Más de seis años han pasado desde esa calurosa noche del 11 de julio de 2010, en donde todos los aficionados al fútbol (sobre todo los españoles), cantaron con José Antonio Camacho ese eterno: ”¡Iniesta de mi vida!”. Ese fue el momento en el que un país lograba convertirse en campeona de su primera Copa del Mundo, un título soñado por cualquier jugador, seleccionador, aficionado… Pero en una lectura más amplia, fue el triunfo de un estilo de juego, el punto álgido de un período que comenzó varios años atrás.
Un hombre de fútbol, un hombre curtido en mil batallas en los terrenos de juego, ‘Zapatones de Hortaleza’, Luís Aragonés. Un día del mes de octubre decidió dar un giro radical a un estilo de juego que hasta el momento nadie había reparado, y en un partido de clasificación de la selección española frente a Dinamarca, decidió dar entrada a los que él llamaba ‘los bajitos’. Un grupo de futbolistas con una gran calidad técnica, que compensaban una escasa estatura, para los futbolistas que solían verse por los terrenos de juego.
Algo tan sencillo como mantener la posesión del balón, con mucha circulación, tratando de crear espacios en la defensa rival que se pudiesen aprovechar. Algo que parece tan sencillo, creó escuela y dio una identidad al futbol español que después de tantos años ha creado un modelo mundialmente reconocido. Un estilo que el grandísimo periodista Andrés Montés definió de manera cariñosa como ‘tiki-taka’.
A partir de ese 11 de julio, el mundo del fútbol comenzó a poner sus ojos en el futbol español gracias a lo que se consiguió ese día. Pero no todo acabó ahí. En todas las categorías del fútbol español se buscó implantar este estilo, conocedores del buen nivel que se conseguía. De esta manera afianzas un modelo de juego y esos chicos que ponían sus ilusiones en llegar al fútbol profesional, cuando lo lograsen, ya estarían familiarizados.
El modelo de juego español comenzó a exportarse al mundo entero
Comenzó entonces una ‘fiebre’ por el fútbol español que aún a día de hoy todavía sigue teniendo demanda. Por todo el mundo se vio una amplia demanda de entrenadores españoles, aunque fue un país por encima del resto el que tuvo mayor interés por este modelo. Este fue Estados Unidos, que pese a tener una gran experiencia en el fútbol femenino, se encontraba en un momento en el que el soccer masculino se encontraba en pleno crecimiento y necesitaban darle a este un impulso.
Esta implementación se daría en dos ámbitos bien diferenciados, el profesional y en el formativo, siendo el segundo de ellos el más importante. Más que ‘copiar’ el modelo de juego español, buscaban los conocimientos de estos entrenadores, y con ellos formar a las categorías inferiores de su fútbol, y poder crear así una solida base. Por el contrario, en el ámbito profesional también son algunos entrenadores los que han llegado al fútbol norteamericano, buscando más una experiencia que la formación.
La experiencia es un grado
En el nivel profesional, a diferencia del fútbol formativo, muy pocos han sido los entrenadores que han logrado llegar desarrollar parte de su carrera en el soccer estadounidense, como lo que allí se conoce por Head Coach o entrenador principal. Esto es debido a en parte su ideal de promocionar al producto nacional. Un aspecto muy importante en la globalidad del mundo en la que nos encontramos en estos instantes. Para ello también será bueno que ese llamado producto nacional tenga una buena base formativa (esto es algo que se verá más tarde).
Sin desviarse demasiado del tema, en donde sí se puede ver algún entrenador español a nivel profesional o semi profesional (universidades, divisiones menores) es como Assistant Coach o segundo entrenador. En Estados Unidos, a diferencia del resto del mundo, cada equipo no tiene esa única figura de segundo entrenador, sino que son varios esos Assistant Coach, los que forman el cuerpo técnico del equipo.
En la actualidad, el nombre más conocido a nivel profesional en el soccer estadounidense es Carlos García Cantarero. El veterano entrenador tomó las riendas de la selección de Puerto Rico, después de varios años dirigiendo equipos de Centroamérica, como el Alianza FC de El Salvador, Juventud Retalteca de Guatemala y el CD Victoria de Honduras.
Otro de los casos que más suena en el mundo profesional del soccer norteamericano es el del seleccionador Benito Floro, que hasta hace varias semanas, se hizo cargo del combinado nacional de Canadá. El entrenador no logró cumplir con el objetivo de haber clasificado a estos para la última fase que da acceso a la Copa del Mundo 2018.
La base de un futuro
Las categorías inferiores son la base de cualquier equipo o selección. Algo que tiene que cuidarse como un diamante en bruto, el cual tiene que pulirse para ver sus resultados en el futuro. Pero si además un país está comenzando a crear esa base, que mejor que confiar en un modelo de juego que muchas de las selecciones más importantes en Europa han tratado de copiar.
En este caso, Estados Unidos es un país que reúne todas las características tanto sociales, como económicas para poder crecer de manera exitosa, en un deporte que cada vez está uniendo más aficionados.
Desde hace un tiempo se ha visto un aumento de los niños que practican soccer
El fútbol es un deporte al cual se le consideraba minoritario en el país. Muy poca gente la practicaba y se le consideraba como un deporte femenino, ya que el nivel de este era muy alto. Pero desde hace ya varios años, se ha visto un considerable aumento de niños y jóvenes que practican soccer en parques y terrenos de juego repartidos por las diferentes ciudades. Esta circunstancia unida al gran número de habitantes del país, hace que el soccer pueda ponerse muy pronto al nivel del resto de los deportes.
Pero para que esto suceda, todas estas generaciones necesitan una buena formación. En este ámbito, todas las franquicias de la Major League Soccer han sido obligadas a crear equipos en varias categorías para poder dar un impulso a este nivel, aprovechando la importancia de estas. Aunque no sólo afecta a los grandes clubes, ya que a lo largo y ancho del país, han ido cobrando importancia equipos y sobre todo academias en las que los niños puedan formarse.
Experiencia allende los mares
Estas últimas han sido las que mayor éxito han tenido, ya que es donde realmente se forman a una mayor cantidad de jugadores. Es en estas academias en donde la figura del entrenador español como formador ha cobrado mayor importancia. Es realmente en este fútbol de base en donde la labor de enseñar este modelo de trabajo ha tenido mayor impacto.
Uno de estos muchos entrenadores que decidió ser parte de este crecimiento del soccer estadounidense es Guillermo Escalera. Tras formarse en equipos como el CD Galapagar, CD El Escorial o al escuela del Atlético de Madrid, llegó a los Estados Unidos de la mano del Continental FC (una de las mejores academias de Philadelphia).
El entrenador conversó para explicarnos sus impresiones en su llegada al soccer estadounidense, su metodología de trabajo, las diferencias existentes entre el modelo español y el estadounidense y si hs visto progresión en sus jugadores desde que comenzó a ejercer.
En la metodología es donde radica la mayor diferencia entre ambos estilos de fútbol. Se trabaja mucho a nivel físico y a nivel analítico, con muchas repeticiones. Posiblemente esto sea debido a la influencia del beisbol y del fútbol americano, ya que son deportes en los que priman los movimientos repetitivos y predecibles. Algo tan básico en el modelo español como son los rondos o los ejercicios de posesión en espacios reducidos, allí es algo rarísimo de ver.
Llamativo también es que en el fútbol formativo, se prima el trabajo de la conducción de balón y el golpeo a puerta, antes que el pase/control.
En cuanto a las posibilidades para implantar su idea de trabajo, nos comentó que por parte de los clubes, tienen todo el apoyo para trabajar en su modelo de juego. De hecho, les encanta aprender de entrenadores europeos. El único problema por así decirlo, el tratar de adaptarse al nivel del equipo, que suele ser bajó. El ejemplo puede ser que en el principio son reticentes a realizar un rondo, ya que suelen encontrarlo aburrido a causa de su desconocimiento.
Formando formadores
Para todos es conocido que la sociedad y el deporte rebosa patriotismo y las preferencias por el ‘producto’ nacional es algo que por ejemplo la MLS premia. Varias son las normas para conformar las plantillas como un mínimo de futbolistas nacionales, facilidades en el límite salarial cuando contratan a jugadores que forman parte del combinado nacional.
¿Y si se en lugar de exportar entrenadores se exportaran conocimientos?
Todos los entrenadores estadounidenses han recibido una base formativa de diversas culturas, aunque la principal característica que siempre sobresale de su modelo de juego es el físico. La gran mayoría de los equipos norteamericanos destacan por tener un juego en donde se prioriza el físico antes que el juego. En parte esto es debido a que las diferentes competiciones este es su factor más importante.
Por esto, que mejor idea para el soccer estadounidense que formar a sus entrenadores en este modelo de juego con profesores españoles con un amplia experiencia. Pues esto es lo que ha creado un grupo de emprendedores, creando la primera academia de formación de entrenadores de los Estados Unidos, One Touch Soccer Coach Academy.
Esta idea surge con la demanda de conocimientos del fútbol español y tratará de aprovechar todo el potencial de un país volcado en todo tipo de deportes, en donde el soccer es uno de los que más está creciendo. El posible éxito de esta academia es que su enseñanza está inspirada en el modelo español.
Están dirigidos al igual que en países europeos, a entrenadores de fútbol base o categorías inferiores, formándolos para que puedan tener un conocimiento básico en la dirección de un equipo y crear de esta manera una base y/o modelo de éxito para el futuro. De esta manera se centran en los niveles más básicos del soccer estadounidense, formándolos si su interés es alcanzar los conocimientos del entrenador profesional o de élite.
Esta sería una buena manera de crear una sólida base en el soccer norteamericano, con entrenadores que combinases conocimientos del modelo estadounidense y el español.
Con todo y con esto, queda claro que el modelo de juego español, sigue triunfando en los Estados Unidos. Lo más importante es que esta influencia llega en una parte del soccer como es el fútbol formativo, lo que hace prever que poco a poco se están haciendo bien las cosas en el país norteamericano y que están dando pasos firmes para tener una sólida base y en un futuro poder competir con las mejores selecciones del mundo.