Sporting Kansas City acaba de proclamarse Campeón de la Lamar Hunt U.S. Open Cup 2015 tras vencer en la final a Philadelphia Union, gracias a la tanda de los penaltis, tras finalizar el marcador con un 1-1. Este es un nuevo título para esta franquicia dos años después de conseguir el anterior, la MLS Cup de 2013.
Pero dos protagonistas sobresalieron en cada uno de estos últimos títulos, dos jugadores con raíces muy semejantes, ‘La Masía’. Dos jugadores, criados en el FC Barcelona pero con características diferentes, han sido los últimos españoles en proclamarse campeones con el conjunto de Kansas. Oriol Rosell fue una pieza clave en el centro del campo campeón de la MLS Cup y Jordi Quintillà ha sido el jugador que anotó el penalti de la victoria en la US Open Cup 2015.
Pero el caso de Jordi Quintillà es el más llamativo entre los dos jugadores, ya que hace menos de dos meses estaba peleando con su antiguo club, AC Ajaccio por no descender al Championnat National (Tercera división francesa), y ahora se ha proclamado campeón del trofeo de soccer más antiguo de Estados Unidos, U.S. Open Cup. Un ejemplo de cómo se puede pasar de sufrir uno de los peores castigos como es un descenso, a la alegría de proclamarse campeón en menos de dos meses.
Jordi estuvo durante cuatro años en el FC Barcelona, al que llegó en 2011 a la categoría de Juvenil B. Su gran capacidad de juego le llevó a subir al año siguiente con el Juvenil A, aunque la continuidad no fue la misma que la temporada anterior. Sólo cuando hubo un cambio de técnico, Quintillà tuvo mayor importancia en el equipo, aunque las buenas actuaciones que tuvo con el Juvenil B, no se repitieron.
Jordi comenzó a perder peso en el conjunto balugrana, lo que le llevó a salir cedido a varios equipos, hasta que en 2014, llegó al AC Ajaccio de Francia.
Con el conjunto francés, Quintilà parecía que podía tener salida para desarrolla todo lo aprendido en ‘La Masia’. Pero nada más lejos de lo contrario, en el Ajaccio no llegó a cuajar, incluso llevándole a jugar varios partidos con el conjunto filial de los franceses, que se encuentra en categorías regionales.
Quintillà pasó del infierno la cierlo en apenas dos meses
Hasta que apareció Peter Vermes, amante del fútbol que realiza el FC Barcelona, para llevárselo a Sporting Kansas City. Pese a que desde que llegó a mediados del mes de agosto, sus pocas actuaciones han sido muy buenas, incluido el partido de la pasada semana frente a Seattle Sounders.
A partir de ahí lo que se conoce, héroe de la U.S. Open Cup 2015 para Sporting Kansas City y posiblemente un gran futuro en el equipo de Kansas, gracias al descaro y al fútbol demostrado en estos encuentros.
La historia de Jordi Quintillà podría ser de cómo pasar de la más absoluta desesperación en el AC Ajaccio, por no contar mucho para el entrenador, a fichar por uno de los mejores equipos de la MLS y ser campeón de un trofeo, en tan solo dos meses.
Peter Vermes siempre ha tenido buenas palabras hacia el jugador español y sobre su gusto por el juego y los jugadores del FC Barcelona:
“Tenemos una muy buena relación con FC Barcelona”, reconoció Peter Vermes, entrenador de Sporting KC en conferencia de prensa tras ganar la Open Cup el miércoles. “Lo que jugadores como ellos tienen es que poseen una excelente base que se ajusta perfectamente a nuestro sistema”.
“No somos FC Barcelona, ni tampoco nos creemos serlo, pero nos gusta imitar varias cosas de las que ellos hacen y hacerlas nuestras, y la razón por la cual sus jugadores encajan tan bien es porque su fútbol se adapta al nuestro rápidamente”, dijo.
Con la entrada de Quintillà el miércoles al partido al minuto 77, Sporting Kansas City pudo apoderarse mejor de la pelota en el final del tiempo reglamentario y los tiempos extra y evitar que Philadelphia siguiera contragolpeando como hasta ese momento.
La fortuna, entonces, estuvo del lado de los de Kansas, pues de los pies de Quintillà llegó el quinto título en la historia del club, el tercero de la U.S. Open Cup. Ya en el octavo lanzamiento de la tanda de penales, Quintillà solo tenía que anotar el suyo para que su equipo fuera campeón. Y así fue.
“Si te digo la verdad, no sé lo que siento. Siento como si hubiésemos ganado solamente un partido, pero aún no aterrizo”, comentó emocionado Quintillà: “No sé cómo decirlo.”