El equipo tejano se supo imponer la jornada pasada ante un rival rocoso como es el Seattle Sounders, pero el coste fue muy caro. No andaba desencaminado el técnico Óscar Pareja al afirmar lo siguiente: “El juego fue muy fuerte, de mucha fricción. Creo que se permitió demasiado y pagamos el precio”. Ya desde el momento en el que el dorsal 10 tuvo que abandonar el encuentro se temía lo peor: “Estamos esperando. Pero tenemos que proteger a los jugadores”.
Dallas marcha líder en su conferencia, sin embargo, a tan solo dos puntos del segundo, Colorado Rapids. Queda una última fecha para decantar qué club se hará con la Supporters’ Shield (el trofeo que se otorga al campeón de la temporada regular). La tensión es palpable. Los aficionados de ambos equipos, ansiosos por la llegada del día final, se muerden las uñas.
El equipo de Denver pese a encontrarse por detrás, tiene grandes posibilidades de quedar primero. El día 23 juega en casa, contra un rival de una categoría muy inferior: Houston Dynamo. A la vista están los datos. El equipo que va segundo contra el que va último en la tabla. A priori, una victoria segura. Pero que no se confíen.
Por su parte, el líder se tiene que enfrentar a LA Galaxy. Se antoja un partido muy bonito de ver, ya que ambos equipos buscan continuamente la portería del rival (son los máximos goleadores de la fase de la competición). No obstante, no será un partido nada fácil para los de Pareja, sobre todo si han perdido a su mejor jugador. Mauro Díaz es el timón del equipo, maneja a su antojo por dónde tiene que correr el esférico. Él ve y hace ver a sus compañeros, maneja los tiempos del partido y sabe a quién pasar el cuero en cada momento. Visión y peligrosidad son las dos habilidades de las que se verá vetado Dallas para la jornada final y, muy desafortunadamente, para el resto de la temporada.