Victoria merecida de los Whitecaps, después de un partido en el que fueron muy superiores a su rival. La primera mitad tuvo un claro dominador del encuentro, como fue el conjunto canadiense. Pero las grandes actuaciones del guardameta rival, hicieron que todos sus disparos a puerta fueran despejados por este. Sin embargo, el equipo visitante logró sacar provecho de uno de las pocas ocasiones que generó. La segunda mitad estuvo más disputada, pero dos errores del guardameta visitante, dieron la opción a los canadienses de remontar el partido.
Portland aprovecha sus ocasiones
Desde el inicio del encuentro se notó que se trataba de unos de los partidos más disputados de la temporada, a causa de encontrarse dentro de la Cascadia Cup. Ninguno de los dos equipos dejó que su rival pudiera dominarles en ningún centímetro del terreno de juego y todos los balones eran disputados como si fuera el último. Con el paso de los minutos los Vancouver Whitecaps encontraron el mayor problema de su rival durante este período, que era el bajo nivel defensivo en la zona de creación. Esto propiciaba que cada jugada elaborada, representara una acción de peligro.
Los Portland Timbers lograban tener mayor presencia en el campo de su rival. Pese a los problemas en salida de balón, poco a poco estaban logrando avanzar, teniendo algún que otro acercamiento con peligro.
Con el partido en el ecuador de la primera mitad, el conjunto local se convirtió en el claro dominador, sobre todo gracias al bajo nivel de su rival que estaba ofreciendo. La movilidad de Bolaños y las apariciones desde segunda línea de Mezquida, hacía que cada acercamiento sobre la meta de los Timbers conllevara una posibilidad de anotar.
Pero cuando peor estaban jugando los visitantes, estos lograron adelantarse en el marcador gracias a una gran jugada individual de Nagbe, que Borchers empujó a la red casi en la línea de gol. Esta situación no cambió nada en el planteamiento de los locales que continuaron asediando la portería de su rival, pero todas sus acciones eran rechazadas una y otra vez por el guardameta Gleeson.
Los minutos finales de esta primera mitad, los estadounidenses cobraron mayor protagonismo siendo ellos los que apenas dejaban a su rival salir de campo propio.
De héroe a villano
La segunda mitad comenzó siendo una constante devolución de golpes en otra portería, en la que los porteros tuvieron un papel importante. El juego directo que ambos equipos trataban de realizar, estaba beneficiando en mayor medida al conjunto visitante, quedando demostrado en la frescura de sus jugadores de ataque. Esto les ayudó a realizar dos disparos sobre la portería rival, pero que el guardameta detuvo sin problemas.
El paso de los minutos hacía que el nerviosismo de los jugadores de ataque locales provocara muchos fallos en balones sencillos. Hasta que cuando se cumplía la hora de partido, el japonés Masato Kudo, logró empatar el encuentro con su primer gol en la competición. Kudo recibió un balón cerca de la portería y aprovechando la mala colocación de Gleeson, disparo entre el palo y este para anotar el gol.
Minutos después, los Whitecaps obtuvieron la recompensa a los buenos minutos que habían ofrecido hasta el momento, logrando ponerse por delante en el marcador. Un centro de Bolaños no fue tocado por ningún jugado, confundiendo al guardameta visitante y haciendo que este fallara en el despeje. El balón se introdujo al fondo de la red entre las piernas del portero.
Este gol obligó a los Portland Timbers a tomar las riendas del encuentro, asediando la portería de su rival. Pero este dominio no estaba siendo aprovechado de cara a portería, ya que sus delanteros no estaban acertados de cara a gol.
En los minutos finales, el físico de los futbolistas de Portland dio un bajón considerable, lo que dejó la victoria en bandeja a un equipo local que demostró ser superior a su rival durante muchos compases del encuentro.