Victoria visitante en un partido de máxima efectividad en la que consiguió anotar un gol en los minutos finales de la primera mitad, aprovechando una de sus pocas llegadas. Durante la mayoría del encuentro, el equipo canadiense fue el claro dominador del balón y el que tuvo mayor número de llegadas, pero no estuvo acertado de cara a portería y eso se vio reflejado en el marcador.
Sorpresa visitante
La igualdad entre ambos equipos fue la tónica durante los primeros minutos, con el control de la pelota variando un uno a otro, sin que ninguno de ellos consiguiese imponer su modelo de juego. Esto provocó que el partido se desarrollase en el centro del campo sin apenas llegadas a ninguna de las áreas.
Sin embargo, según fue madurando el encuentro, Whitecaps tuvo un mayor dominio del balón. Mantuvo el control de la pelota en campo rival, pero el planteamiento defensivo del equipo visitante les impidió tener profundidad en sus acciones. Las únicas llegadas fueron disparos desde la frontal que apenas pusieron en problemas a Howard.
Sobre el ecuador de la primera mitad, llegaron las primeras ocasiones de peligro para los Whitecaps, gracias sobre todo a Alphonso Davies. El joven extremo cambió su posición a la banda derecha y fue por ella donde encontró mayor facilidad para crear peligro. Dos conducciones suyas en las que por potencia se deshizo de los defensas, pero su finalización no tuvo tanto éxito.
En los últimos minutos del encuentro es cuando se pudo ver una respuesta de los Rapids. Con un par de llegadas, los visitantes consiguieron poner en problemas al conjunto canadiense, logrando en una de ellas el gol que les puso por delante en el marcador. Joe Mason fue el que aprovechó un despiste de la defensa local para hacerse con un balón rechazado en el interior del área, mandando el mismo al fondo de la red.
Este gol sorprendió a los Whitecaps que trataron en pocos minutos de llevar nuevamente la igualada antes del descanso, pero la falta de ideas en el ataque no les permitió lograr su objetivo.
Remar para ahogarse en la orilla
La segunda mitad comenzó como un monólogo para los locales en el que encerraron a su rival en campo propio durante los primeros minutos, asediando su portería y generando continuas ocasiones. Sin embargo el buen planteamiento de los Rapids les impidió encontrar la manera de hacerles ‘daño’ y superar su defensa.
Ante esta situación, el equipo visitante realizó un par de cambios en el once inicial, sacando jugadores de la zona del ataque para incorporar jugadores de un corte más defensivo. Su rival, viendo que el partido se les escapaba y que no conseguía poner en riesgo su portería, introdujo a algunos jugadores de ataque para acumular efectivos y tratar de tener alguna opción.
El partido transcurría y Vancouver Whitecaps no consiguió encontrar el espacio por el que llevar peligro sobe la portería de visitante. Con una línea de cinco defensas, y unos pocos metros por delante otra de cuatro, los canadienses estaban encontrándose con una ‘empresa’ complicada la búsqueda del gol.
En los últimos minutos del partido, con los locales totalmente volcados en ataque, su rival encontró espacios a la espalda de la defensa los que utilizó para salir a la contra. Esta situación hizo que los Whitecaps tuviesen que abandonar la presión sobre la portería rival y esforzarse en no recibir un gol que les diese el partido por perdido de manera definitiva.
La suerte para los locales llegó con la falta de puntería de su rival, que a pesar de llegar con el peligro sobre las inmediaciones del área, no consiguió poner en problemas a estos.
Bajo esta situación, el partido llegó a su final con unos Colorado Rapids que se aprovecharon de una de las pocas ocasiones que tuvieron para anotar el gol de la victoria y aguantar el resultado hasta el final, ante un partido que no consiguió superarles.