el coche esté como queremos y mejores sensaciones, podemos ir bastante más rápidos”.