Victoria contundente pero engañosa del Ajax en el Amsterdam Arena ante el Twente 1965 de Rene Hake por tres goles a cero, que le permite seguir la estela del líder del campeonato, el Feyenoord de Giovanni van Bronckhorst. El director técnico del conjunto capitalino quiso valorar la importancia de los tres puntos, pero sin pasar por alto el bajo nivel mostrado en el primer tiempo: “La primera parte ha sido muy mala, terrible, solo me quedo con la segunda. Necesitamos entrar a los partidos más concentrados, con más intensidad y no tirar minutos a la basura. No es la primera vez que nos ocurre, y claro que trabajamos para mejorar eso. Conozco bien al equipo, y sé que lo haremos mejor en los próximos partidos”, dijo. Con dichas malas sensaciones y empate a cero en el marcador se fue el Ajax al descanso.

La segunda parte empezó totalmente diferente para ambos equipos. La solidez que caracterizó al Twente en los primeros 45’ pareció desaparecer. Apenas un par de acercamientos al área, permitieron al Ajax abrir el marcador a través de las botas del alemán Amin Younes: “en el segundo tiempo tuvimos veneno. Esa pizca de agresividad era lo que nos faltaba para dominar el partido y ponernos por delante. Cuando uno le mete intensidad y ganas al juego, el partido empieza a decantarse. Fue bueno marcar tan pronto, eso nos permitió encarar la segunda mitad sin esa ansiedad por anotar, y conforme pasaron los minutos nos encontramos más cómodos. Los últimos dos goles son prueba de ello”, valoró Peter Bosz.

El DT holandés también fue preguntado por dos futbolistas de su plantilla, los jóvenes Kasper Dolberg y David Neres. Del primero, figura del encuentro por su doblete, Bosz destacó que se encuentra en un momento dulce, y que a pesar de su juventud ya tiene una serie de galones dentro del equipo. Por su parte, del brasileño Neres, que finalmente no participó en el partido, declaró que “aún está adaptándose al juego del equipo. Todavía es joven, viene de un fútbol muy diferente, pero estoy contento con su rendimiento. Nos dará muchas alegrías”, concluyó Bosz.