Tal día como hoy, pero hace catorce años, el 13 de noviembre de 2002, se enfrentaban en el Estadio de San Siro el Milán de Carlo Ancelotti y el Deportivo, en el partido perteneciente a la última jornada del grupo G de la Liga de Campeones, un encuentro que pasó a la historia del fútbol gallego tras la victoria por dos goles a uno del conjunto coruñés en uno de los campos europeos más complicados por excelencia.
El Dépor de Javier Irureta llegaba al partido en segunda posición del grupo, solo dos puntos por arriba de su principal perseguidor, el Lens francés, y a tres puntos del conjunto italiano, por lo que la hipotética victoria le aseguraba estar en la siguiente fase del torneo y soñar con hacer historia en la competición. En la primera vuelta, el Milán le había superado en Riazor por la friolera de cuatro goles a cero, lo que suponía que el favorito para llevarse los tres puntos en esa tarde-noche de noviembre era el conjunto italiano.
Un inicio de partido díficil
El partido comenzó con los dos equipos yendo a por el encuentro y con muchas ocasiones, especialmente en las botas de Albert Luque por parte de los gallegos. Pero el conjunto de Ancelotti fue haciéndose con el mando del partido y a los 34 minutos de juego llegó el primer y único gol de los italianos, obra de Tomasson, después de un centro medido por la izquierda que el delantero holandés desvió con precisión, superando a Juanmi y ante la atenta mirada del lateral deportivista Romero.
Al descanso se llegó con el resultado de uno a cero favorable a los milanistas, y en la reanudación los locales comenzaron apretando, pero un auténtico golazo de Diego Tristán en el minuto 58 tras un zapatazo desde fuera del área metió al conjunto gallego en el partido. La historia se repitió apenas doce minutos después del primer gol, cuando tras un despeje de la zaga deportivista, Mackay se plantó solo ante Abbiati y, como de costumbre, no perdonó.
Una victoria que posteriomente no sirvió para mucho
El encuentro acabó con la victoria del equipo visitante, quien conseguía pasar a la segunda fase de grupos de la Champions, trámite que tenían que cumplir los equipos en el antiguo formato de la competición para poder pasar a los cuartos de final. Al Deportivo le tocó el Manchester United, la Juventus y el Basel en esa segunda fase de grupos, y no pudo superarla, quedando en la tercera posición por detrás de ingleses e italianos, y ponía fin a su aventura europea, lo que sería un aperitivo de la siguiente edición, en la cual los coruñeses se quedaron a las puertas de la gran final, y precisamente superaron al Milán en cuartos de final después de, posiblemente, el mejor partido de la historia del conjunto deportivista.
Aunque en esa edición de la Liga de Campeones la victoria del Dépor en Milán no valiese para mucho posteriormente, esa noche del 13 de noviembre siempre será recordada por todos los deportivistas como una noche en la que el Deportivo le ganó, en su casa, a uno de los mejores equipos de Europa y, precisamente, el que ganó esa edición de la Champions League.