El combinado azteca se llevó una victoria histórica en un estadio que en los últimos partidos disputados allí, acabaron en derrota por el mismo marcador, dos a ceros. La primera mitad fue ‘tirada a la basura’ por la selección norteamericana por un planteamiento rácano y defensivo, que los aztecas aprovecharon para adelantarse en el marcador. En la segunda mitad, los locales fueron infinitamente superior a su rival, pero el guardameta de estos se encargó de detener todas las ocasiones. No fue hasta los minutos finales cuando el incombustible Márquez consiguió el gol de la victoria.
Racanería local
Gran inicio de la ‘Tri’, que en los primeros compases llevó gran parte del peso del partido, buscando transiciones rápidas sobre el campo rival, que buscaran los espacios en la defensa. Apenas buscaban circulación de balón, ya que el planteamiento de los locales no dejaba apenas espacios entre líneas. Los estadounidenses a penas tuvieron acercamientos sobre la meta visitante, ya que aunque recuperaran el balón, el repliegue de su rival era muy intenso y posicionaban a cinco jugadores al borde del área, imposibilitando así cualquier disparo a puerta.
La primera acción de peligro llegó sobre el minuto 15 de la primera mitad en un disparo desde fuera del área de Vela que golpeó en la madera. Esta acción despertó de su letargo a los de las ‘barras y estrellas’, que en los siguientes minutos tuvieron alguna llegada de peligro sobre el área de su rival. Pero fue la selección ‘azteca’ la que aprovechó un error de su rival en la salida de balón. Layún recuperó un balón a unos metros de la frontal del área, y con un disparo raso al palo más alejado, sorprendió al portero y puso a su equipo por delante en el marcador.
Con este resultado favorable, la selección visitante se hizo con el control del juego, mientras que su rival apenas conseguía tener presencia en el centro del campo. Esto permitió que los mexicanos pudieran desarrollar su juego con mucha facilidad y Layún volvió a aparecer, estrellando un disparo lejano en el larguero.
En los últimos minutos de la primera mitad, los Estados Unidos se vieron obligados a realizar una sustitución después que Howard se quejara del tobillo en un saque de puerta. Esto mantuvo el partido muy frio, sin apenas intensidad. Pero en los minutos previos al descanso los estadounidenses realizaron sus mejores acciones, sobre todo gracias a contraataques de Pulisic, en donde solo les faltó finalizar con éxito.
Talavera salva a los aztecas
La segunda parte tuvo un buen inicio para el equipo estadounidense, ya que a los cuatro minutos de comenzar, Wood finalizó en un gol un contraataque dirigido por Altidore, que ponía el empate en el marcador, y con toda una segunda mitad por jugar. Este gol le dio alas al equipo local, que en los siguientes minutos tuvo varias ocasiones al contraataque que a punto estuvieron de dar la vuelta al marcador.
Los mexicanos estaban completamente desaparecidos, y apenas conseguían salir de su propio campo con el balón controlado. Esto era a consecuencia de la buena presión que los locales realizaban, lo que convertía cada recuperación en una clara ocasión de gol.
No fue hasta más allá de la hora de partido cuando el combinado azteca obtuvo su primera aparición en la portería defendida por Guzan. Fue gracias a un saque de falta lateral de Layún que ‘Chicharito’ no consiguió rematar con éxito.
Los Estados Unidos estaban siendo claramente el dominador de esta segunda mitad, en donde sin apenas posesión de balón, conseguían tener mayor presencia en el área rival que los mexicanos. Esto quedó demostrado con las actuaciones del guardameta visitante, que tuvo más de una atajada que a punto estuvieron de convertirse en gol. Talavera se estaba convirtiendo en el salvador de su equipo en la segunda mitad.
No fue hasta los minutos finales, cuando todo parecía abocado a finalizar con empate, cuando la selección de México, aprovechó su única acción de peligro real de la segunda parte para volver a ponerse por delante en el marcador, y esta vez de manera definitiva. Márquez remató a gol un saque de esquina en el primer palo, donde se adelantó a su marcador.
En el tiempo de descuento, la selección visitante se quedó con un jugador menos por una doble amarilla a Salcedo. Con esta jugada finalizó un partido en el que los mexicanos lograron la victoria en un estadio en el que llevaba tiempo sin ganar.