La tarde londinense arrastró a muchos hinchas del Crystal Palace a Selhurst Park con la expectativa de ver a los Eagles ganar en casa por primera vez en la temporada. La ocasión era ideal, ya que los de Roy Hodgson venían de ganar en campo del Huddersfield y la visita de hoy era el turbulado Newcastle, que había sumado solamente un punto en cinco juegos. No obstante, el cuadro del sur de Londres deberá continuar buscado su primera victoria de local.
Cuarenta y cinco minutos de fricción y poco fútbol, un adelanto
La verdad es que en el partido pasó más bien poco: por un lado, los intentos del Crystal Palace estuvieron vinculados a lo que pudiera realizar Wilfried Zaha sobre la izquierda, aunque sin inquietar demasiado a Martin Dubravka, mientras que el Newcastle planteó un partido de resistencia en el que el ataque estuvo bastante abandonado. Sin embargo, un fallo local le permitió a los Magpies tener la primera ocasión del encuentro. Ayoze Pérez le robó el balón a un James Tomkins dubitativo a la hora de despejar y se marchó hacia el área, sin embargo su disparo fue demasiado débil como para inquietar a Wayne Hennessey. Del otro lado, Zaha siguió intentándolo y de una falta que le cometieron casi llega el tanto local: un tiro libre desde un costado de Luka Milivojević se desvió levemente en Tomkins y dio en la base del palo. Esto fue todo lo destacable en una primera mitad opaca, que dio la pauta de lo que seguiría ocurriendo en el choque.
Con el grito de gol atragantado
Newcastle intentó cambiar un poco las cosas con el ingreso de Joselu en lugar del venezolano Salomón Rondón, pero la realidad es que su producción ofensiva continuó bordeando lo inexistente. Del lado del Palace comenzó a crecer la figura de Andros Townsend, que dio algunos problemas a la defensa visitante pero no concluyó de la mejoro manera sus acciones. El partido era muy flojo y encima se había puesto algo problemático, porque en un altercado entre los futbolistas una botella plástica que provino desde las gradas del Newcastle golpeó al lateral Aaron Wan-Bissaka, afortunadamente sin consecuencias. No obstante iba a haber tiempo para la ocasión más importante del partido, que llegó a diez minutos del cierre. Andros Townsend desbordó por izquierda y sacó un centro que superó la errática salida de Dubravka para depositarse directo en la cabeza de Mamadou Sakho. Sin embargo y para decepción del público local, el francés falló increíblemente a la hora de colocar su cabezazo en el fondo de las mallas. No hubo tiempo para más en un duelo muy trabado en donde el Palace quiso más pero no supo cómo y Newcastle apostó a la solidez defensiva para sumar en un terreno difícil y se fue con la sensación de haber cumplido el objetivo inicial. Esto deja al local deambulando por la mitad de la tabla, mientras que los Magpies siguen sin poder sumar de a tres y comparten el último puesto con Huddersfield y Cardiff al sumar solamente dos unidades.