Tras dos dolorosas derrotas de manera consecutiva, los angelinos vuelven a llevarse los tres puntos. Fue gracias a un partid muy serio tanto en defensa como en ataque, frente a un equipo que apenas les puso en problemas. En la primera parte se vio a dos equipos muy bien plantados sobe el terreno de juego y si apenas conceder ocasiones su rival. La única ocasión de peligro fue un remate de cabeza del LAFC al travesaño. La segunda mitad se decantó muy temprano para los visitantes con un gol en la primera llegada de peligro que tuvieron. A partir de ese momento, las dudas de los locales concedieron un segundo gol, dando la victoria de manera definitiva a su rival.

Miedo a recibir gol

En los primeros minutos del partido, ambos equipos mantuvieron una presión alta en campo rival, tratando de recuperar el balón lo más cerca posible del área. De esa manera trataría de ejercer presión y provocar un fallo que les permitiese tener ocasión de adelantarse en el marcador.

Con el paso de los minutos, la intensidad del juego en ambos equipos disminuyó dejando a la luz un control claro del balón por parte del conjunto visitante. Trató de llegar a portería con rápidas transiciones pero la poblada defensa angelino no les permitió llegar cerca del área y todas sus acciones terminaban con disparos desde fuera de la misma.

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Los Angeles FC no tardó en responder al control del juego por parte de su rival y durante algunos momentos del partido, tuvieron a iniciativa, acercándose con peligro al área. Tanto fue así que a la media hora de partido, estuvieron a punto de anotar. Fue un remate de cabeza de Zimmerman donde el balón golpeó en el travesaño, llevando el susto a las gradas del BC Place.

Tras esta ocasión, el equipo visitante pasó a llevar la iniciativa, llegando en muchas ocasiones a las inmediaciones del área, pero sin apenas generar peligro. Todas sus acciones finalizaban con despejes de los defensores, lo que generaba que el balón volviese a bajo su control. La única manera en la que se pudo ver algún acercamiento peligroso, fue con acciones a balón parado en las que el remate fue lo que no estuvo acertado.

En los minutos finales, el equipo canadiense apretó con la idea de llegar con ventaja al descanso, pero la falta de actividad y de presencia en el ataque, hizo que apenas presentase peligro al guardameta visitante. Esto hizo que al final de los primeros 45 minutos, el partido se fuese al vestuario con empate sin goles.

Máxima efectividad

La segunda mitad tuvo un inicio muy similar a la anterior, con los dos equipos ejerciendo una presión alta sobre portería, buscando poder adelantarse en el marcador. Esto provocó que se viese mucha variación en la posesión, recayendo todo el peso del juego en el centro del campo. Esta circunstancia llevó a los porteros a tener prácticamente un papel como espectadores, sin apenas participación en sus labores.

Sin embargo, cuando parecía que los locales tenían mayor control sobre la pelota y sus llegadas eran más y más y más peligrosas, llegó el gol del su rival. Como hiciese unas semanas atrás, Carlos Vela tomó el protagonismo del equipo e igual que en el partido contra el Galaxy, controló el balón en la esquina del área grande y tras encarar a portería, puso el balón en la escuadra, dejando al portero sin opciones de detener e disparo.

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El equipo canadiense tardó varios minutos en responder a este tanto, tiempo que los angelinos no supieron aprovechar para aumentar la distancia en el marcador. No fue que se llegó al ecuador de la segunda mitad cuando Vancouver Whitecaps comenzó a tener algo más de protagonismo en el ataque, sin embargo, no les sirvió de nada.

A falta de 20 minutos para el final del partido, una acción en el interior del área que aparentemente pareció que no llevaba peligro, finalizó de la mejor manera para los californianos. Tras una serie de rechaces y malos despejes por parte de los canadienses, el balón le llegó a Diego Rossi que mando el balón al fondo de la red, con un disparo entre los pies del guardameta.

El conjunto de los Whitecpa pasó entonces a llevar la iniciativa, buscando anotar goles que les permitiese acercarse en el marcador, pero sus acciones fueron repelidas una y otra vez por la defensa visitante. Salvo alguna acción aislada a balón parado, el riesgo de gol para la portería visitante fue mínimo.

En los minutos finales, la presión sobre el conjunto local hizo que dejase espacios en defensa, permitiendo a los angelinos poder salir a la contra, aunque no llegaron a generar peligro.

Bajo esta circunstancia finalizó un partido con victoria para Los Angeles FC, después de dos derrotas consecutivas.