Gareth Bale llegó al Londes con la intención de volver a recuperar su mejor nivel en uno de los lugares donde más cómodo se sintió, su casa, el Tottenham Hotspur. Luego del conflicto en el Real Madrid, su lugar casi nulo en el equipo merengue, José Mourinho le abrió las puertas en los Spurs para que se vuelva a reivindicar. 

Durante la temporada, hasta el momento, sumó 30 partidos de lo que va de la temporada, de los 50 encuentros posibles de jugar, lo que significaría que tuvo una participación del 60%, en los que anotó 14 goles juntos con tres asistencias en la Premier League, Europa League, Carabao Cup y FA Cup.

A pesar de la participación en un alto porcentaje dentro del equipo, para Mourinho era una alternativa en donde sólo estaba disponible para los partidos de Europa League o competiciones titulares, pero cuando el equipo que ponía en cancha era el alternativo. Sólo un partido de la temporada, ante Wycombe Wanderers, completó los 90 minutos. 

Además, hay que sumarle las lesiones que padeció el ex Real Madrid. En sus primeros días, quedó afuera del primer equipo por problemas en la rodilla, por lo que su primera aparición fue en octubre, ante West Ham, en el increíble igualdad en tres entre ambos equipo. También quedó afuera por goles, uno en la pantorrilla. 

La relación entre entrenador y jugador era cada vez más tensa. El ex Manchester United no estaba conforme con el rendimiento del extremo y lo hacía saber en las ruedas de prensa. Una declaración en febrero con respecto a una publicación de Gareth en su cuenta de Instagram de que estaba listo para jugar, el portugués respondió molesto: "He intentado ser discreto y mantener las cosas de puertas para adentro, pero creo que ya es el momento de ser claros con lo que está pasando”. 

"Pero lo que decía era que el entrenamiento había sido bueno y que estaba listo y no era cierto. Cuando a mí me preguntan por ello tengo que decir la verdad. Así que lo repetiré por última vez”, replicó enojado Mourinho, aunque no quedó en eso: "No se encontraba bien, pidió un escáner, lo tuvo, este no mostró nada, ninguna lesión, pero seguía sin estar bien. Nosotros no podemos decidir sobre eso porque el cómo se siente un futbolista está por encima, así que no lo llevamos al partido". 

Pero, cuando todo parecía que el el préstamos de Bale llegaría a su fin y debería buscar un nuevo destino para encontrar su lugar, Mourinho dejó de ser el entrenador del Tottenham Hotspur y fue reemplazado por Ryan Mason. El joven inglés de 29 años, con un alma joven y con nuevas ideas futbolísticas, le dio una nueva oportunidad a un ex compañero que conocía muy bien de años anteriores, ya que compartieron plantilla desde el 2008 al 2013. 

Sólo lleva 3 partidos Mason, pero acumula dos triunfos por Premier League y, una derrota desafortunada por la final de la Carabao Cup. El nivel del equipo empezó a crecer y le dio la oportunidad, como a Bale, a los futbolistas más relegados. Y lo potenció con un nuevo sistema, un 4-2-3-1, siendo parte del extremo, donde se siente más cómodo, más suelto y predominando en el sector derecho, siendo más gravitaste en el ataque.

"Es un profesional de primer nivel con una calidad inmensa. Las últimas dos semanas de entrenamiento han sido excelentes", declaró su actual entrenador. "Está cerca de su mejor nivel", concluyó Mason. 

Eso lo benefició y, en tres partidos, lleva marcados cuatro goles, lo que su capacidad ofensiva y su rendimiento está de forma ascendente. Bale se siente bien, cómodo y apoyado por Ryan Mason. Las lesiones parecen haberse quedado atrás, los goles retornaron y, el Tottenham parece querer quedarse con su ficha y Gareth, parece, querer quedarse en Londres.