Partido grande en Alcorcón y comienzo intenso por parte de ambos conjuntos en un choque considerado como una final por el ascenso a Primera División. El inicio fue el esperado con el cuadro local intentando agobiar a su rival desde el primer minuto y con un Elche bien cerrado atrás y esperando su oportunidad en cualquier jugada de ataque. Tanto el Alcorcón como el Elche se encontraban cómodos en su estilo, pero fueron los alfareros los que tuvieron la primera oportunidad del encuentro con un centro de Juli que a punto estuvo de rematar a gol Oriol Riera. El ‘9’ no llegó y la ocasión se marchó al limbo.
Pasaron los minutos y el partido mantuvo el ritmo, pero ni ocasiones ni fútbol. El guión que estaba teniendo el encuentro pareció sentarle mejor a un Elche más fino a la hora de desarrollar jugadas de ataque. Aún así, el Alcorcón mantuvo el orden para no caer en la precipitación y poco a poco fue recuperando sensaciones aunque seguía careciendo de claridad de mediocampo hacia delante.
Lucía el sol en Santo Domingo dando la única nota de color a un partido gris, demasiado gris. Un cabezazo de Oriol Riera y un caño de Miguélez fueron las únicas acciones que sacaron a la grada del letargo antes del descanso al que se llegó con una ocasión aislada del Elche.
El fútbol muchas veces es caprichoso y si en la primera mitad no ocurrió nada del otro mundo en 45 minutos, la segunda parte arrancó con gol alfarero. Fernando Sales puso un centro desde la derecha al corazón del área y allí apareció Babin para cabecear el balón al fondo de las mallas y desatar la locura en la hinchada amarilla. Gol, 1-0 y partido nuevo.
Los problemas para el Elche no acabaron con el gol del Alcorcón ya que, al igual que ocurrió con Pelegrín en el primer acto, Mantecón tuvo que retirarse antes de tiempo por lesión. Fran Escribá puso en el campo a Pelayo, un cambio que mantendría la seguridad en el centro del campo y que permitiría al cuadro ilicitano tener más posibilidades en segundas jugadas. Pese a ello, pocas opciones dejó el Alcorcón para que el Elche generara peligro y fue el propio equipo alfarero el que tuvo el 2-0 con un disparo de Nagore que se topó con Manu Herrera, que regresaba a la que fue su casa.
El tiempo empezaba a agotarse y el Elche se lanzó en busca del empate con más intensidad que la utilizada anteriormente, pero siguió topándose una y otra vez con la eficacia de la zaga local. Bordalás asumió que su equipo acabaría jugando a la contra y retiró a Oriol Riera por Sergi Enrich para dar un punto más de frescura a su ataque. Un discutido fuera de juego de Sales cuando ya había superado a Manu Herrera fue un ejemplo claro de la nueva actitud alfarera.
La recta final del choque estuvo marcada por la expulsión de Ángel. El delantero del Elche dejó a su equipo con inferioridad y los papeles se volvieron a intercambiar dejando a un Alcorcón más atrevido en busca del gol de la sentencia ante un rival demasiado tocado como para reaccionar. El pitido final llegó sin apenas apuros para aguantar el 1-0 y el conjunto de Bordalás se llevó tres puntos vitales para lograr el sueño del ascenso.