Cuarta victoria consecutiva de los ‘citizens’ ante un rival inferior que no les puso las cosas fáciles, aunque su superioridad les ayudó a dar la vuelta al marcador. El inicio del partido fue claramente para los locales, pero los ‘Loons’ pronto consiguieron dar la sorpresa con un gol de Ramirez. En los minutos finales de la primera mitad, el equipo neoyorkino logró empatar con una acción de Callens. En la segunda parte los locales iniciaron con dos golazos que les dieron la victoria casi por segura, y a partir de ese momento se dedicaron a dejar pasar los minutos, controlando el ritmo del juego y dejando a los visitantes con muy pocas opciones de plantarles cara.

Empate con incógnita

Desde que el colegiado señaló el inicio del encuentro, fue New York City FC el equipo que se hizo con el balón y trató de buscar de manera constante la portería de su rival. Pese a buscarlo, no tuvo demasiada suerte de cara a gol, ya que sus acciones se quedaban lejos del arco.

Antes de que se cumplieran los diez primeros minutos, los locales sufrieron dos duros varapalos. El primero de ellos fue la nueva lesión de Matarrita que tuvo que retirarse del terreno de juego. Prácticamente, en la siguiente acción, un despiste de la defensa provocó que recibiesen el primer tanto. Johan Venegas disparó desde varios metros fuera del área, y Christian Ramirez estuvo más listo que los dos centrales para acudir a un posible rechace del portero. Y eso es lo que ocurrió, el delantero aprovechó el fallo del portero no atrapando el balón, y mandó el mismo al fondo de la red.

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Pero estas circunstancias apenas variaron el planteamiento de los neoyorkinos, que continuaron buscando el gol, aunque el entramado defensivo del rival, y la solidez que mostraron, impedía que estos encontrasen espacios que percutir y que les diesen opciones de crear peligro.

Con el paso de los minutos, Minnesota United fue deshaciéndose poco a poco de la presión a la que estaba siendo sometida por su rival. Esto les permitió tener algún acercamiento y crear alguna ocasión de peligro. En una de ellas, a Molino le faltaron centímetros para conectar un cabezazo y mandar el balón a la red.

Sin embargo, fueron los ‘citizens’ los que a falta de pocos minutos para el final de la primera mitad, consiguieron llevar la igualdad de nuevo al marcador. Fue en una acción por banda izquierda en la que Callens se incorporó al ataque, y con un disparo cruzado superó al guardameta.

Los últimos minutos fueron un asedio constante sobre la portería defendida por Shuttlewoth, que los visitantes consiguieron salvar y llegar al descanso con el mismo marcador, y con la posibilidad de plantear el partido de otra manera.

Harrison se hace mayor

La segunda parte tuvo un inicio muy similar al anterior, con el conjunto local volcado al ataque, y con clara intención de dar la vuelta al marcador. Y lo consiguieron antes de que se cumplieran los diez primeros minutos. De nuevo la acción tuvo lugar por la banda izquierda, aunque en esa ocasión Wallace el que colocó un centro al segundo palo en donde apareció Harrison para de un cabezazo mandar el balón a guardar.

A partir de ese gol, los locales se desataron completamente y empezaron a aprovecharse de los espacios que se generaron a la espalda de la defensa. Muchos de ellos tuvieron como protagonistas a Villa y a Harrison, que se convirtieron en la auténtica pesadilla de su rival.

Pasada la hora de partido apareció la figura la fuera goleadora del conjunto visitante, David Villa. El español, que hasta el momento había tenido un papel un poco más testimonial, apareció en banda derecha e hizo lo que más le gusta, marcar goles. Condujo el balón hasta el interior del área con una magnífica diagonal en la que dejó atrás a varios defensores y superó al portero con un disparo al palo más alejado.

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Con este gol el partido quedó completamente controlado por parte de los locales. Esto quedó plasmado con la constante búsqueda de la posesión del balón, tratando de llegar a puerta con una constante circulación de balón que generase espacios en la defensa. Esto hizo que se viesen pocos disparos claros sobre la portería.

Los visitantes no cejaban en su empeño para buscar el gol, pero sólo conseguían crear algunas contras con balones en largo a Ramirez. El delantero apenas conseguía continuar la acción ya que o le robaban el balón, o se encontraba muy solo para continuar la jugada.

Con la intención de que el partido finalizase a falta de 10 minutos para el tiempo reglamentario, el entrenador local realizó un par de cambios con los que buscó reforzar el centro del campo. En uno de ellos el Yankee Stadium se ‘vino abajo’. Fue en la entrada al terreno de juego de Andrea Pirlo, después de varias semanas sin poder participar en un partido con el equipo.

El resto de los minutos hasta el pitido final, no tuvieron relevancia para el resultado y los locales consiguieron su cuarta victoria consecutiva. Un resultado que les permite seguir en los puestos altos de la clasificación y con media temporada por delante, dar la impresión de ser un candidato para levantar en el futuro la MLS Cup.