Sin lugar a dudas, el Mundial de Qatar está dando sorpresas desde la primera jornada de la fase de grupos. Arabia Saudí hizo historia con una inesperada remontada ante una gran candidata como es Argentina y que quedará entre los partidos más icónicos del torneo. Pero incluso ese partido, donde el cuadro árabe supo noquear a la Albiceleste tanto en lo táctico como en lo físico, tiene una explicación plausible. Sin embargo, el aficionado alemán sigue preguntándose cómo su selección ha podido caer derrotada contra Japón (1-2).

No se trata de que la Mannschaft partía como clara favorita para hacerse con los tres puntos y que, en líneas generales, posee una mejor plantilla que el combinado nipón. Lo que resulta extraordinario es cómo un equipo fiable como es Alemania ha perdido un encuentro donde ha dominado de principio a fin. De cada 100 encuentros, jugando como han jugado los hombres de Hansi Flick y generando las ocasiones que han generado, lo normal es ganar 99. Pues ese uno restante fue lo que ocurrió y ha dejado al conjunto germano contra las cuerdas.

Querer y no poder para Alemania

Únicamente viendo las estadísticas, quien no conozca el resultado podrá pensar que Alemania ha conseguido una victoria clara y contundente. Más del 75% de posesión, 25 disparos (17 de ellos a portería), un balón a la madera y un gol anulado por el VAR. En términos numéricos, los germanos generaron más ocasiones que su gran rival en el grupo E, España, que le endosó siete tantos a Costa Rica. Sin embargo, los teutones solo lograron anotar uno y desde el punto de penalti.

La única grata noticia para Hansi Flick se encuentra en el lateral zurdo. Pese a que en muchas quinielas partía como favorito Christian Günter en esa posición, David Raum fue el escogido y sin duda fue el futbolista más destacado de la Mannschaft. Cabe recordar que este jugador estaba hace menos de dos años jugando en la segunda división alemana y, tras dos meteóricas temporadas, ya está más que asentado en la élite del fútbol europeo con el Leipzig. Forzó el penalti que transformó Gündogan y protagonizó un partido más que esperanzador.

Remontada nipona con acento alemán

Pero sin duda la gran noticia se encuentra en Japón. El equipo dirigido por Hajime Moriyasu ha protagonizado una remontada histórica ante uno de los rivales a batir de este campeonato y lo ha hecho realizando un ejercicio de fe digno de mencionar. Durante algunos tramos del partido parecía que estaba en la lona, pero los asiáticos se repusieron y cumplieron su plan de partido a las mil maravillas. Aún por detrás en el marcador, el objetivo del cuadro nipón era llegar vivo y con opciones al tramo final y así lo hizo. Los dos zarpazos de Ritsu Doan y Takuma Asano dieron la vuelta al electrónico y dieron tres puntos absolutamente trascendentales.

Cómo de caprichoso es el fútbol que hasta ocho futbolistas que forman parte de la convocatoria japonesa juegan en el fútbol alemán. De hecho, los dos goleadores nipones militan en la Bundesliga. Ritsu Doan llegó a Qatar siendo uno de los jugadores en mejor forma del Friburgo. Por su parte, Takuma Asano había comenzado el curso como titular en el Bochum pero una rotura de ligamentos le había dejado en el dique seco desde mediados de septiembre. De hecho, este ha sido su primer partido oficial desde que tiene el alta médica y ha regresado por todo lo alto.

Jugadores de Japón celebran su victoria ante Alemania | Fotografía: FIFA
Jugadores de Japón celebran su victoria ante Alemania | Fotografía: FIFA

¿Y ahora qué?

Tras este histórico partido, sin duda Alemania se encuentra contra las cuerdas. La buena noticia es que, al tratarse de la primera jornada, el equipo tiene margen para reponerse y sigue dependiendo de sí mismo para meterse en octavos. Sin embargo, el conjunto teutón jugará con España en la próxima jornada y prácticamente solo le vale la victoria. Incluso podría quedar eliminada si no consigue ganar y Japón sí lo hace contra Costa Rica. 

Por su parte, Japón tiene en su mano sellar su pasaporte a los octavos de final. Jugará contra el combinado costarricense, a priori el rival más flojo del grupo y que viene de encajar siete goles en su estreno mundialista. Situación más que propicia para los nipones, que hasta en tres ocasiones (2002, 2010 y 2018) se han metido en las eliminatorias pero que nunca han llegado a cuartos. Quién sabe si esta edición puede ser la de la épica japonesa.