El encuentro del Vitality Stadium se antojaba como una auténtica final para los dos conjuntos. El Tottenham se encuentra inmerso en una titánica lucha por los puestos europeos junto a Manchester United, Wolves, Sheffield, Arsenal y Burnley. Por su parte, el Bournemouth ocupa la 18 plaza del campeonato, y su mala racha tras el parón le ha complicado seriamente la permanencia en la máxima división del fútbol inglés.

Poco ritmo, poco fútbol

El choque arrancó con el previsible dominio de los spurs, que merodeaban el área de Ramsdale, aunque sin generar demasiado peligro. Los hombres de Eddie Howe se plantaron con un doble pivote compuesto por Gosling y Lerma que complicaba seriamente el juego entre líneas de los visitantes. El Tottenham lograban rascar algún centro lateral, aunque la acción más destacada llegó en un córner. Kane se disponía a rematar cuando King lo empuja por detrás y le impide remachar ese balón. El inglés reclamó la pena máxima de forma efusiva, al igual que su técnico José Mourinho, que se desesperaba en la banda, pero el VAR ratificó la decisión del colegiado Paul Tierney.

Tras algunas llegadas de los de Londres, el Bournemouth dio un paso al frente en busca de un gol que le acercara a la salvación, situada a 4 puntos y en manos del Watford. Los locales optaron por presionar arriba y robar el balón en zonas peligrosas, pero la llegada de los cherrys terminaba con centros laterales al área sin demasiado veneno. Sin embargo, con el transcurso de los minutos, los de Howe se lo comenzaban a creer. El encuentro dejó de lado el control momentáneo de los spurs, para optar por un trabado choque lleno de imprecisiones en ambos bandos. Parecía que iba a morir la primera mitad sin ningún disparo a puerta, pero en el minuto 42 Hugo Lloris se lució con una intervención espectacular. Recogió el balón en la frontal Stanislas y el extremo inglés sacó el fusil, mandando un chut raso ajustado al palo que pudo despejar el arquero francés. Finalizó el primer tiempo con un ligero dominio de los locales, que dejaban más sensación de peligro que los jugadores del norte de Londres.

Combate nulo

En el segundo tiempo Mourinho optó por mover a su equipo, intentado dejar de lado el juego horizontal  de los suyos. Son y Ndombelé entraron en el terreno de juego por Lo Celso y Bergwijn. Salieron mejor los spurs en la segunda mitad, pero el choque del recién entrado Ndombelé con el lateral Smith dejó al lateral de Bournemouth grogui sobre el césped. Tras unos inquietantes 7 minutos, fue retirado en camilla por los servicios sanitarios, entrando Stacey en su lugar. El dominio y peligro que logró encontrar el Tottenham se disipó con la reanudación del partido, volviendo a las constantes imprecisiones en medio campo.

Lo intentaba Aurier insistentemente por su banda tratando de encontrar a Harry Kane por alto. Brooks se marchó lesionado para dejar su puesto a Harry Wilson, mientras que el técnico luso optó por dar entrada a Lucas Moura, cambiando el dibujo a un 4-2-3-1. Lucas por la derecha, Kane de delantero con Son tras él, Lamela por la izquierda y un doble pivote compuesto por Winks y Ndombelé.

Flojo encuentro de Harry Kane / FOTO: Premier League
Flojo encuentro de Harry Kane / FOTO: Premier League

El escaso ritmo que ofrecían los 22 futbolistas sobre el césped no reflejaba lo que de verdad estaba en juego sobre el verde del Vitality Stadium. El Tottenham daba algunos coletazos sobre el área, con incontables centros, encomendándose los cherrys a un ejercicio de resistencia hasta el final. Sin embargo, los locales sorprendieron con una chilena de Calum Wilson en el 89 que entró en la portería con ayuda de la mano de King, por lo que el VAR ratificó y anuló el tanto logrado por el equipo de Howe.

Con 12 minutos de descuento, Mourinho sacó a Gedson Fernandes con el fin de lograr un gol que lo metiera en Europa League, pero el auténtico salvador de los spurs fue de nuevo Hugo Lloris. El arquero francés se hizo enorme frente a Harry Wilson, que llegó al área e intentó picarle el balón en un mano a mano que pudo sentenciar el partido. El resto de los minutos se jugaron en campo del Bournemouth, pero sin que el Tottenham conectara algún disparo entre los tres palos, siguiendo así su escaso bagaje ofensivo en todo el encuentro.

Se saldó el partido con un empate que sirve de poco a ambos equipos. Los locales continúan en la 18 posición, a tres puntos de la permanencia y con un dificilismo calendario por delante. Leicester y Manchester City son los rivales de un equipo que comienza a sentir muy cerca el descenso. Por su parte, el Tottenham se coloca noveno con 49 puntos, a uno del Arsenal, su próximo rival, y a dos del Sheffield, que marca el último puesto de Europa League.