Hartazgo e impaciencia. Sentimientos que empiezan a apoderarse de Fernando Alonso al ver el circo del ridículo creado por McLaren Honda y en el que se ha visto inmiscuido desde que firmase con la alianza entre británicos y nipones. Lo que tenía pinta de ser el año de la reaparición, de volver a la senda del éxito se ha convertido en una pesadilla que aparentemente no presenta ningún argumento de mejoría para lo que resta de temporada.

Y es que el via crucis comienza a agotar de manera lenta y pausada la infinita paciencia que tanto caracteriza al asturiano. Fernando es el único piloto de toda la parrilla que no ha acabado ninguna de las cuatro carreras disputadas de las 20 del campeonato, todas ellas por problemas de la unidad de potencia. El pasado domingo en plena vuelta de formación su bólido le dejaba tirado instantes antes de comenzar la carrera en Sochi. Motivos suficientes para que se marche a Indianapolis para buscar la diversión que ha perdido desde hace muchos años y también razones que invitan a una posible marcha de Alonso a final de temporada, que el mismo deslizó de manera indirecta cuando atendió a los medios tras su prematuro abandono. Stoffel Vandoorne terminó la carrera el último de los pilotos en pista. Hechos que invitan a que McLaren continúe su particular via crucis en un año que será muy largo.

No para tirar cohetes, pero si para mostrar satisfacción, es la marcha de Carlos Sainz en Toro Rosso. Después del choque con Lance Stroll al salir de boxes en la carrera de Bahrein, el madrileño entró en el top ten firmando una salida sensacional, donde subió hasta la undécima posición favorecido por el incidente entre Romain Grosjean y Jolyon Palmer. Acto seguido, después de firmar una gran primera vuelta, Carlos sacó el máximo rendimiento de su STR-12 y terminó en 10º posición, fruto de una gran estrategia de equipo y de la penalización de cinco segundos que sufrió Kevin Magnussen por ganar tiempo cortando la segunda curva. 

Carlos Sainz, durante el Gran Premio de Rusia. Fuente: @ToroRossoSpy
Carlos Sainz, durante el Gran Premio de Rusia. Fuente: @ToroRossoSpy

Con respecto a la cabeza, la carrera sirvió entre otras cosas para dos confirmaciones: la primera, que Valtteri Bottas no es un piloto de paso para Mercedes y que puede levantarle la carrera a cualquiera siempre y cuando su equipo acierte con la estrategia; y segunda, que Ferrari y especialmente Sebastian Vettel van muy en serio a por este campeonato.

Esta vez serían los de Maranello quienes sufrieron el principal punto débil de las salidas, que hasta ahora perjudicaba a Mercedes. Valtteri Bottas aprovechó la mala salida de Kimi Raikkonen y pasó al poleman Sebastian Vettel en la frenada de la primera curva. Desde entonces, la carrera se jugó a una sola carta en boxes, y que terminó ganando el sustituto de Nico Rosberg, que realizó su primer y único stint vueltas antes que sus perseguidores. El alemán de Ferrari trató de copiar la misma sustitución de neumáticos al finés y de recortarle segundos en su parada. Sin embargo, el tetracampeón se quedó a un par de segundos debido al tráfico en pista y a la diferencia que le separaba.

La victoria de Bottas permite a Sebastian Vettel liderar la clasificación del mundial de pilotos con 13 puntos de dfiferencia sobre Lewis Hamilton. El británico acusó problemas de potencia tanto en clasificación como en carrera que le dejaron fuera del podio al estar desaparecido en combate. No tendrá problemas para reengancharse en la pelea por el cajón más alto del podio, aunque el tricampeón del mundo no podrá desperdiciar carreras como esta si no quiee ver como Seb se aleja en el campeonato de pilotos. 

Valtteri Bottas lidera el Gran Premio de Rusia ante los dos pilotos de Ferrari. Fuente: Zimbio
Valtteri Bottas lidera el Gran Premio de Rusia ante los dos pilotos de Ferrari. Fuente: Zimbio

Un campenato de pilotos en el que los dos pilotos titulares de Red Bull están penalizados por el irrisorio rendimiento de su monoplaza. Daniel Ricciardo quedó fuera de la carrera en las primeras vueltas por problemas en los frenos de su monoplaza, sumando su segundo abandono esta temporada, mientras que Max Verstappen acabó en quinta posición. Los problema de potencia en el motor Renault perjudican de manera visible a dos pilotos que ven como su rendimiento se queda cojo en comparación con el rendimiento en pista visto la pasada temporada.

La próxima cita tendrá lugar dentro de dos semanas en España, en el circuit de Barcelona-Catalunya. Un circuito en el que los pilotos españoles tratarán de dar una alegría a su público, aunque más difícil lo tendrá Fernando Alonso visto su marcha este año. Por su parte, la batalla Mercedes-Ferrari seguirá encarnizada y dará mucho que hablar a lo largo del presente campeonato.