Cuando llegó al Arsenal, muchos fueron los que empezaron a buscarle hueco y minutos en el once del equipo del Norte de Londres. Los madridistas querían que su jugador se desarrollara en un histórico de la Premier, y los Gunners deseaban aprovechar al máximo la cesión hasta final de año de una de las perlas del viejo continente.

Al noruego le costó al principio recuperar el ritmo competitivo y conseguir la forma suficiente para aguantar la exigencia física y técnica de la primera división inglesa. Desde su llegada, el entrenador vasco le dio siete minutos frente al United, 25’ contra el Aston Villa y, finalmente, su primera titularidad contra el Leeds de Bielsa. Aunque el centrocampista no asistió ni marcó aquel 14 de febrero, hizo, sin duda, una de sus mejores actuaciones como profesional, lo que le valió una más que merecida nueva titularidad contra el City de Guardiola el pasado 21 de febrero.

Foto: Arsenal FC
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Después del partido frente al Leeds, la afición Gunner y su entrenador no podían más que deshacerse en elogios hacia el noruego: “Estuvo genial”, “hizo un gran partido”, “correr como lo hizo”, “se le vio cómodo y creativo con el balón”, “la personalidad que mostró…” todo esto y más decía un orgulloso Arteta, al que después de tres jornadas, acabó convenciendo al jugador de Drammen.

Foto: Arsenal FC
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Una jornada más tarde, después de jugar desde el banquillo 48’ minutos en la victoria por 1-3 del Arsenal contra los Foxes, uno de los mitos del Arsenal, Ian Wright, comparó a Odegaard con Paul Gascoigne, una leyenda inglesa con un juego parecido al del noruego. El exdelantero del Arsenal y analista futbolístico, decía lo siguiente sobre Martin: "Gente como Odegaard, se asocia y te atrae al juego. Recuerdo que cuando jugué con Gazza. Hacía lo mismo. Él te daba la pelota, te tocaba la pelota".

Aunque la controversia acerca de la regularidad y juventud del jugador noruego seguirá rondando por la capital inglesa, ya son muchos a los que Odegaard convence con su juego y calidad. El primero de ellos, y sin duda el más importante, Mikel Arteta.