Ghana, una novata en la Copa del Mundo, no tiene demasiados jugadores en los que centrar los focos por glamour, calidad o elegancia con el balón. No lo tendrá fácil ya que ha quedado encuadrada con Alemania, Portugal y Estados Unidos, a la que venció en octavos en 2010. A pesar de ello, la selección ghanesa sí tiene espíritu de guerra, de lucha, y lo tiene ejemplificado a la perfección en un buen líder sobre el terreno de juego. Se trata de Asamoah Gyan. Nació en el país ghanés allá por 1985. Pronto comenzó su pasión por el fútbol y a los 18 años ya jugaba en la primera categoría de su país. Corazón, garra, velocidad, verticalidad. Asamoah Gyan reúne todo lo necesario que el líder de una manada debe tener.
En lo futbolístico, se le puede catalogar como un trotamundos ya que ha estado en tres continentes. Es un jugador rápido, fuerte que va muy bien tanto de cabeza como con los pies. Su hábitat natural es el área y su buena definición ha hecho que lleve 141 goles en 255 partidos. Llega al Mundial después de haber anotado 29 goles con el Al-Ain, equipo entrenado por Quique Sánchez Flores. El Al-Ain ha quedado sexto en la Liga y le ha ganado al todopoderoso Al Ahli la President Cup, la Copa, y está en cuartos de final de la Champions asiática, donde jugará frente al Ittihad, de Arabia Saudí, en agosto.
Etapa europea, etapa de formación
El ghanés se pasó casi diez temporadas en Europa. De aquí para allá. Llegó al Udinese en 2003 después de unos números geniales con el Liberty Professionals de Ghana. Esa temporada y la siguiente, las pasó cedido en la Serie B, donde con el Módena anotó un total de 15 goles. En Udine realmente solo hizo una temporada buena, en la segunda una lesión lo lastró en toda la temporada y bajó su rendimiento con creces. Se marchó del país de “la bota” con 26 tantos y recaló en el Rennes, que confió en él desde el primer momento.
Luis Suárez: enemigo público en Ghana
En la temporada 2009/10, la segunda en el Rennes se consagró. Fue su año. Sacó a relucir sus virtudes: velocidad, potencia y una gran colocación. El Rennes lo catapultó al Mundial de Sudáfrica, donde fue dos veces mejor jugador del partido. El final del Mundial para él no pudo ser más injusto, un penalti por una mano en la línea de gol del uruguayo Luis Suárez en el último minuto, hizo que dependiera de Gyan la clasifiación ghanesa para las semifinales. Lo falló y Ghana se fue a casa a su en cuartos de final tras perder en la tanta de penaltis. Tras el Mundial, llamó a su puerta el Sunderland.
El equipo británico pagó por él más de 15 millones de euros. Cantidad que para algunos puede ser desorbitada teniendo en cuenta su irregularidad. Como ya le pasara en anteriores equipos, Gyan perdió protagonismo en su segunda temporada con el Sunderland. Se marchó al Al-Ain, donde todavía juega.
Asamoah Gyan en lo bueno y en lo malo
Llegó al Al-Ain y deslumbró. El Sunderland quiso que volviera después de una primera gran temporada en EAU pero el jugador se negó y firmó con el Al-Ain por cinco años. Se prevé que Asamoah Gyan termine sus días de futbolista en el país asiático.
En lo colectivo, Gyan ha tenido una carrera exitosa en la selección pero algunos hechos, como el penalti ante Uruguay en el Mundial de 2010, de haber tenido otro desenlace, hubieran cambiado su vida con creces y la de su selección. A pesar de todo, los 39 goles conseguidos en 77 partidos lo avalan como uno de los mejores delanteros, a pesar de ese número tres en su camiseta, de todos los tiempos de Ghana.
A pesar de los fallos, su trayectoria en la selección es satisfactoria y se espera que en este Mundial demuestre su calidad y su capacidad de liderazgo para llevar a su selección a lo más lejos posible. No hace falta decir que Appiah contará con él en el once inicial de los encuentros.