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Crisis en Róterdam

Gracias a los goles de Veerman y van den Berg, el Heerenveen se convirtió en el último verdugo del Feyenoord. El conjunto de Róterdam no consiguió imponerse y dominar el encuentro y los de Frisia no perdonaron. El Feyenoord enlaza así 5 partidos sin conocer la victoria en la competición liguera y prácticamente pierde todas sus opciones al liderato de la clasificación.

Crisis en Róterdam
Achahbar firmó uno de los goles de la jornada. Foto: ProShots
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Por Alicia Sosa

Feyenoord y Heerenveen se vieron las caras en el último duelo de la vigésima jornada de Eredivisie. A pesar de encontrarse en situaciones favorables en la tabla, ambos han sido bastante irregulares en sus últimos partidos; el Heerenveen ganó su último partido de forma contundente contra el Willem II, pero venía de perder contra el PEC Zwolle y el Feyenoord enlaza 3 partidos en Eredivisie sin puntuar, siendo su último rival el AZ Alkmaar, que les vapuleó a domicilio por 4-2. 

Los de van Bronckhorst comenzaron la actual temporada de Eredivisie siendo candidatos a ponerles las cosas difíciles al Ajax y al PSV y a luchar contra ellos por el liderato de Eredivisie, título que no logran desde la temporada 1998/1999, pero el conjunto de Róterdam se ha ido desinflando, hasta el punto de estar luchando contra NEC Nijmegen y Heracles por conservar la tercera plaza. El Heerenveen por su parte y a pesar de no encontrarse en puestos de playoff, parece haber encontrado en Foppe de Haan cierta estabilidad que podría meterles en las primeras posiciones en unas jornadas. Las carencias del Feyenoord y la aparente consistencia del Heerenveen eran los rasgos a batir si alguno de los dos equipos quería salir victorioso de De Kuip. 

Con Renato Tapia, el nuevo fichaje del conjunto de Róterdam, observando atentamente desde la grada daba comienzo el partido. La primera oportunidad brindada por el encuentro provino de los locales, que por medio de Kramer buscaban adelantarse en el marcador. Este estuvo a centímetros de lograr que su cabezaso acabase entrando en la portería de Mulder, pero el guardameta lograba frenarla con tranquilidad. 

Las desgracias nunca vienen solas

Saltaban todas las alarmas en De Kuip en torno a la media hora de juego. Michiel Kramer se iba al suelo y no parecía estar lo suficientemente bien como para continuar. El delantero proveniente del ADO den Haag fue sustituido tras recibir atención médica para dejar paso a Anass Achahbar, que acabaría el partido por él.

Poco pudo hacer Vermeer minutos después de la lesión de su compañero para frenar el gol del equipo visitante. El atacante sueco Larsson le dejaba un balón en la posición perfecta a Veerman, para que este adelantase a los suyos sin problemas. Los de Róterdam, que hasta entonces habían jugado a ritmo tranquilo creando pocas oportunidades de peligro, debían reaccionar si no querían sumar otra derrota.

La tranquilidad visitante se interrumpió alcanzado el minuto 70, tras un libre directo interceptado por Kuyt que le llegaría a su compañero Anass Achahbar. Este recibió el balón de manera perfecta para lanzar una chilena imparable para Mulder, que únicamente pudo quedarse asombrado con el gol del delantero, que había firmado uno de los goles de la temporada sin duda alguna.

Y llegó la cuarta

Fue el Heerenveen el equipo que mejor supo aprovechar las debilidades del rival, y así quedó demostrado en el marcador. A pase una vez más de Larsson, el capitán Joey van den Berg lograba sentenciar el encuentro habiendo despistado a los jugadores del Feyenoord que se encontraban protegiendo su área de los ataques de los frisones. Vermeer poco pudo hacer para frenar el balón que van den Berg dirigía hacia su portería. 1-2.

El Feyenoord firma una de las peores rachas de su historia; 4 partidos consecutivos en Eredivisie perdiendo, algo que no ocurría desde 1988. Con las opciones por el liderato prácticamente descartadas, el Feyenoord tendrá que luchar por mantener la tercera plaza para acceder directamente a Europa League. El Heerenveen por su parte deberá alcanzar la regularidad lo antes posible para luchar por una plaza en el playoff de acceso a la misma competición.