No hay dos sin tres

Francia obtuvo el pasado martes el pase a la final del Mundial 2018. La selección gala jugará así su tercera final de las últimas 6 disputadas, un logro que ninguna otra selección ha realizado y que certifica a los "bleus" como uno de las mejores combinados tanto en el pasado como en el presente y posiblemente en el futuro.

No hay dos sin tres
Los jugadores franceses celebrando el gol de Umtiti. | Foto: FIFA.com
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Por Daniel Alcazar

Martes. 9.45. Estadio Krestovski. El árbitro señala el pitido final decretando a Francia como vencedora de las semifinales gracias a un solitario gol de Umtiti. Todo un país estalla de alegría al ver cómo sus jugadores le han llevado a la final soñada y a la oportunidad de conseguir el título más prestigioso del panorama futbolístico.

Sin embargo, Francia es una nación acostumbrada a llegar lejos en los torneos de selecciones. Es la selección que más finales ha disputado en los últimos 20 años. Es decir, que de los últimos 6 Mundiales disputados: 1998, 2002, 2006, 2010, 2014 y 2018; Francia ha logrado llegar a la final en 3 ocasiones (1998, 2006 y 2018).

Un dato que revela la capacidad de la Federación francesa de re invertirse tras llevarse el trofeo a casa, apostando siempre por las nuevas generaciones y no quedándose anclada en el pasado, como ocurre a selecciones como España o Argentina.

Su efectividad en finales roza el 50% comenzando con el Mundial de 1998 el cual fueron anfitriones. El 12 de julio de ese año en Saint-Denis el equipo “bleu” logró su primer trofeo al imponerse a Brasil en la final por 3-0. La última participación destacada de Francia hasta entonces en un torneo a nivel de selecciones fue en la Eurocopa de 1984 donde se llevaron el trofeo gracias a la gran generación del “Carré Magique” liderada por Platini, Giresse o Tigana. Por este motivo, la victoria en 1998 supuso la primera gran reinvención de Francia.

Los galos apostaron por una nueva generación de jugadores dejando atrás a lo anteriormente nombrados. En esta nueva hornada destacaban un Zidane que comenzaba a asentarse como estrella internacional y otros jugadores de calidad incuestionables como Thuram o Karembeu. A ellos se le unían grandes leyendas galas como Petit, Blanc o Deschamps y jóvenes que empezaban a despuntar como Vieira, Henry y Trezeguet.

Esta Francia logró derrotar en las semifinales a la última gran Croacia, la de Suker, Boban, Jarni, y Prosinecki. En la final se impusieron con contundencia por 3-0 a una Brasil que no le faltaba calidad con Ronaldo, Rivaldo, Bebeto, Dunga y Roberto Carlos entre sus filas. Tal era el buen trato de la pelota y la calidad de esta generación francesa que muchos la consideran como el mejor combinado “bleu” de la historia.

La segunda final de los galos llegó en 2006. En esta ocasión se enfrentaban a Italia siendo el escenario el Estadio Olímpico de Berlín. Hasta el decisivo encuentro, Francia había demostrado tener opciones reales de llevarse la copa a casa, con Zidane siendo nombrado mejor jugador del mundial, Ribery y Henry en la punta de ataque y una defensa solida liderada por Thuram y Gallas.

Sin embargo, la suerte no sonrió a los “bleu”. El partido acabó decidiéndose en penaltis, siendo Zidane minutos antes expulsado por un cabezazo a Materazzi. La 'Azzurra' se acabaría llevando la tanda de penaltis y como consecuencia la copa del mundo.

Finalmente, el domingo 15 de julio Francia volverá a disputar una final con una nueva generación de jugadores. Liderada por Griezmann y Pogba, esta nueva Francia se ha destapado por ser un seguro atrás gracias a Varane y Umtiti y a dos laterales que a priori partían como reservas, Lucas y Pavard. La explosión de Mbappe ha reafirmado aún más las opciones de esta selección de llevarse el oro.

Lo mejor de Francia actualmente es que aún no ha tocado techo. La mayoría de jugadores de calidad apenas llegan a los 27 años de media, por lo que seguramente darán guerra en los próximos torneos.