Los locales logran de nuevo una victoria después de una racha de partidos en las que apenas consiguió sacar puntos. En la primera mitad, los locales tuvieron innumerables ocasiones de gol, pero sólo consiguieron acertar de cara gol en una de las últimas acciones del partido, en la que el balón tuvo la suerte de ser desviado por un rival. En la segunda mitad tuvieron la opción de aumentar la distancia en el marcador pero Dempsey falló. A partir de ese momento la posesión del balón varió de un equipo a otro, aunque fueron los locales los que mayor peligro entrañaron.
Falta de efectividad local
Buen inicio del equipo local, que aprovechando la localía, buscó llevar la iniciativa con mucho control del balón, buscando crear espacios en la dudosa defensa de los ‘Royals’. Esta presión le permitió tener en los primeros compases una ocasión clara de marcar en un saque de esquina, pero Rimando sacó el balón bajo los palos.
El dominio ‘esmeralda’ continuó con el paso de los minutos dejando a su rival sin apenas posibilidades de salir con el control del balón, consiguiéndolo solamente con algún desplazamiento en largo. Los locales sin embargo, con un Jordan Morris totalmente irreconocible como delantero, continuaron creando acciones de peligro que sólo la mala puntería de sus atacantes impidió que finalizasen en gol.
Los minutos pasaban y el dominio de los visitantes estaba bajando, lo que permitió que el Real Salt Lake consiguiese pisar con asiduidad el campo rival en posesión del balón. Esta circunstancia no significó que generasen peligro sobre la meta de Frei, ya que su primer disparo llegaría prácticamente en los minutos finales.
Los Sounders continuaban percutiendo la portería de los visitantes, siempre con acciones por banda izquierda, aprovechando las constantes incorporaciones de Jones. De esta manera el equipo tuvo las dos ocasiones más claras de peligro. En ambas, el lateral trinitense centró un balón al interior del área pequeña, pero los delanteros no llegaron a finalizarla.
En los minutos previos al final del encuentro, Morris tuvo la ocasión más clara para haber anotado hasta el momento, tras un pase a la espalda de la defensa de Dempsey. El delantero se quedó solo frente al guardameta pero erró en la definición.
Sin embargo fue prácticamente en una de las últimas acciones en las que los locales consiguieron la recompensa del gol. Fue en un saque de esquina que Shipp remató en el interior del área, con tan buena suerte que el balón rechazó en un defensor, desviándolo e introduciéndolo en la portería.
La tranquilidad del marcador
Desde el inicio de la segunda mitad, el partido se convirtió en un auténtico monólogo para el conjunto local. El juego desarrolló por completo en el campo de su rival, provocando de esta manera que las llegadas de peligro se diesen de manera constante. De hecho, hubo una acción que pudo cerrar el partido casi por completo, cuando Dempsey tuvo a 11 metros la posibilidad de anotar el segundo gol de penal, pero el guardameta rechazó el disparo.
Fue este penalti fallado lo que despertó el juego ofensivo de los visitantes, que a partir de ese momento comenzó a tener algo más de control de la pelota, aunque las llegadas al área continuaron siendo algo lejano. La ocasión más peligrosa fue un disparo de Savarino cerca del minuto 67 que se marchó ligeramente algo.
A pesar de este principio de reacción del equipo visitante, los Seattle Sounders continuaron llevando mayor peligro en sus acciones que el rival, y a pesar de no conseguir superar a un Rimando entonado, cada una de estas significaba peligro claro.
Los minutos pasaban y la insistencia del equipo visitante no estaba consiguiendo los frutos esperados. La gran mayoría de sus acciones finalizaban despejadas por la defensa o detenidas por un portero que apenas estaba teniendo que esforzarse.