Fernando Alonso ganó dos Mundiales en los años 2005 y 2006, y desde ese momento su conteo de títulos se paró. Sin embargo, no fue así en victorias, rendimiento, ganas o estado de forma. Su salida a McLaren en 2007 se vio frustrada, ya que a la vez llegaba el ojo derecho de Ron Dennis, Lewis Hamilton.
Ese año no fue fácil, más bien el Mundial se escapó por culpa de las políticas internas del equipo. Alonso regresó a Renault en 2008 y 2009, donde consigue victorias con un coche muy inferior demostrando su pilotaje, mayor que el resto de pilotos de la parrilla. Tras estos dos años llegaron los cinco años en Ferrari, donde en dos de ellos estuvo cerca de llevar al equipo italiano donde se merece, a lo más alto.
En 2015, el asturiano ve un proyecto ambicioso en McLaren con la llegada de Honda, donde se prometió trabajo, fiabilidad, velocidad, podios, victorias, mundiales plantando cara a Mercedes, que ya estaba formando sus pasos en la era híbrida de la Fórmula Uno.
Lejos de las expectativas
Hasta esta 2017, Alonso ha pasado por momentos muy difíciles, por muchos abandonos, nunca había estado en esta situación. Pero se le ha visto defenderse, atacar, como siempre ha hecho, con un coche que no tenía ni la mitad de potencia que los equipos punteros de la Fórmula Uno.
Fernando Alonso hubiera sido campeón con un buen motor.
En esta década desde su último Mundial, otros pilotos se han hecho su hueco en las primeras posiciones, como ya el nombrado Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Max Verstappen, y otros jóvenes que quieren empezar a escribir su propia historia en este deporte. Han sido años de sufrimiento, donde el español no ha podido demostrar completamente su gran estado de forma. Pero, sin embargo, si hay algo seguro, eso es que Fernando Alonso habría conseguido más títulos con un motor más potente porque la parte en la que trabaja McLaren es buena, y así se ha visto en circuitos donde el motor no es tan fundamental.
Numerosos aficionados de la Fórmula 1 parece que no quieren ver algo evidente. Critican, por no poder obtener victorias, a un dos veces campeón del Mundo que ha sido alabado estos años por otros pilotos leyenda, como Nicky Lauda en muchas ocasiones, que ha sido elegido como mejor piloto de la categoría reina del automovilismo. Alonso no está acabado, no se le tiene que dejar de apoyar. Ha demostrado sobradamente sus capacidades como piloto y su estado físico y psicológico privilegiado.
Año clave: 2018
Además, se ha convertido en “un monstruo de las carreras” como decía Zak Brown hace unas semanas. Todo esto lleva al que puede ser un año clave, 2018. El primer cambio importante que sufre el bicampeón es tener un mejor motor, Renault. Él está impaciente por que llegue el nuevo año, conoce lo que es ganar con este motor, la gente que trabaja en él, las ganas que hay por volver a ser campeones en un futuro.
En muchas declaraciones, Fernando ha dejado ver que estaba harto de Honda y está deseando subirse a su McLaren con un motor Renault a sus espaldas. La parte del chasis y la aerodinámica corre del lado británico, un trabajo que ha dado sus frutos en los últimos grandes premios de este 2017, tan solo falta una unidad de potencia fiable y competitiva.
Para hacer una aproximación del futuro nivel de McLaren Renault es preciso fijarse en los resultados que ha obtenido Red Bull en esta era hibrida, con la complejidad de motores, con podios, victorias y buenas actuaciones. Alonso quiere conseguir eso. Luchar de un año para otro por el título Mundial está complicado, Ferrari y Mercedes están un pasito por delante que los demás y este invierno trabajarán duro para avanzar un poco más, sobre todo los italianos que quieren alcanzar y sobrepasar a las estrellas plateadas.
El objetivo que se impondrá McLaren será alcanzar a Red Bull dejando atrás a equipos como Renault, Force India, Williams, que sin duda a día de hoy están muy por encima. Luchar por esos puestos de podio, y quién sabe si aprovechar carreras locas para volver a saborear una victoria, cosa que no ocurre desde el Gran Premio de Brasil 2012, Jenson Button fue el afortunado. Pero con Fernando Alonso al volante nunca se sabe. Ya ha pelado mundiales hasta el final con coches netamente inferiores, claro ejemplo fueron sus batallas contra el todopoderoso Red Bull de Vettel.
La vida de Fernando Alonso podría cambiar en 2018 si su motor es bueno y fiable. Está deseando luchar por puestos de arriba, y lo que siempre se ha demostrado es que necesita un coche decente para tener buenos resultados. La gran prueba son sus dos Mundiales con Renault: no era el mejor coche y plantó cara a Ferrari y McLaren, que por aquel entonces eran los mejores.
Otros objetivos
Pero todo esto no se queda aquí, las vacaciones de invierno para Fernando van a acabar pronto. Ya la semana pasada, antes del GP de Abu Dhabi. hizo unos test en el circuito de Motorland en Alcañiz con el Ligier JS P217 del equipo United Autosport, con el que correrá las 24 Horas de Daytona.
Esta prueba tiene lugar entre las 20:00 horas del día 27 de enero hasta la misma hora el día 28 de enero. Antes tendrá unos días de test en el mismo circuito donde se disputa la prueba. Parece que las 24 de Le Mans están descartadas para 2018, pero no hay nada asegurado.
Todo apunta que no disputará Le Mans, pero Daytona es una especie de entrenamiento para lo que quiere Fernando Alonso, que es conseguir esa triple corona. Ya tiene una parte de ella: ganar el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno. Le quedan dos; las 500 Millas de Indianápolis: ya sabe lo que es subirse a esos monoplazas tras disputar la prueba de 2017 y sabe lo que es liderar la misma durante unas vueltas, y tan solo le queda probar Le Mans, que puede llegar en 2019.
La ambición de Fernando Alonso por ganar aún está intacta, este piloto no está para nada acabado, quiere demostrar que puede seguir ganando, que está preparado para seguir escribiendo su historia. Si tiene un coche competitivo, lo conseguirá. 'Magic' volverá a brillar.