El encuentro comenzó con dominio del Tottenham, que estaba llevando el peso del juego en ataque, aunque la posesión de balón estaba bastante repartida, entre el conjunto londinense, y el Leicester, que trataba de defenderse con las líneas bastante adelantadas, y que cuando se desplegaba al ataque, lo estaba haciendo preservando la unidad de sus líneas de presión. El nivel de intensidad estaba siendo bastante elevado en el partido, y sorprendentemente, estaba siendo el equipo local, el que más estaba presionando a su rival, cerrándole las líneas de pase, y estorbándole en la salida de balón. El 1-0 llegó por medio de Jamie Vardy, que en un balón largo de Albrighton, batió de vaselina a Lloris, que estaba notablemente adelantado.

Dominio visitante neutralizado y anulado a base de goles

Tras el gol, el conjunto spur trató de controlar el partido, consolidándose en campo contrario con fases de posesión larga, en las que procuraba asegurar el pase al máximo, hasta encontrar el desmarque definitivo. Mientras tanto, el equipo dirigido por Claude Puel optaba por mantenerse más agrupado en campo propio, y defender la ventaja sin renunciar al contraataque, sin excesiva agresividad, pero con mucho orden, y marcándole los límites a su oponente, que necesitado de más efectivos en la zona de ataque estaba planteando una defensa de dos centrales, y estaba manteniendo a Eric Dier en la zona del centro del campo, para aguantar mejor el balón, y liberar a Eriksen de ciertas responsablidades, para que se pueda mover a su libre albedrío entrelíneas. 

Con el paso de los minutos, el equipo de Pochettino fue perdiendo precisión en los últimos metros, por lo cual, fue perdiendo continuidad en ataque, reduciéndose sus llegadas a salidas en transición rápida por bandas, sin acierto en el último pase. Mientras tanto, los foxes aprovecharon algunas de sus oportunidades, para intentar buscar un segundo gol que le diese más tranquilidad, para afrontar la segunda parte. La intensidad fue bajando a medida que los de Pochettino fueron perdiendo llegada, e incluso dominio en el centro del campo, donde su doble pivote estaba siendo superado por un Ndidi imperial que trabajaba a destajo en laborales defensivas, y además aportaba pase en la elaboración, y un Iborra incansable. El 2-0 de Riyad Mahrez, llegó en una salida en velocidad, resuelta magistralmente por el argelino, que tras una diagonal por banda derecha, realizó un disparo al palo más alejado, que entró por la escuadra.

Marezh colocó el segundo de los Foxes | Foto: Premier League.
Marezh colocó el segundo de los Foxes | Foto: Premier League.

Repliegue férreo de los foxes que terminaron pidiendo la hora

El segundo tiempo comenzó con un Tottenham mucho más echado hacia adelante, que atacaba de forma mucho más decidida, con mucho más corazón que cabeza, y con mucha más continuidad, a pesar de que no estaba consiguiendo rematar las jugadas, y de que el rival se estaba defendiendo holgadamente, y estaba cogiendo aire y liberándose saliendo al contragolpe. Pasaron los minutos, y el conjunto londinense que estaba dando muestras de encontrarse en un mal momento en liga, no solo por los resultados, sino también de juego, estaba siendo incapaz de establecer un dominio para intentar recortar distancias en el electrónico, pero parecía estar condenado a la derrota, a juzgar por la frustración que estaban mostrando algunos de sus futbolistas, y por la falta de acierto de otros.

Después de los primeros minutos, el Tottenham empezó a dominar con más continuidad a su oponente, monopolizando la posesión del balón, y atacando constantemente por las bandas, pues se había dado cuenta de que le faltaba presencia en ataque por el centro para combatir al cuarteto que estaban formando Iborra, Ndidi, Morgan y Maguirre en el cuadro local. A pesar de que el tiempo apremiaba, Pochettino se negaba a asumir la derrota, por lo que introdujo en el campo a Fernando Llorente (un recurso que venía siendo muy habitual, y que estaba desvirtuando su estilo de juego), y a Lamela, que volvía después de mucho tiempo de lesión, para aportar desequilibrio y un gran golpeo de media distancia. 

Lo cierto es que en los últimos minutos, el conjunto londinense si que logró inquietar la meta de Schmeichel, llegando a recortar distancias tras un disparo seco y elevado de Harry Kane, y generar un peligro real, encerrando a su oponente, que en muchas ocasiones se veía muy apurado para despejar el balón, y que prácticamente no podía salir a la contra, pues la pelota no le duraba prácticamente nada.

Pero conforme el reloj iba avanzando, más se le nublaba la vista a un equipo que estaba jugando muy acelerado, y que estaba volviendo a la dinámica anterior, al padecer grandes dificultades para crear ocasiones de gol. Pese a ello, no tuvo más remedio que morir con las botas puestas, y todavía gozó en el tiempo de descuento, de alguna llegada atropellada para anotar la igualada. Pero terminó cayendo, y dando pie a esta mala racha de resultados, en la que se están empezando a ver ciertas carencias futbolísticas, que prácticamente le está dejando sin opciones de pelear por el título liguero, y lo que todavía es más grave, le está alejando de la cuarta plaza. 

Harry Kane marcó el descuento para los Spurs | Foto: Premier League.
Harry Kane marcó el descuento para los Spurs | Foto: Premier League.