Portland aguanta el resultado

El conjunto visitante sacó un preciado punto de un estadio tan difícil como el Mercedes-Benz, a pesar de haber ido durante muchos minutos por delante en el marcador. La insistencia de Atlanta les llevó a tener varias ocasiones en los minutos finales, pero la figura del portero visitante detuvo todas las acciones.

Portland aguanta el resultado
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Por Manuel Vaquero Rodríguez

Reparto de puntos en un encuentro en el que cualquier cosa pudo ocurrir. Los locales fueron muy superiores durante gran parte del encuentro, pero fue su rival el que consiguió adelantarse en el marcador con una jugada aislada. A pesar de intentarlo, no lograron igualar el resultado hasta la segunda mitad, tras varias jugadas en las que se quedaron cerca de lograrlo. En los minutos finales del partido, ambos quipos contaron con claras ocasiones, aunque fueron las llegadas por parte de los locales las que mayor peligro llevaron, teniendo que aparecer el guardameta para salvar los puntos.

Portland sorprende

Desde los primeros minutos del encuentro pudo verse a un Atlanta United protagonista y con claro dominio en el juego. Tanto fue así que los únicos acercamientos que se vieron en este tiempo fueron sobre la portería visitante. Los Timbers mostraron un planteamiento más conservador sabiendo de la peligrosidad de su rival con una línea de cinco defensores, que no impidió que los de Martino lograsen llegar con facilidad.

Tuvieron que pasar más de 15 minutos para que el equipo local tuviese protagonismo con el balón. De manera muy tibia comenzó a pisar terreno de juego de su rival, dándole apenas profundidad a sus acciones.

Sobre el ecuador de la primera mitad, llegó la que hasta ese momento fue la ocasión más clara para Atanta United, pero el balón se estrelló en el palo. Esto obligó a reaccionar a los de Oregon, que sumaron un par de puntos a la intensidad de su juego, permitiéndoles a ellos también generar sus ocasiones. Fue así como Valeri estrelló el primer disparo de su equipo al larguero, llevando a la afición local a quedarse con el susto en el cuerpo.

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A la media hora de partido, cuando la igualdad se sentía en todos los aspectos del encuentro, llegó una acción que desequilibro el resultado a favor de los visitantes. Mabiala se aprovechó de un balón rechazado en el interior del área para cabecear al mismo al fondo de la red y así adelantar a su equipo.

La respuesta de Atlanta United no se hizo esperar y hasta el final de la primera mitad, sometió a su rival a un asedio en el que tuvieron muchas ocasiones, pero una extraña falta de puntería, les dejó sin anotar goles. Los visitantes en cambio, pudieron ampliar el resultado con alguna acción a la contra, pero no aceraron en la toma de decisiones, llevando el encuentro finalmente al descanso con un gol de ventaja.

Pólvora mojada

La segunda parte comenzó como un calco de la anterior, con el equipo local insistiendo sobre la meta de su rival y acumulando una ocasión tras otra, pero sin lograr su objetivo, el gol.

Sin embargo, este llegó al cumplirse los diez primeros minutos y de la acción más rocambolesca de todo el partido. Tras una serie de disparos en el interior del área, donde ninguno de los delanteros locales estuvo acertado, tuvo que ser Gressel el que salvó nuevamente al equipo, anotando el empate.

Atlanta United aprovechó la dinámica positiva y mantuvo la presión ejercida sobre la portería rival. No consiguió generar acciones claras de peligro, pero la sola presencia de sus jugadores en las inmediaciones del área, hizo que los defensores rivales no pudiesen descuidarse.

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Esta circunstancia obligó al entrenador de Portland Timbers a tener que realizar varios cambios en el once con la intención de reforzar el centro del campo. Tuiloma y Flores, entraron un clara intención de acumular efectivos en defensa y así tratar de contrarrestar el dominio local.

Se llegó así a los diez últimos minutos de partido en los que ambos equipos gozaron de ocasione para haberse adelantado en el marcador. En un contraataque, Sebastián  Blanco trató de sorprender al guardameta con una lejana vaselina, pero el balón se marchó fuera por poca distancia.

Prácticamente en la siguiente acción, Atlanta contestó y estrelló un disparo desde larga distancia en el travesaño, ahogando así  las esperanzas de los aficionados por conseguir el gol de la victoria.

En los minutos finales, la insistencia de los locales les llevó a someter a un asedio a la defensa rival, consiguiendo realizar un gran número de disparos sobre portería y que sólo la buena actuación de Attinella permitió que el resultado finalizase con el empate a un gol.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.