Había ganas de fútbol en los aledaños de St James Park, donde se vivía un ambiente cálido para albergar el primer partido de la temporada Premier, con los de Benítez envueltos en un verano convulso con la directiva. 

Pero, como se sabe, el fútbol todo lo cura y las gradas se disponían a animar a unas Urracas que presentaban un once similar al del curso pasado con la excepción de Matt Ritchie la banda zurda y Joselu en punta. 

Deberían esperar para ver a Rondón en ataque, principal efectivo traído en el mercado estival desde las oficinas del Newcastle.

Por su parte, Pochettino probaba con defensa de 4 dejando a Alderweireld en el banquillo, jugando con Vertonghen y Davinson en el eje, sorprendiendo la presencia de Aurier en el carril diestro. 

Con todo preparado, los protagonistas sobre el verde y la emoción desbordante, Atkinson realizaba el pitido inicial que conllevaba el inicio de la temporada 2018-2019 para Urracas y Spurs, Shelvey y Kane, Dubravka y Lloris.

Comenzaron los equipos tanteándose, de manera errática e imprecisa en el juego asociativo, denotando la falta de ritmo competitivo, con un Tottenham que parecía tener más credenciales para proponer en la posesión, pero el Newcastle sorprendió realizando una presión más adelantada de lo habitual. 

Pero los Spurs, venían dispuestos a demostrar que su pizarra a balón parado sigue siendo de las más efectivas del torneo, poniendo en práctica un saque de esquina en el minuto 8 que remató Davinson Sánchez al segundo palo donde llegó Vertonghen para, con la testa, poner el primer tanto en el luminoso.

Se veía obligado desde muy pronto a remar contracorriente el equipo de Rafa Benítez, haciendo presagiar un encuentro difícil por la garantía del rival en la parcela defensiva demostrada el año pasado.

Una de las figuras del partido. Fuente: Tottenham
Una de las figuras del partido. Fuente: Tottenham

Con este panorama, se reiniciaba el encuentro con una sorpresa a los 3 minutos, en forma de empate tras una conexión entre Shelvey y Ritchie, quién colgó un balón antológico, medido y preciso a la espalda de Davinson Sánchez donde se encontraba el delantero español Joselu que solo acarició el cuero con la cabeza. 

Nuevo panorama inicial y tocaba ponerse a construir en ambos conjuntos, buscándose un dueño del esférico, que no  parecía estar claro, debido a que los Spurs querían proponer, pero arriba la movilidad de las Urracas les hacía sufrir. 

Este partido contó con un ritmo alto durante gran parte del tiempo, pero si se caracterizó por algo es por las jugadas puntuales que se dieron, hecho que desequilibró la balanza de nuevo en el minuto 18 cuando, de la nada, Aurier se sacó de la chistera un centro con rosca a la espalda de la línea defensiva donde apareció un oportuno Dele Alli que volvía a poner por delante a su equipo. 

3 cabezazos, 3 goles, 3 faltas de contundencia defensiva por el parón veraniego y la falta de sensaciones. 

Con este vibrante inicio de encuentro, ocurrió un suceso inesperado por cualquier entendido, debido a que el Newcastle comenzó a presionar en campo rival mediante un fútbol agresivo en la zona de ataque. 

Shelvey organizó a los suyos en la medular y desquició junto a Diamé a un perdido Dier que poco a poco iría asentándose con el paso de los minutos. 

Matt Ritchie se movía por el frente de ataque desordenando a una defensa que no podía frenar sus arremetidas, al igual que pasaría con las conducciones de Kenedy que vio como en el minuto 42 terminó de desesperar a Dier en una contra, obligando al inglés a ver la tarjeta amarilla. 

Hasta el descanso, los hombres del Tottenham se veían por delante en el marcador sin verse obligados a realizar un juego exquisito, siendo fieles a algunas de las pautas del curso pasado, con un juego combinativo que no terminaba de ser fluido pero al que no renunciaban, tratando de encontrar a Eriksen que buscaba liderar a su equipo.

En el descanso se podía intuir que el flamante fichaje de las Urracas, Salomón Rondón, entraría para meter más madera e ir a por el partido de manera directa y sin tapujos. 

La tónica no parecía variar y a escasos 2 minutos de la reanudación del encuentro, Diamé recibió un gran pase que estrelló con un potente disparo en la madera, siendo una ocasión manifiesta para poner el empate. 

Para compensar este error, Dele Allí erró otra clamorosa oportunidad de abrir brecha en el marcador, debido a que la defensa del Newcastle pecó de falta de contundencia permitiendo un rebote que le cayó inesperadamente al mediapunta inglés que no conectó correctamente y realizó un manso golpeo que blocó Dubravka sin problemas.

Esta fase de encuentro, en torno al minuto 55, fue la de mayor caudal ofensivo del Tottenham, con un Eriksen enchufado que llevaba la batuta del equipo. 

Dubravka tuvo que salvar a los suyos en varias ocasiones, realizando una parada a bocajarro de gran calibre a un remate de Dele Allí que ya cantaba el gol. Gran rendimiento del portero a los largo de todo el encuentro, al igual que su análogo Hugo Lloris que tuvo una mañana atareada. 

Las transiciones defensivas del Tottenham hicieron aguas por todas partes y la acumulación de hombres arriba del Newcastle les hizo sufrir puesto que llegaban al aérea de Lloris con facilidad, provocando una de las ocasiones más clamorosas de la mano de Ayoze que cruzó un tiro en el área al que el meta francés reaccionó con garantías. 

El segundo tiempo transcurría y la entrada de Rondón no parecía surtir efecto, de modo que salía Muto al campo para añadir armas arriba e ir descaradamente a por el encuentro. 

Se quedaba sin tiempo el equipo Magpie, que confiaba en la jerarquía de Shelvey comandando el ataque de su equipo, pero el cansancio empezaba a hacer mella en ambos conjuntos. 

La última correría a cuenta de Rondón que pudo ser héroe pero que estrelló el cuero en el palo, acabando con las opciones del Newcastle de puntuar en la primera jornada. 

Gran gol del Tottenham. Fuente: Tottenham
Gran gol del Tottenham. Fuente: Tottenham

Finalizaba el encuentro con un laborioso Newcastle que enseñó una gran imagen a sus aficionados, haciendo confiar en una plantilla que puede ofrecer buenos tramos de fútbol fluido y rápido, haciendo entrever que el técnico madrileño tratará de apostar por un juego de toque. Esta idea se refuerza con la clara apuesta por el pase en corto durante los 90 minutos de Dubravka que rifó en escasas ocasiones el cuero y siempre con criterio.

En cuanto al Tottenham, el estilo está definido, pero falta por aclimatar del todo la idea tras el largo verano y más tras un periodo en el que se jugó el Mundial y algunos jugadores adoptaron otras ideas tácticas. 

La defensa cuenta con un líder claro llamado Vertonghen y el ataque con un mago llamado Eriksen. Kane no estuvo acertado y debe de acabar con la maldición de sus aciagos meses de agosto. 

Preocupante la falta de adaptación al sistema de Lucas Moura que parece ser un buen revulsivo saliendo desde el banquillo pero que no encuentra su hueco en el sistema táctico ofensivo de Pochettino donde cae al dentro y pierde importancia y efectividad.

3 puntos que vuelan a Londres pero muchos aspectos a mejorar todavía por unos Spurs que mantienen bloque pero que deben dar un paso adelante para aspirar a conseguir la Premier League. Victorias como esta, te acaban haciendo campeón.