Mientras los periódicos gastan litros de tinta en el París Saint Germain y el súperequipo que han armado para esta temporada, el vigente campeón de la Ligue 1 intenta mantener el gran nivel conseguido en la temporada pasada, cuando se quedó con el campeonato local y llegó a semifinales de la UEFA Champions League, siendo eliminado por la Juventus.

Los aficionados que acudieron al Stade Louis II no hicieron a tiempo ni siquiera a acomodarse que ya tuvieron la primera emoción del partido, cuando Glik definió a tan sólo 2' de haber comenzado el encuentro, venciendo a Steve Mandanda para que el 1-0 subiera al marcador.

Con una ventaja tan tempranera fue cuestión de acomodar cada uno de los engranajes para que la máquina funcionara a su máximo potencial, o al menos al nivel que se espera de un vigente campeón de una de las ligas más importantes de Europa. Y entre todos ellos emergió la figura de Radamel Falcao García Zárate, el implacable delantero colombiano que siempre sabe resurgir de sus cenizas.

Las lesiones lo han aquejado con el correr de los años, y lo han sacado de la elíte futbolística, como fueron sus pasos por Manchester United y Chelsea. Pero Falcao siempre está presente, de una forma u otra, y en un equipo que tiene que reafirmar lo inmenso de lo conseguido en la temporada pasada, una tarea que no se le presenta sencilla, puesto que perdió a muchos de sus jugadores, a los que en las próximas horas se le puede sumar Kylian Mbappé, de inminente fichaje por el París Saint Germain.

Radamel Falcao lleva 7 goles en lo que va de Ligue 1 | Foto: Mónaco TW
Radamel Falcao lleva 7 goles en lo que va de Ligue 1 | Foto: Mónaco TW

Pese a eso, Falcao se quedó, devolviendo la confianza que depositaron en él cuando más lo necesitaba. Y no está defraudando el colombiano, que lleva siete goles desde que comenzó la temporada, líder absoluto de la tabla de goleadores. Hoy sumó dos mas a su cuenta personal, primero de penalti luego de que Fabinho cayera en el área y el árbitro sancionara la pena máxima, y el segundo con un impecable remate de cabeza, su arma predilecta.

3-0 en el marcador y los minutos pasaron convirtiendo al partido en un monólogo perfecto para el disfrute de los aficionados locales, que veían cómo su equipo se floreaba ante un Olympique de Marsella sorprendentemente más débil de lo que cualquier fanático podía suponer en la previa. De hecho, nada hacía pensar que la victoria del Mónaco iba a ser aún más apabullante, que todavía quedaban emociones y goles por festejar.

Sobre el final de la primera etapa, Adama Diakhaby conectó de cabeza y el 4-0 subió al tanteador. Conforme con el resultado, y la gran ventaja conseguida, Mónaco saltó al campo de juego a disputar el segundo tiempo con mucha mas tranquilidad, tomándose el tiempo necesario para disfrutar de la posesión, cediéndole toda iniciativa posible a un rival que pocas ideas desarrollaba en campo adversario. Pero ni la pasividad logró evitar que siguieran lloviendo los goles, y Djibril Sidibe definió para el 5-0.

Unos minutos después, Remy Cabella logró darle el tanto del honor a un equipo que ya estaba golpeado en su orgullo, con una goleada que no imaginaban ni en sus peores pesadillas. De penalti y en el atardecer del encuentro, Fabinho puso cifras definitivas para un 6-1 que no dejó duda alguna.

Con la cabeza ya en el inicio de la UEFA Champions League, el Mónaco volverá a jugar oficialmente el próximo sábado 9 de septiembre, cuando visite al Niza, que viene de quedar eliminado en la fase de clasificación del máximo certamen europeo. Por su parte, el Olympique de Marsella recibirá al Stade Rennais.