La sexta y última jornada de la fase de grupos en la UEFA Champions League nos dejó un duelo de titanes en el Grupo A, en el que Liverpool y Napoli, colíder y líder del grupo respectivamente, se medían en el mítico e inigualable Anfield.
Un Liverpool que no llega en su mejor momento, tras haber caído derrotado en sus últimos dos compromisos en la Premier League ante Nottingham Forest (1-0) y Leeds United (1-2). A su vez, en la competición europea sí que llegan en un buen estado de forma, ya que han vencido en todos sus compromisos desde que cayeron ante el mismo Napoli en la primera jornada (4-1).
Por su parte, Napoli llega a este choque en el mejor estado de forma posible, puesto que lideran la Serie A y aún no conocen la derrota en el campeonato local (diez victorias y dos empates). También se mantienen invictos en la Champions League, en este caso con pleno de victorias (cinco triunfos de cinco posibles) y liderando este Grupo A.
Máxima igualdad en los primeros 45
El comienzo de la primera mitad fue intenso, con ambos equipos optando por transiciones rápidas para generar ocasiones de peligro.
La primera llegó en el minuto 4, cuando Salah puso un balón al hueco para Curtis Jones al que este llegó forzado y acaba enviando el cuero, con un remate de vaselina, por encima de la portería.
Rondando el primer cuarto de hora, Kvaratskhelia, con un disparo lejano, también probó fortuna, aunque su disparo se marchó desviado.
A raíz de este inicio, el ritmo del encuentro cambió. Ambos conjuntos optaron por posesiones más largas ante la gran colocación de ambas zagas defensivas.
Ya en la media hora de partido, Kvaratskhelia realizó una gran jugada individual y cedió el balón atrás para Ndombele, que chutó a puerta pero su remate fue rechazado por la zaga red. En el contraataque ocurrió una jugada idéntica, Salah protagonizó una buena acción en solitario y cedió el esférico a Thiago, que finalizó con un buen remate la jugada pero Meret, con una gran intervención, despejó a saque de esquina.
Hubo una última acción de peligro que protagonizó el conjunto local, cuando Firmino, con un gran taconazo, centró la pelota al área y fue rematada por Curtis Jones, que la envió por encima del travesaño.
El balón parado red
El segundo acto arrancó con mucho ritmo entre ambos equipos, buscando el juego directo, de cara a generar un mayor número de ocasiones.
La primera jugada fue disfrutada, al igual que en el primer tiempo, por Curtis Jones. En este caso, sacó un potente disparo lejano que rechazó y desvió la defensa del conjunto partenopeo.
En el minuto 53, Kvaratskhelia, tras ejecutar una acción a balón parado, asistió con un gran centro a Östigard, el cual batió a Alisson con un potente cabezazo para anotar el primero del encuentro, aunque, tras varios minutos siendo revisado por el VAR, se anuló el tanto del noruego.
Rondando el primer cuarto de hora del segundo periodo, Osimhen asistió a Kvaratskhelia con un centro al área que fue rematado por el georgiano y salvó el meta brasileño 'in extremis' para evitar el tanto visitante.
A punto estuvo Lobotka de adelantar a los suyos en el marcador tras un remate lejano que se marchó rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Alisson.
El Liverpool, que estaba sufriendo varias acometidas del Napoli en esta segunda mitad, iba a adelantarse en el marcador gracias a un centro de Tsimikas que remata Darwin Núñez y ataja Meret, aunque el balón se le escapa y le cae a Salah que, a bocajarro, golpea el balón y anota de esta manera el primero del choque a favor de los reds.
En la última jugada del choque, Van Dijk remató un saque de esquina ejecutado por Tsimikas que salvó Meret, aunque el esférico quedó en la línea y Darwin Núñez lo envió al fondo de la red para poner el 2-0 definitivo.