8 de marzo. La noche se presentaba de ensueño, con un poco de olor a perfume francés y festejo parisino con el Camp Nou como escenario. Un Barcelona cabizbajo, alicaído, casi jugando por el compromiso de disputar ese partido que los tenía 4-0 abajo en el marcador.
Pero el París Saint Germain subestimó la situación, y regaló una oportunidad de oro, no sólo de seguir en el frenesí de la carrera por su primer título de UEFA Champions League en toda su historia, sino de sumarle el condimento especial de eliminar ni más ni menos que al Barcelona, gigante por excelencia del torneo continental.
Quiso esa fuerza caprichosa llamada destino, la que se empeña en dar su opinión de formas casi incomprensibles, que fuera el conjunto catalán quien en un puñado de minutos, estando al borde del knock-out, casi como relatando una épica pelea de boxeo, sacara una mano de donde no tenía para cambiar la suerte y lograr avanzar a la siguiente fase donde, curiosamente, no pudo repetir la epopeya contra la Juventus.
Y es ahí donde se debe hacer enfático el análisis para encontrar los pormenores de lo que ocurrió esa noche en el Camp Nou, lo que permitiría saber si es el París Saint Germain un serio candidato al título en la Ligue 1, o si estar en la recta final lo puede derrumbar.
Cual muro, la moral del equipo fue derrumbada incluso a límites insospechados tras quedar eliminados de la UEFA Champions League, algo que pudieron recuperar en aquella final de Copa ante el Mónaco, goleada incluida. Pero los dirigidos por Unai Emery saben que difícilmente se acepte sólo una copa local como reemplazo del máximo certamen continental de equipos europeos; en cambio, arrebatarle el trono al Mónaco casi llegando a la meta, luego de correr desde atrás, sería una excelente muestra de hombría y recuperación no sólo futbolística, sino principalmente mental, que es el gran examen que deberá atravesar el PSG en estos últimos partidos.
El encuentro de esta jornada ante el Niza será el punto clave en toda la temporada de Ligue 1 para los parisinos, así como lo fue el choque ante Barcelona en Champions League. Es que los de Emery saben que no pueden dejar pasar ni un sólo punto, pese a venir en racha de efectividad y contar un fixture más que accesible de aquí al final del campeonato, por lo que será primordial contar con un estado físico y mental al tope de plenitud, que les permita a cada uno de los futbolistas desempeñarse al máximo en el campo.
Por todo esto, París Saint Germain ingresará al campo del Allianz Riviera por el honor, cual batalla épica entre gladiadores y bestias listas para darle a los parisinos el golpe final en esta temporada. Una lucha digna de las mejores producciones de Hollywood, pero desde Francia, con un balón, 22 futbolistas, 90 minutos, y el título de la Ligue 1 en juego.