La escudería insignia de la Fórmula 1 sigue sin encontrar el camino. Ya son nueve temporadas sin lograr ningún campeonato del mundo de pilotos y ocho sin el de constructores. Quizá más grave es que lleve años sin estar en la lucha por cualquier título, desde que Fernando Alonso fuese campeón durante algunas vueltas del Gran Premio de Brasil de 2012. Ironías del destino, fue precisamente Sebastian Vettel quien privó al equipo de Maranello de su última oportunidad. Desde entonces, un desierto del que ni Fernando ni Sebastian, como primeros espadas, ni Felipe Massa ni Kimi Räikkönen, como escuderos, han logrado dejar atrás.

Un 2015 prometedor

Sebastian Vettel fichó por Ferrari para la temporada 2015. El objetivo estaba claro: construir un proyecto ganador en torno al piloto que había dominado con mano de hierro el campeonato de 2010 a 2013. Las cosas no empezaron mal, pues el alemán logró su primera victoria de rojo en su segundo intento, en Malasia. De esta forma, Ferrari regresó a la senda de los triunfos, que abandonó en el Gran Premio de España de 2013.

Sebastian celebra su primer triunfo con Ferrari, en Malasia | Fuente: Getty Images
Sebastian celebra su primer triunfo con Ferrari, en Malasia | Fuente: Getty Images

Durante el resto de la temporada, poco pudieron hacer tanto Ferrari como Sebastian debido al dominio aplastante de Mercedes. Sólo pudieron ganar allá donde Mercedes mostró flaquezas. Además de Malasia, se alzaron con el triunfo en Hungría y Singapur, dos circuitos lentos a los que no supo adaptarse la casi perfecta máquina de Mercedes. A pesar de ello, el alemán firmó un gran año, con 13 podios, lo que valió para ser el primer clasificado detrás de las flechas plateadas. Las bases parecían sólidas de cara a asaltar el título en 2016 y luchar, por fin, de tú a tú contra los Mercedes en 2016.

Buen inicio de 2016

Nada más lejos de la realidad. No empezó mal la temporada, con tres podios en las primeras cinco carreras, pero se demostró que el ritmo de Ferrari iba a estar lejos de los de Brackley. Las alarmas terminaron por saltar en España, donde no pudieron conseguir la victoria allá donde los Mercedes fracasaron. Kimi y Sebastian asistieron impotentes a la primera victoria del nuevo talento del automovilismo y de Red Bull, Max Verstappen.

Después de un año sin victorias, Red Bull había vuelto, ¿dónde quedaba Ferrari? La Scuderia aún mantenía el status quo de la temporada anterior, aunque muy por detrás de Mercedes y escasamente por delante de Red Bull. El año fue avanzando y la flaqueza fue cada vez mayor, hundiéndose poco a poco en los tiempos.

Sebastian y Daniil discuten en el podio del Gran Premio de China | Fuente: Getty Images
Sebastian y Daniil discuten en el podio del Gran Premio de China | Fuente: Getty Images

Sebastian logró cinco podios hasta el 19 de junio, cuando se disputó el primer gran premio en tierras azeríes. Cinco cajones de ocho posibles no era un mal bagaje, más aún teniendo en cuenta que tres de ellos fueron segundas posiciones en China, Canadá y Europa. No obstante, la tensión aumentaba a la par de la certeza de estar lejos de las victorias. Tras el rifirrafe que tuvo con Daniil Kvyat en el podio de Shanghái acerca del adelantamiento del ruso en la salida, la radio de Sebastian sería pinchada cada vez con más asiduidad. No era difícil escuchar descalificaciones a otros pilotos y quejas a través de ella carrera tras carrera.

Si el rojo Ferrari fue el complemento más repetido al plateado Mercedes durante la primera parte del año, este desaparecería prácticamente durante el resto de la temporada. Desde el 3 de julio, cuando se disputó el Gran Premio de Europa, hasta la carrera final en Abu Dabi, Sebastian sólo pisó el podio en dos ocasiones, sendos terceros lugares en Italia y en el pequeño emirato del golfo Pérsico. Escaso bagaje tanto para Ferrari como para un tetracampeón con objetivos mucho más ambiciosos.

Quejas por radio y Gran Premio de México

La imagen de Sebastian sufriría a lo largo de los últimos meses un deterioro y no sólo por los resultados, que le llegaron a relegar por detrás de Kimi Räikkönen durante varias carreras, sino porque sus mejorables actuaciones quedaron ensombrecidas por un lenguaje de mal gusto que no hizo sino aumentar la sensación de fracaso.

La radio del tetrampeón alemán sería foco habitual de la retransmisión de la FOM. Especialmente faltón durante los entrenamientos libres, se hicieron famosas sus quejas airadas contra los doblados y, en definitiva, con casi cualquier piloto que luchó encarnizadamente. Algo parecido a lo que sucedió durante 2014, especialmente en el Gran Premio de Gran Bretaña de aquel año, cuando acusó a Fernando Alonso de maniobras ilegales cuando tan sólo defendía posición. Algo común en ambos años ha sido la ausencia de victorias de Sebastian, quizá demasiado mal acostumbrado a ganar sin oposición durante sus años de dictadura en Red Bull.

Fernando y Sebastian luchan durante el Gran Premio de Gran Bretaña de 2014 | Fuente: Sutton Images
Fernando y Sebastian luchan durante el Gran Premio de Gran Bretaña de 2014 | Fuente: Sutton Images

El tono de sus quejas alcanzó su cénit en México. Tras llamar “idiota” a Fernando Alonso y “bobo” a Carlos Sainz, Sebastian no cuajó una buena clasificación, terminando en séptimo lugar, detrás incluso de su compañero, Kimi Räikkönen. Como tantas veces durante la temporada, le tocaría remontar el domingo. La posibilidad de podio, que parecía difícil al empezar la carrera, se fue haciendo más real a medida que los neumáticos de Max Verstappen, tercer clasificado, se hundían. Tal fue así que ambos llegaron a las últimas vueltas con el podio en juego.

Sebastian intentó el adelantamiento a Max en la primera frenada, pero el neerlandés evitó ser sobrepasado saltándose la primera chicane. Parecía obvio que debía ceder su posición al alemán, algo que no haría. Mientras, por detrás llegaba Daniel Ricciardo, con ruedas mucho más jóvenes que las de la pareja que lo precedía.

Ante la negativa de Max a ceder su posición a Sebastian, las quejas de este último, justificadas al principio, fueron subiendo de tono hasta llegar al insulto: “¡Ha cortado la chicane, voy a pegarle a alguien!”.  Ante la petición por parte de su ingeniero de que se calmara, lejos de ello le espetó: “No voy a calmarme, no es justo. Tiene que dejarme pasar, tiene que dejarme pasar, fin de la historia. ¿No estáis viendo lo mismo que yo? ¿Soy el único? Me está bloqueando con Ricciardo. ¡Es un cabrón, eso es lo que es!”.

Sebastian recrimina a Max su actitud tras cruzar la línea de meta | Montaje
Sebastian recrimina a Max su actitud tras cruzar la línea de meta | Montaje

Los nervios de Sebastian ya estaban sin control y quizá no fue consciente de que se movió en frenada para evitar el adelantamiento de Daniel Ricciardo. Antes de cruzar la línea de meta y ante la certeza de que Max no iba a apartarse, Sebastian dejó un mensaje final para el director de carrera: “¡Este es un mensaje para Charlie, que te jodan, de verdad, que te jodan!”.

Con Max preparado para salir al podio, se hacía efectiva su sanción, pasando Sebastian a ocupar el tercer lugar. Horas más tarde, sería el propio piloto de Ferrari el que recibiría su castigo por cambiar la trayectoria ante el adelantamiento que le estaba practicando Daniel Ricciardo.

La falta de respeto mostrada por Sebastian pudo costarle una carrera de sanción por insultos, algo que pudo evitar yendo a disculparse con Charlie Whiting. No obstante, quedó advertido de cara a comportamientos semejantes en un futuro.

Sebastian pudo ser juez en la lucha por el título

Dos citas más tarde, los protagonistas serían Lewis Hamilton y Nico Rosberg, que se jugaron el título mundial sobre el asfalto de Abu Dabi. El ya famoso bajo ritmo que llevó a cabo el piloto inglés para intentar que Nico Rosberg fuera adelantado llevó a Sebastian Vettel a ser protagonista de la batalla final en las últimas vueltas.

Sebastian acosa a Nico durante las vueltas finales del Gran Premio de Abu Dabi | Fuente: Getty Images
Sebastian acosa a Nico durante las vueltas finales del Gran Premio de Abu Dabi | Fuente: Getty Images

Con las ruedas más nuevas que los dos pilotos de Mercedes y con un ritmo superior, Sebastian llegó a amenazar el segundo puesto de Nico, al que intentó adelantar en dos ocasiones. Más tarde, reconocería que no tomó ningún riesgo por lo delicado de la situación, ya que no quería ser el responsable de dejar fuera de carrera a ninguno de los dos contendientes por el campeonato.

Intensa lucha con Kimi Räikkönen y victoria final

Al contrario de lo que sucedió en 2015, Kimi Räikkönen ha logrado plantar cara a Sebastian durante la temporada de 2016. Incluso, después de la disputa del Gran Premio de Gran Bretaña, el finés adelantó al alemán en la clasificación del mundial de pilotos. Kimi mantendría esta posición hasta el Gran Premio de Bélgica, aunque volvería a sobrepasar a su compañero tras el abandono de este en Malasia y a ceder finalmente ante él tras el Gran Premio de Estados Unidos, con sólo tres carreras que disputar.

En puntos, Sebastian ha superado a Kimi en solo 26. La mejora del finlandés es notable si se tiene en cuenta que la desventaja respecto a su compañero fue de 128 puntos. A pesar de que la brecha se ha estrechado, el tetracampeón ha superado en 10 carreras el resultado del último campeón con Ferrari, mientras que sólo ha perdido en tres ocasiones. Es sorprendente que Kimi haya superado el duelo de los sábados, pues ha clasificado 11 veces por delante de Sebastian, justo una más que el alemán.

Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen | Fuente: Getty Images
Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen | Fuente: Getty Images

En cuanto a los mejores resultados, ambos han tenido el segundo como barrera infranqueable: Sebastian terminó tres veces segundo (China, Canadá y Europa), mientras que Kimi lo hizo en dos ocasiones (Baréin y España). Sebastian consiguió, además, cuatro podios más en Australia, España, Italia y Abu Dabi. Kimi, por su parte, sólo subió dos veces más al cajón, en Rusia y Austria.

Por último, Sebastian marcó tres vueltas rápidas (Japón, Estados Unidos y Abu Dabi) por una de Kimi (Hungría). De esta manera, el alemán ya tiene 28 vueltas rápidas, 15 menos que Kimi, que es actualmente el segundo piloto con más vueltas rápidas, sólo superado por Michael Schumacher.

La esperanza reside en el nuevo reglamento de 2017

Dos años y tres victorias, logradas todas en 2015, no parecen cumplir el objetivo ni de un candidato al título ni mucho menos de un piloto de Ferrari. Tras un 2016 especialmente decepcionante por parte de ambos, escudería y piloto, se espera que reaccionen en el año en el que se cumplirán 10 desde el último título de pilotos, que logró Kimi Räikkönen en 2007.

Un nuevo reglamento siempre abre la posibilidad de que el status quo cambie, algo que ya pasó en 2014, cuando Mercedes destronó a Red Bull en el trono del Gran Circo. Muchos ojos están puestos en ver hasta dónde puede llegar el Cavalino rampante en esta nueva etapa de la Fórmula 1. De no triunfar, ya se ha especulado con que Sebastian pueda optar a un asiento en Mercedes en 2018, aunque, para eso, aún queda mucho tiempo.