En Bruselas ya han anunciado una inmediata investigación a la compra de la categoría reina por Liberty tras los crecientes rumores de que se trate de un ‘conflicto de interés’.
La ilegalidad se encontraría en el cobro por parte de la FIA de 75 millones de euros, correspondientes al 1% de las acciones de la categoría que poseían en el momento de compra. Al autorizar el cambio de titular de derechos de la F1, incluían la adquisición de sus acciones. Dicho pago no debería haberse realizado al tratarse de un organismo sin interés en la competición de forma directa. Si el caso se resolviera en su contra, la cantidad a pagar sería de más de 150 millones de euros.
Las denuncias de Sauber y Force India sobre las irregularidades en el reparto de dinero entre los equipos podría ser un agravante, aunque la Federación asegura no tener nada que ver en este campo: ‘’Esa repartición se fija en un acuerdo entre la propia competición y los equipos’’.
La FIA se posiciona diciendo que sólo podría haber negado el traspaso de poder a Liberty en caso de que estos no fueran a permitirles cumplir con sus obligaciones hasta el momento y asegura no considerarlos como un factor de riesgo en la competición, sino como un avance y el principio de algo grande.
En el comunicado oficial de la Federación se puede leer: ‘’No existe ningún conflicto de intereses por parte de la FIA relacionado con su aprobación del cambio de control del CRH, que fue aprobado por el Consejo Mundial del Deporte Motor teniendo solamente en cuenta los términos de los acuerdos de los acuerdos existentes entre la CRH y la FIA y los mejores intereses del Campeonato’’.
Una vez más, la FIA espera crear una relación constructiva en su relación con Liberty Media y el Grupo de la Fórmula Uno, con el objetivo de asegurar un éxito continuo y el desarrollo del Campeonato del Mundo de la Fórmula 1 a largo plazo. De esta manera zanjaba la FIA la oleada de comentarios que calificaron como ‘’inexactos y maliciosos’’.