Houston Dynamo dio la primera sorpresa de la temporada al imponerse al presente campeón con un marcador muy ajustado, que de no ser por el guardameta visitante, hubiese llegado con una vergonzosa goleada al descanso. Los espectaculares 45 primeros minutos de los texanos, con sus línea de ataque en estado de gloria, a puntos estuvo de mandar cerrar el partido en la primera mitad, de no ser por Frei. En la segunda parte los Sounders tuvieron mayor iniciativa, incluso llegaron a recortar distancias en el marcador, pero las malas decisiones en los últimos metros les privaron del empate. Una de las mejores noticias fue la vuelta de Clint Dempsey a los terrenos de juego tras sus problemas cardiacos, haciendo además lo que mejor sabe, marcar.
Frei impide la goleada local
El lavado de cara que sufrió e Houston Dynamo se vio reflejado desde el pitido inicial del colegiado. Antes de que se llegase a los primeros cinco minutos, uno de los recién llegados, Romell Quioto, había logrado dos ocasiones claras de gol. A pesar de esto, ellos fueron los que entregaron el balón a los Sounders, pero con una clara intención de realizar una presión intensa en su zona de inicio, y así tener la posibilidad de crear acciones rápidas de peligro.
Esta situación generó que el guardameta visitante tuviera que multiplicarse, teniendo que salvar a su equipo con dos espectaculares atajadas que a punto estuvieron de poner por delante en el marcador a los texanos.
Según pasaron los minutos, la intensidad en la presión del Dynamo bajó, lo que permitió al equipo visitante acercarse sobre la portería de su rival, aunque no con demasiado peligro. La gran mayoría de sus acciones finalizaban con un disparo a puerta muy forzado, ya que una pérdida de balón significaba una contra vertiginosa de los locales.
Mediada la segunda parte, con los dos equipos muy parejos en cuanto a juego, apareció la figura del recuperado ‘Cubo‘ Torres. El delantero mexicano convirtió un libre directo que sorprendió al portero visitante, introduciendo el balón por el mismo palo de este. Este tanto tuvo un efecto despertador en los visitantes, ya que a continuación tuvieron dos claras ocasiones para anotar, pero Morris no estuvo acertado en la definición.
Conforme el partido maduraba, ambos equipos vieron reducidas sus llegadas al área, desarrollando gran parte del juego en el centro del campo con constantes cambios en la posesión. Pero a escasos minutos para el final de la primera mitad, Quioto logró ‘coronar’ su gran partido con un golazo desde la frontal del área, que dejaba muy tocado a los actuales campeones.
Seattle muy desdibujado
El verse por detrás en el marcador llevó al entrenador a tener que realizar varios ajustes en el equipo durante el descanso, buscando tener mayor protagonismo en los segundo 45 minutos. Y durante el inicio se pudo ver sus cambios, ya que el equipo tuvo mayor presencia en el ataque, llegando a generar algún acercamiento peligroso. Mucho control de balón, pero la buena defensa del Dynamo, apenas les permitía superar la última línea de presión.
Cerca de la hora de partido, los visitantes consiguieron transformar su superioridad de los últimos minutos en un gol que recortaba distancias en el marcador. Dempsey se aprovechó de un rechace del portero a centro de Jones, y con un disparo ajustado al palo corto, puso a su equipo con mayores posibilidades de empatar el partido.
Ese gol no cambió la dinámica del encuentro, en donde Seattle Sounders estaba siendo el claro protagonista del mismo y los locales estaban desapareciendo poco a poco al igual que sus llegadas a la portería de Frei. A pesar de que los visitantes tenían la posesión de balón, apenas lograban generar peligro, ya que sus jugadores de ataque estaban muy estáticos y facilitaban las labores defensivas del rival.
A falta de 20 minutos para el final, el Dynamo realizó una sustitución que significó una clara tendencia a mantener el resultado. Quitó a un mediocentro ofensivo como era Ricardo Clark, para dar entrada a un jugador de más contención como ‘Boniek’ García. De esta manera buscaba la acumulación de jugadores en el centro del campo para impedir la circulación de balón de su rival.
Estos sin embargo, dieron entrada a un delantero como es Will Bruisn (ex del Houston Dynamo), con la clara intención de sumar efectivo en el ataque, y de esa manera buscar mayores posibilidades de anotar el gol del empate.
Pero en los minutos finales, la dinámica del partido cambió de manera inexplicable, permitiendo a los dos equipos contraatacar en una serie de acciones contiguas en ambas porterías. Pero nada más lejos de la realidad, ninguna de estas acciones finalizó con una ocasión manifiesta de gol. La precipitación de algunos jugadores impidió que estas llegasen a buen punto.