El PSG tendrá que pagar 283.000 € a un antiguo empleado

El club parisino deberá indemnizar a un antiguo trabajador con una cifra cercana a los 300.000 euros por un despido improcedente.

El PSG tendrá que pagar 283.000 € a un antiguo empleado
El club parisino deberá indemnizar a un ex-empleado. Foto: VAVEL
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Por Marcos Giménez Navarro

El París Saint-Germain ha sido condenado por el tribunal de trabajo de París a pagar 283.000 euros en concepto de indemnización a Bertrand Reuzeau, antiguo director del centro de formación del club parisino debido a su despido sin causa real ni seria, es decir, por un despido improcedente de parte del club galo.

La audiencia estaba prevista para la tarde de este jueves y así fue, el juicio se llevó a cabo entre las dos partes confrontadas y el club de la capital fue condenado a pagar una cifra en torno a los 283.000 euros. Reuzeau, que ahora se encuentra viviendo en Mónaco, reclamaba hasta 600.000 euros a su antiguo club por incumplimiento de contrato, aunque esa cantidad finalmente se redujo hasta la mitad aproximadamente.

Reuzeau se presentó al juicio junto a su abogado Didier Lacombe para dilucidar si hubo despido improcedente por parte del PSG, que se defendió a través del abogado del club, que trató de aclarar que el club no incumplió las reglas del contrato y que no modificó nada, haciendo ver que fue el propio Reuzeau el que organizó su salida a Mónaco.

La defensa presentó argumentos que demuestran que no se cumplió su contrato tras la llegada de Carles Romagoza como director de la escuela técnica en septiembre de 2015, cuando Reuzeau aún tenía contrato vigente con los parisinos. Se mostraron varias pruebas extras del incumplimiento de contrato como es el caso de varios correos electrónicos en los que se muestra de pleno que el club se saltó las normas del contrato, aunque el club y su defensa tendrán la posibilidad de apelar la decisión tomada por el tribunal de trabajo de la capital francesa.

Según dio a entender la defensa del antiguo empleado, el club parisino podría haber pensado en la marcha de Reuzeau de forma premeditada a sabiendas de que el trabajador tenía contrato en vigor, aunque de cualquier manera el dinero no es ningún impedimento para uno de los clubes más poderosos económicamente del mundo.