El silencio ceremonioso, acompañado de una sintonía honorífica, con motivo del fin de semana de recuerdo a los fallecidos en la II Guerra Munial, se disipó cuando el balón echó a rodar en Goodison Park. Solskjaer salió de inicio con su predilecto 4-2-3-1, a pesar de que en los últimos encuentros había apostado por un 4-4-2 en rombo. Sentó a Pogba, dando galones en el medio a McTominay y Fred, con la veteranía de Juan Mata para mover el juego. Los toffees paliaron la baja de Richarlison con Bernad, mientras que Mina y André Gomes perdieron su puesto en el once por Holgate y Sigurdsson.
Vaivén inicial
La timidez imperó los primeros minutos hasta que Calvert-Lewin encontró un centro para sacar a relucir su poderío aéreo. Despertó el Everton con el intento de su cazador, haciéndose con la posesión, hasta que los red devils se zafaron de las costuras buscando la portería por medio de Martial y Rashford, que culminaron sus ocasiones golpeando el esférico sin precisión alguna. Cuando parecía encontrar su sitio el cuadro mancuriano, se le ocurrió a Pickford encontrar a Calvert-Lewin, que, como un auténtico pívot, protegió y peinó el balón hacia Bernard. El brasileño recogió la asistencia, encaró puerta y sacó a relucir su diestra con un disparo raso al palo corto de David De Gea.
Se le ponía cuesta arriba el encuentro al United, pero Juan Mata se empeñó en hacerse con el protagonismo del medio campo. El español se salió de la derecha y apareció por el centro organizando los espacios, desbloqueando a los suyos y conectando con Shaw, momento en el que el británico sacó un centro hacia Bruno Fernandes. El portugués llegó al área como mandan los cánones y colocó en la red un cabezazo primoroso. El 1-1 lucía en el marcador a los 25 minutos.
El empate dio rienda suelta a un constante ida y vuelta. Lucas Digne irrumpió por el lado derecho, la única vía que encontró el Everton en el primer tiempo para hacer cosquillas al United. El francés combinó con Bernard, se plantó en el área y envió su zurdazo a la mismísima cruceta. La respuesta recayó de nuevo en Bruno Fernandes, que culminó la remontada red con la colaboración de Rashford. El británico hizo la pared con el genio de la península, y le envió un centro delicioso para poner el 1-2 con otro toque de cabeza. Pareció ser el ariete el artífice, pero la Premier League dio el gol a Bruno tras apenas haberla rozado Rashford.
Minuto 32, y el Everton se había desinflado. Invadió campo contrario el cuadro de Solskjaer, hasta que los toffees lograron reponerse y detener la sangría en los últimos compases del primer tiempo, inyectando la pausa necesaria al juego. La caída de Bruno en el 42 hizo temblar los cimientos de Old Trafford, aunque el luso logró reponerse de sus molestias y terminar sin aparentes problemas su partido.
Sin sufrir, pero con lo justo
La segunda mitad arrancó con un Everton más reconocible, mordiendo al rival con agresividad y ostentando el control. Un inoperante James se trasladó hacia la izquierda para orquestar a los suyos, y el equipo de Liverpool despertó. Desorden, juego físico e interrupciones fueron la tónica dominante.
El United intentaba conectar algún contragolpe, pero la pérdida de influencia de Mata y Bruno les dificultó sumamente la papeleta. Los hombres de Ancelotti imprimieron una marcha más al juego, presionando la salida de balón, empujando y cohibiendo a los red devils.
Centrar la posición de James aportó el dinamismo necesario, aunque el Everton seguía sin generar peligro a De Gea. A pesar del sufrimiento, Rashford tuvo en sus botas el 1-3 definitivo a falta de veinte minutos. Un balón a la espalda de la zaga de Fred encontró al británico, que en el mano a mano con Pickford salió victorioso el arquero.
Los cambios aparecieron sobre Goodison Park, con Tuanzebe obligado por la lesión de Shaw, y Tosun e Iwobi en el lado azul. James se retiró por el delantero turco cuando más inspirado se encontraba. La predilección por el gol de Carletto dejó a su equipo sin el movimiento que el colombiano había logrado inyectar. Inmediatamente después, el técnico noruego llamó a la caballería. Cavani y Pogba entraron al verde por Mata y Martial para protegerse de los incesantes centros de los toffees.
El Everton tuvo dos ocasiones en el descuento en las botas de Doucouré, pero el alma de delantero que no habita en el francés imposibilitó consumar el empate. Fruto de su error se generó un contragolpe comandado por Bruno, que fue finiquitado por Edinson Cavani, estrenándose como goleador con sus nuevos colores.
Venció el Manchester United en un feudo complicado como el de Goodison Park. 3 puntos de oro, que sirven para aportar algo de confianza al proyecto. Bruno rompió otro récord en el campeonato liguero, tras haber contribuido en 15 goles en sus primeros 10 partidos fuera de casa. 10 goles y 5 asistencias manifiestan la soberbia influencia del portugués desde su llegada a Manchester. El pero del equipo sigue siendo el juego, aún lejos del que debería desplegar un plantel como el de Solskjaer.
El Everton constata su crisis con otro pinchazo. Tercera derrota consecutiva en Premier League. 1 punto de los últimos 12 es un escaso bagaje para un equipo que parecía postularse como un serio candidato al título. La falta de acierto en los últimos metros y la dependencia de los centros laterales condenaron al equipo, que se ha desinflado tras su impecable arranque.
Ficha técnica
Everton: Pickford; Coleman, Holgate, Keane, Digne; Allan, Doucouré, Sigurdsson (Iwobi, 66’) ; James Rodríguez (Tosun, 79’), Bernard, Calvert - Lewis
Manchester United: De Gea; Wan - Bissaka, Lindelof, Maguire, Shaw (Tuanzebe, 67’); Mata (Pogba, 81’), McTominay, Fred, Bruno Fernandes, Rashford; Martial (Cavani, 81’)
Árbitro: Paul Tierney. Amonestaciones con tarjeta amarilla: Holgate (34’), Allan (45’), Bruno Fernandes (50’), Fred (83’), Tosun (85’), Doucouré (88’).