El Real Valladolid afronta este fin de semana la sexta cita de la presente temporada en el campeonato doméstico en Segunda División. Los pupilos de Gaizka Garitano reciben el próximo domingo 27 de septiembre, a partir de las 17:00 horas, al Nàstic de Tarragona en el Nuevo José Zorrilla, en la que será una prueba realmente complicada para el conjunto blanquivioleta. A pesar de que los catalanes son uno de los equipos que han subido directamente desde la categoría de bronce del deporte rey español, lo cual podría hacer pensar que iban a ser una perita en dulce en la Liga Adelante, están demostrando exactamente lo contrario.

Cabe destacar que las tropas lideradas por Vicente Moreno están cuajando un gran inicio de competición en Segunda, debido a que han sumado 10 de los 15 puntos que ha habido en juego, una vez que han sido capaces de obtener tres triunfos, un empate y una única derrota en los cinco compromisos que han disputado hasta la fecha en el torneo de la regularidad. También es conveniente mencionar que el Pucela se está mostrando muy solvente por ahora en su feudo, donde ha vencido los dos choques que ha disputado, además de no haber recibido ninguna diana en contra en dichos enfrentamientos contra Alcorcón (2-0) y Bilbao Athletic (1-0).

Pese a ello, el ambiente en la capital de Castilla está un poco enrarecido con motivo de las dificultades que está teniendo el plantel albivioleta para encontrar una idea clara de juego, ya que da la sensación de que el bloque no se muestra como un conjunto compacto, sólido y unido que permita devolver a los vallisoletanos al Olimpo del balompié a nivel nacional. La filosofía de juego de los pucelanos ha cambiado mucho desde que Miroslav Djukic se marchara de la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes allá por junio de 2013, momento en el que arribó Juan Ignacio Martínez a orillas del Pisuerga, posteriormente Rubi y, a día de hoy, es Garitano el encargado de tratar de obrar el milagro como ya hiciera en su etapa al frente del Eibar.

(Foto: Real Valladolid).

La ocasión de resarcirse

El duelo contra el Gimnàstic de Tarragona será una oportunidad de oro para un integrante en concreto de la expedición castellana. Se trata de Juanpe, el central cedido por el Granada CF, que también había pasado por el Racing de Santander, un hombre que no ha empezado con buen pie su travesía en el club presidido por Carlos Suárez. Esto se debe a las dos expulsiones que ha sufrido en los cuatro partidos oficiales que ha disputado con la elástica a rayas blancas y violetas, por lo que sin ningún atisbo de duda llega la hora de que dé un paso al frente y demuestre el auténtico potencial y la categoría que atesora en sus botas.

Juanpe tiene un largo camino por recorrer en el panorama futbolístico

Al margen de la juventud que todavía posee, puesto que aún tiene 24 años y un largo camino por recorrer en el panorama futbolístico, ya sea a nivel nacional o internacional, el canario está llamado a ser uno de los líderes en el eje central de la zaga pucelana. Tanto él como Marcelo Silva se perfilaron al principio de la campaña como la pareja de baile responsable de sustituir las marchas de Marc Valiente y Jesús Rueda, dos jugadores que habían sido los auténticos comandantes del centro de la defensa del Real Valladolid a lo largo de los cursos más recientes.

(Foto: Real Valladolid).

Juanpe Ramírez sufrió su primera expulsión en el Pucela en la tercera jornada de la Liga Adelante, concretamente en el envite celebrado en El Toralín ante la SD Ponferradina, un derbi regional castellano que acabó de forma dolorosa y preocupante para los intereses de la escuadra encabezada por Gaizka Garitano. El plantel blanquivioleta cayó derrotado con contundencia por tres goles a cero, si bien es cierto que la tarjeta roja que vio Juanpe condenó en demasía el rendimiento y las posibilidades de los vallisoletanos en el devenir del encuentro frente a la Ponfe. Aun así, el futbolista grancanario no se vino abajo en ningún instante y siguió trabajando como el que más para mantener su sitio en el once inicial y ganarse un hueco en el corazón de la parroquia albivioleta.

Pero parecía que la mala suerte se había cebado con el Real Valladolid y el propio Juanpe, ya que pocos días después, en un partido correspondiente a la segunda fase de la Copa del Rey, el defensor blanquivioleta volvería a cruzar el túnel de vestuarios antes de tiempo. La diosa fortuna es caprichosa y había querido que Real Oviedo y Pucela, dos equipos realmente hermanados desde hace tiempo, se vieran las caras en una eliminatoria a partido único en el Carlos Tartiere. El encuentro iba a ser emotivo para jugadores como Peña o Héctor Font, que se iban a enfrentar al que había sido su equipo, especialmente en el caso del lateral salmantino, quien aún es recordado con mucho cariño y añorado en la capital del Pisuerga.

Juanpe volvió a ver la cartulina roja en el enfrentamiento contra los carbayones, un duelo que los de Garitano perdieron por la mínima (2-1), lo que significó de inmediato la eliminación del Real Valladolid de la competición del K.O. Nunca es plato de buen gusto perder un partido ni decir adiós a un torneo, como era en este caso abandonar la Copa del Rey a las primeras de cambio, aunque el verdadero objetivo de los Álvaro Rubio, Óscar, Chica, Timor, Juan Villar, Rodri y compañía es lograr el ascenso a la Liga BBVA al finalizar la temporada 2015/16.

(Foto: Real Valladolid).

Un pequeño toque de atención

No obstante, se puede afirmar con total rotundidad que la Copa siempre ofrece un lugar para el sueño y la esperanza de poder hacer algo grande, tal y como ocurriera con el Mirandés del mítico Pablo Infante en el curso 2011/12, una campaña en la que llegó hasta las semifinales del torneo, ronda en la que sería apeado por el Athletic Club de Bilbao. Por lo que respecta a Juanpe, hay que destacar que la expulsión contra la Ponferradina le impidió ser de la partida en el duelo en el José Zorrilla frente al filial de los leones, pero todo hacía indicar que volvería a entrar en los planes de Garitano y de su cuerpo técnico en el derbi de Los Pajaritos contra el Numancia.

Aunque, contra todo pronóstico, Juanpe Ramírez se quedó fuera de la convocatoria para viajar a Soria, una decisión realmente sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que los centrales puros de la plantilla son el canario, Marcelo Silva y Samuel. Sería precisamente el ex del Celta de Vigo el que formaría dupla en el centro de la zaga al lado del uruguayo, mientras que Juanpe tendría que contemplar desde el monitor de la televisión las andanzas de su Real Valladolid en un duelo vibrante y apasionante contra las hordas capitaneadas por Jagoba Arrasate.

Las expulsiones y las malas decisiones arbitrales condenaron una vez más al Pucela

Las expulsiones y las malas decisiones arbitrales condenaron una vez más al Pucela, ya que acabó el partido con dos jugadores menos por las tarjetas rojas que sufrieron Juan Villar y Samuel, además de comprobar con sus propios ojos la forma en la que los locales volteaban el 0-2 del que habían disfrutado los pucelanos durante un buen tramo del choque. El encuentro acabaría con tablas en el marcador (2-2), lo que suponía el primer punto del Real Valladolid lejos de su fortín, pero la expedición albivioleta no se iba para nada satisfecha de Soria por la manera en la que se había desarrollado y decidido el envite tras la disputa de los 90 minutos reglamentarios.

(Foto: Real Valladolid).

Por tanto, la sanción de dos partidos que deberá cumplir Samuel le vuelve a abrir las puertas de la titularidad de par en par a Juanpe, quien ahora sí que sí tendrá que ponerse firme, asentarse como es debido y dar claros síntomas de que las rojas vistas contra Ponfe y Oviedo forman parte del pasado y son meramente anecdóticas. Habrá que comprobar si su ausencia de la lista la pasada semana en Soria le puede afectar anímicamente, aunque lo más probable es que sea capaz de demostrar el gran profesional que es, ejerciendo los galones que debe asumir y acompañando a Marcelo Silva para comandar el eje central de la zaga blanquivioleta. Juanpe ha tropezado dos veces sobre la misma piedra, por lo que su misión de resarcirse y escapar de ese agujero negro comienza este domingo contra el Nàstic en el José Zorrilla.