A pesar de que lo intentó de todas las maneras, el equipo visitante no logró llevarse nada de un estadio tan difícil como el Red Bull Arena. Durante el primer tiempo, la disputa de la posesión del balón entre ambos equipos fue la tónica dominante, que sólo se vio variada por el gol de Wright-Phillips. Los visitantes gozaron de una gran cantidad de ocasiones en la segunda mitad, aunque sólo pudieron hacer un gol. Estos errores les pesaron mucho, y finalmente les costaron puntos, ya que los locales aprovecharon las pocas ocasiones que tuvieron para anotar el gol de la victoria.
New York golpea primero
El inicio no dejó descontento a nadie, ya que se vio claramente la disposición de los dos equipos. Ambos buscaron mantener la posesión del balón, aprovechándose de la calidad de sus jugadores en el centro del campo. Pero poco a poco comenzó a verse que la localía pesaba mucho, y los Red Bulls fueron siendo protagonistas y acumulando llegadas al área rival, aunque estas no fueron peligrosas.
El Fire aguantó los primeros minutos de dominio local, para poco a poco ir ganando ellos importancia en el partido. Consiguieron hacerse con la iniciativa cerca de la primera media hora, lo que les llevó a tener la primera ocasión clara de peligro del partido. Nikolic se internó en el área rival y tras deshacerse de su defensor disparó a puerta, obligando al guardameta a esforzarse para no encajar el gol.
Esta acción despertó a los locales de un letargo en el que parecían estar imbuidos de manera inexplicable, y un par de minutos después fue Felipe desde fuera del área, el que obligo a Bava a estirarse para no encajar el primer gol para su equipo.
A partir de ese momento comenzó a verse un partido totalmente diferente, con continuos cambios en la posesión del balón, lo que provocó que las llegadas a ambas porterías se diesen de manera alterna. Los visitantes volvieron de nuevo a tener una ocasión clarísima para haber inaugurado su casillero de goles, pero Nikolic continuaba negado de cara a puerta.
Sin embargo, los Red Bulls sí que consiguieron aprovechar una de sus llegadas a portería. Una acción por banda izquierda entre Royer y Lawrence que acabó con un centro del primero al corazón del área, en donde Wright-Phillips se anticipó a su marcador para rematar a gol.
Este tanto dejó muy tocado al conjunto visitante, que hasta el final de los primeros 45 minutos apenas consiguió sacudirse la presión de su rival y sólo corrió detrás del balón. Los locales se dedicaron a mantener la posesión con clara intención de no recibir un gol sorpresa previo al descanso.
A fogonazos
La segunda mitad comenzó con el equipo visitante teniendo el control del balón y buscando con mucha circulación de balón, crear espacios en la defensa de los neoyorkinos. Sin embargo, la buena defensa de su rival estaba impidiéndoles dar el último pase, que permitiese habilitar a los atacantes anotar un gol e igualar el resultado.
Sin embargo, cuando estaba a punto de cumplirse la hora de encuentro, apareció un ex de los locales para poner en pie de nuevo a la que fuese su afición. Dax McCarty controló un balón en el borde del área, y con un magnífico movimiento se deshizo de tres defensores para habilitar al Nikolic, que con un disparo cruzado logró llevar la igualada al marcador.
A partir de este momento, el Fire se lanzó descaradamente a por el partido y aprovechando las recuperaciones en zona de creación tuvo dos contraataques que a punto estuvieron de finalizar en gol, pero un cansado Nikolic, no llegó a conectar con la jugada.
El que sí estuvo acertado unos minutos después fue el equipo local, que consiguió ponerse de nuevo por delante. De manera magistral, Perrinelle se incorporó al ataque, y ya en campo propio mandó un balón entre líneas a la espalda de la defensa, donde apareció Lawrence. El lateral, que se había incorporado al ataque, definió de manera magistral al palo más alejado.
Desde ese momento el Chicago Fire se fue al ataque para buscar el empate, pero las prisas por anotar ese gol, hicieron que su juego no mostrase demasiada fluidez, y la gran mayoría de sus acciones no finalizasen ni tan si quiera con un disparo a puerta. Esta situación generó que cada recuperación de los locales, con su rival volcado en el ataque, se convirtiese en una ocasión de peligro.
Pero finalmente, el tiempo reglamentario llegó u el marcador quedó fijo con la victoria de los locales, en un partido en el que ambos equipos tuvieron sus opciones claras de haberse podido llevar al victoria.