Pocas veces le ha sonreído tanto la fortuna como le sucedió al Albacete Balompié en Anduva. Si en este mismo campo, la pasada campaña, los manchegos perdían en el último suspiro, esta vez hubo mismo final, pero feliz. Un tanto de Portu en el minuto 94 rescata un punto de honor para el cuadro de Luis César Sampedro que, sin estar muy acertado en ataque, tuvo motivos suficientes para no irse de vacío, en un choque en el que pasó de todo, con expulsión incluida.

El gafe de la portería

Peor no se le daban las cosas para el conjunto albaceteño. Si ya de por sí se había quedado esta semana sin Dorronsoro, su segundo portero, el Alba veía como su tercer portero, Héctor, era expulsado con roja directa en la primera media hora de juego, por derribar al delantero Abdón Prats en el área. Penalti a favor del Mirandés, y a los visitantes no les quedaba otra que meter a Hugo, el segundo arquero del filial. El chaval no pudo empezar exultante. Mandó a córner el disparo de Ruper, y empezaba así un guión diferente.

Hasta la expulsión directa del portero albacetense, era el Mirandés quien llevaba la batuta del partido. Tras unos compases iniciales donde salió con más arreón el Albacete, poco a poco el conjunto 'rojillo' recondujo la situación y empezó a someter a su rival sobre el campo, con peligrosas llegadas que obligaban al debutante Héctor a demostrar su caché, con dos grandes paradas.

Pero en una jugada en largo llegaría el 1-0 a favor del Mirandés. Lago Junior gana en la carrera al defensor visitante y con un potente disparo cruzado bate al portero. Primer golpeo de los locales que se veían cómodos con la linea establecida.

Halo de esperanza tras la roja

Poco a poco, el Alba se empezó a sacudir la incertidumbre y los nervios provocados por la pérdida de su portero titular, y comenzó a salir con el balón jugado desde atrás con cierto peligro. En unos momentos con la pelota en corto y en otros con balones largos para intentar ganar la espalda de la defensa mirandesa, pero sin demasiado acierto. La banda derecha era la mejor baza visitante, aunque ni Santi Jara ni Antoñito consiguieron poner en apuros a la zaga rival.

El Albacete quería pero no lograba la manera de romper el muro defensivo de los rojillos. Precisamente, fue Santi Jara el que dispuso de la última ocasión de la primera mitad, a balón parado, pero su lanzamiento de falta se fue por encima de la portería. Al final, descanso con la sensación de que el partido ni mucho menos estaba sentenciado.

Sólo faltaba la pegada

Lejos de achicarse, los albaceteños se encontraron con un repliegue atrás de su rival, pudiendo demostrar en algunas fases su fútbol de elaboración, aunque eso propiciara contragolpes de los locales. Tras la reanudación, se abrió más el choque, lo que propició alguna internada en banda de los visitantes. Fruto de ello, los de Luis César reclamaron unas manos dentro del área del Mirandés a los 52 minutos. El colegiado no señaló nada.

Se apreciaba un esfuerzo de los manchegos por dar la vuelta a la situación, pero sin definición en el último remate, factor que puso a prueba el Mirandés que, sin un excesivo dominio, estuvo más incisivo con cada llegada al área del Albacete. A los 12 minutos, Álex García envió un centro desde la izquierda al que no llega por poco Junior, que fue el más activo de los de Carlos Terrazas. 

Se agotaban los minutos y corrían las prisas para los intereses de los de Sampedro, que metió a Samu ante la discreta participación de César Díaz. La entrada del de Belmonte supuso un revulsivo más en el juego ofensivo, de lo que se beneficiaron el resto de sus compañeros. Sin haber ocasiones claras de gol, la estrategia se puso de aliada de los visitantes. Portu, por partida doble, pudo hacer el empate.

Salvador Portu

La doble amarilla del 'rojillo' Gaffoor desbarató la resistencia mirandesa. Poco antes del tiempo de añadido, en el 42, Kijera a punto estuvo de hacerse un autogol en un mal despeje a centro de Rubén Cruz desde la izquierda. Paredes, a bote de una falta, estuvo a punto de marcar, pero el Alba, volcado, no lograba ver con nitidez la meta de Raúl Fernández, algo que sí que hizo Portu.

Y encima en el minuto 94, en la última jugada del partido. Un rechace precedido de una falta lo controla el propio Samu. Su disparo lo repele un defensor local y el esférico se queda suelto dentro del área para Portu, que al darse la vuelta, sólo tiene que empujar la bola hacia las mallas. Era el 1-1 definitivo, un punto de gran valor que hizo justicia al tesón albacetense por buscar el empate.