El PSV logró vencer por 3-2 al AZ en un encuentro loco, con ocasiones y que bien pudo haber tenido un desenlace distinto en los últimos minutos. Los de Cocu arrancan con una victoria su carrera hacia el título, mientras que el AZ cae con la cabeza alta ante uno de los referentes del campeonato.
La calma antes de la tormenta
Los dos equipos salieron al terreno de juego con una actitud relajada, como si aún se encontrasen disputando un encuentro de pretemporada. Lo más destacable seguramente fuese la lesión -aparentemente grave- de Stengs tras un golpe en la rodilla.
Con el paso de los minutos el encuentro fue subiendo en intensidad y en acciones destacables. Hirving Lozano fue adquiriendo protagonismo con internadas y centros laterales que cerca estuvieron de terminar con el esférico en el fondo de las mallas.
Todo parecía indicar que el primer gol lo anotaría el conjunto de Eindhoven y que, probablemente, llegase desde el sector izquierdo, zona que ocupaba el mexicano Hirving Lozano y desde la cual se generaba mayores acciones de peligro.
Llega la tormenta
Los dos equipos se mostraban atentos en defensa, sin conceder mucho y con pocas llegadas que realmente fuesen peligrosas. Todo cambiaría tras una buena combinación del AZ en el centro del campo.
Weghorst lograba avanzarse a Brenet para mandar un centro lateral que controlaba Dos Santos y mandaba a al lado del palo para anotar el 0-1. Saltaban las alarmas en el Philips Stadion con la momentánea derrota de los locales.
No tardó en reaccionar el PSV, Hirving lo buscaba en repetidas ocasiones con internadas, centros e incluso disparos que inquietasen al meta del AZ. Sin embargo parecía que ningún recurso era suficiente para poder romper el candado de los pupilos de Erik ten Hag.
En una jugada algo aislada, que parecía no ser peligrosa, Hirving Lozano se zafaba de dos jugadores, se colocaba el balón en el pie y mandaba un gran disparo al fondo de la portería de Bizot. Cualquier intento del meta neerlandés fue insuficiente para desviar el gran disparo del extremo azteca.
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El PSV lograba empatar el partido cuando el encuentro acababa de llegar al minuto 30. Quedaba bastante para el descanso e Hirving lo iba a aprovechar para seguir haciendo de las suyas.
El hábil extremo estuvo muy cerca de anotar el segundo en dos ocasiones. La primera tras driblar al portero, pero Svensson lograba desviar el disparo de forma acrobática; la segunda fue en un pase al espacio, estaba ante el portero y mandó el balón al travesaño.
Tras varios minutos marcados por un gran despliegue ofensivo del PSV y especialmente de Lozano llegaba el tiempo de descanso. El empate se mantenía en el marcador, pero el PSV se aceraba claramente al gol que desequilibrase la balanza de nuevo.
Mismo guión en el segundo acto
La segunda parte comenzaba con el PSV al ataque, buscando el gol que culminase la remontada y pusiese a los de Phillip Cocu por delante en el marcador. Lo quiso intentar Hirving, pero el gol no iba a llegar de sus botas esta vez.
Pereiro se hacía con el balón a 30 metros de portería, parecía que iba a dar un pase y de pronto inició una acción individual. Se lanzó un auto pase para irse de Svensson y cruzó un disparo que tocó Bizot pero se metió en la portería para que el 2-1 subiese al marcador.
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Los siguientes minutos tuvieron un pequeño cambio de papeles, pues se mantenía el alto rimo pero ahora era el AZ el que estaba buscando el gol y disponía de las mejores ocasiones. La más clara tras una acción en que Weghorst se quedaba delante de Zoet pero erraba en la definición.
También lo intentó varias veces el iraní Jahanbakhsh con centros rasos que la mayoría de veces terminaban rechazados por una férrea defensa que no permitía llegadas.
Recta final de locura
El PSV quiso evitar situaciones que la temporada pasada le llevaron a perder puntos en partidos de este tipo. El 2-1 aún ondeaba en el marcador y era muy probable que, en algún momento, el AZ dispusiese de alguna ocasión y pudiese hacer mucho daño con ella.
El PSV sacaba un córner que parecía que repelía la defensa. Sin embargo el rechace caía en el área pequeña y Marco van Ginkel, más atento que nadie, ponía el pie para anotar el 3-1 y dejar el partido visto para sentencia.
Sentencia que se iba a hacer esperar tras un derribo de Pereiro sobre Hendrix que Kuipers iba a penalizar con un lanzamiento desde los once metros. El propio Weghorst se encargaba de lanzar la pena máxima y la convertía con un disparo centrado y potente.
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Los siguientes minutos se convirtieron en una locura total, con transiciones constantes, caídas en el área y varias aproximaciones que cerca estuvieron de mover el marcador. El partido murió con el PSV perdiendo tiempo, yendo al córner y buscando el el encuentro terminase cuanto antes.
Buenas sensaciones en ambos equipos
Los dos conjuntos dejaron buenos destellos sobre el campo. Pese a la notable falta de ritmo el partido tuvo ocasiones en ambos lados del campo y el marcador pudo haber sido aún más abultado de no ser por los fallos de ambos delanteros.
Hirving Lozano disputó un gran partido, anotó un gol y fue uno de los mejores jugadores sobre el campo. Weghorst fue uno de los más destacados en un AZ que se va del Philips Stadion con la cabeza alta y tras haber plantado mucha cara a uno de los favoritos al título de Eredivisie esta temporada.