El partido de la tercera jornada de la Premier League comenzó como se esperaba, con un Manchester City dominando la posesión, mientras que el Leicester se posicionó con una defensa de tres centrales y dos carrileros para para los ataques cityzens.

  • Mahrez no dejó amigos en el Leicester

Riyad Mahrez decidió desequilibrar el marcador en el minuto 4 con un disparo tras un saque de esquina, más parecido a un misil del ejército, que se coló por la escuadra derecha de la portería defendida por su anterior compañero, Kasper Schmeichel.

El balón continuaba moviéndose por el territorio del Leicester, sobre todo entre los centrales titulares, Aké y García, con un Jamie Vardy con pocas opciones de recoger un balón en largo. No se crearía mucho más peligro, hasta que Rodrigo probó suerte con un lanzamiento lejano que se marchó por encima del arco del danés. El primer cuarto de hora se saldó con otra ocasión sky blue, esta vez por parte de Raheem Sterling, aunque sin mucha incidencia.

  • Manchester City, dueño de la posesión, Vardy, dueño del gol

El Leicester no pisó el área de Ederson hasta el minuto 20, en un esférico en largo en la banda derecha para Barnes, que apenas pudo generar un córner para su equipo. Cinco minutos después regresó la acción, en un cabezazo del City que desembocó en una contra del Leicester desperdiciada por la falta de precisión de Justin. Cuando el reloj empezó a rondar la media hora, los foxes salieron de la cueva, con combinaciones en campo rival, contrarrestando de esta manera la fuerte presión del Manchester City tras pérdida.

El peso del partido lo siguió llevando el combinado sky blue, pero Jamie Vardy se inventó un penalti para poner las tablas en el marcador. Esta es la diferencia entre saber lo que es ganar una Premier League y tener a centrales con poca experiencia. Así se llegó al descanso, con posesiones para Guardiola y gol para Vardy.

  • Vardy, Vardy y Vardy

La segunda parte inició con el director de la orquesta sky blue, Kevin De Bruyne creando una ocasión, aunque sin más consecuencias. Pep Guardiola aprovechó para mover sus fichas por primera vez, y sacó a Fernandinho del terreno de juego para dar entrada al delantero Delap. El Leicester, por su parte, se cargó de amarillas en el centro de su zaga, con cartulinas para Söyüncü y Amartey. Esto no fue un empedimento para Vardy, que sacó de su chistera un taconazo espectacular para poner en ventaja a su equipo. 

Esto dio alas a los zorros, quienes quisieron apretar tras el gol del bota de oro. De nuevo, y tras esto, Vardy provocó otro penalti para transformarlo en un hat-trick y asegurar un nuevo balón para adornar la chimenea.

  • Maddison y Tielemans pusieron los clavos del ataúd  cityzen

El Manchester City quiso reaccionar con un balón al travesaño de Delap primero, y con el cambio de Ferran Torres por Foden después. Brendan Rodgers le replicó, y sustituyó a un lesionado Praet por Maddison para controlar más el juego. Dicho y hecho. El centrocampista mandó a guardar el cuero con un zapatazo desde el pico del área por la escuadra. 

Los cityzens estaban sentenciados, aunque lo quería intentar. Fue de esta manera como Aké recortó distancias en un cabezazo tras un córner. Las esperanzas se abrían, pero Tielemans se encargó de nublar el día de los de Guardiola, ya que anotó el definitivo 2-5 en el tercer penalti a favor de los foxes.

Así acabó el choque entre dos estilos tan distintos, donde Jamie Vardy demostró por qué fue la bota de oro del pasado curso.