La derrota en Sofía durante la última jornada de eliminatorias mundialistas representó un duro golpe para Holanda. Un golpe que no solamente quedó en la derrota, sino que la misma costó el puesto a un muy cuestionado Danny Blind así como caer en la clasificación, a tal punto de poner muy cuesta arriba la posibilidad de meterse a la próxima Copa del Mundo. Que la incertidumbre y el miedo se apoderen del entorno de una selección en pleno proceso a la fiesta grande del fútbol nunca es sinónimo de buenas noticias.
Con las llamas del infierno quemando los pies y con aquel sabor a hiel que dejó la no participación en la pasada Eurocopa, para los Países Bajos un revés de este tamaño no se perfila como algo aceptable. A pesar de lo difícil de la misión, las esperanzas que las matemáticas todavía ofrecen impulsaron a buscar soluciones de corto plazo, las cuales para los entendidos de la federación holandesa significaron el nombramiento de Dick Advocaat en su tercer proceso dentro del banquillo Oranje. Para volver a brindar calma, el calendario le dio al viejo zorro una oportunidad de lucirse frente a una afición tulipán urgida de un mejor fútbol.
Celebración con calma
Tras dos victorias sencillas ante Marruecos y Costa de Marfil, la nueva Holanda de Advocaat encontraba en Luxemburgo el primer rival de un encuentro oficial. A pesar de que los africanos ofrecían una mayor oposición, al ser este un partido por puntos, era muy importante dejar una buena impresión, sobre todo por el hecho de que, las cosas debían ir muy mal para dejar ir el triunfo. A pesar de que el encuentro se preveía una cómoda victoria, no dejaba de ser especial, ya que además del re-debut de Advocaat en el banquillo, Wesley Sneijder entraría a la cancha celebrando su cumpleaños número 33.
Róterdam albergaría este partido. Al entrar a la cancha, la celebración por el cumpleaños y el encuentro número 131 de Sneijder fueron condimentos adicionales para intimidar a una débil selección que salió predispuesta a su destino. Sin presionar ni marcar con seriedad, el defensor Wesley Hoedt pudo hacer un recorrido desde su zona hasta los últimos 40 metros de la cancha, donde puso un pase al vacío para que Arjen Robben definiera ante la salida del portero visitante y poner la ventaja holandesa a los 21 minutos.
Si ya el partido estaba roto en favor de los locales, con la ventaja en el marcador mucho más. Un solo equipo estaba en la cancha, moviéndose entre líneas a placer. El reloj marcaban los 34 minutos cuando la ventaja neerlandesa aumentaba. Encontrando mucho espacio sobre la banda izquierda, Vincent Janssen se encontraba con Memphis Depay, logrando una combinación de lujo, descolocado a tres defensores y dejando a Sneijder en posición perfecta para anotar. El jugador con más partidos internacionales para los Países Bajos tuvo un motivo mucho mayor para celebrar.
Más calma para el complemento
Las cosas no cambiaron de cara a la segunda mitad. Esa sensación de impotencia y resignación se apoderó totalmente de Luxemburgo. Holanda no paró de aproximarse al área chica visitante para conseguir una goleada de escándalo que pusiera paños tibios a la situación tan complicada que enfrenta la Oranje. El tercer gol llegó al 62' por vía de Georginio Wijnaldum, quien aprovechó un muy mal despeje del capitán Laurent Jans para colocar el esférico en el ángulo superior derecho de la portería visitante.
El 4-0 llegó por medio de Quincy Promes a los 70 minutos, cuando el volante que milita en el fútbol ruso recibía una asistencia de Stefan de Vrij cuando el defensor se aproximaba por el costado derecho. La cereza del pastel llegaría al 84' por vía de la pena máxima. Cuando Luxemburgo se disponía a salir con el balón a ras de suelo, el defensor Ricardo Rodrigues le dio en pase muy comprometido a su portero Ralph Schon, el cual no tuvo más remedio que hacerle falta a Vincent Janssen, siendo el mismo delantero de los Spurs quien convertía en gol.
Un partido sin mayor trascendencia dadas las diferencias entre un equipo y otro. A pesar de ser una alegría para la afición, la Holanda de Advocaat sigue en problemas debido a la victoria de Suecia ante Francia en Estocolmo, lo que mueve la tabla del grupo y ubica a los tulipanes terceros. Reto de verdad será la próxima jornada, cuando a la Oranje le toque visitar territorio galo, en un partido que prácticamente definirá si el destino de dls países con esperanzas de seguir en carrera al Mundial.