El Sevilla se gustó y cosechó una goleada histórica con dos hat-tricks para sus dos delanteros que les llenará de confianza y un juego muy combinativo y centrado en las internadas por bandas. El Formentera defendió como pudo y se llevó el gol del honor y un recuerdo imborrable del Sánchez – Pizjuán.
Pese a que el abultado resultado de la ida invitaba al optimismo, Sampaoli alineó un once de plenas garantías. Sorprendió la caída de la convocatoria de Sirigu que parecía que disputaría él este torneo. En el once ultraofensivo del Sevilla solo había dos defensas puros y varios habituales como Vietto, Ben Yedder o Rami. Ningún canterano tuvo el premio de la titularidad en el que se presentaba como el día ideal.
Un Sevilla enchufado
Sorprendió en la primera parte la actitud del Sevilla, que salió, lejos de relajarse, a marcar tantos goles como pudo. El Formentera se defendía con uñas y dientes e intentaba sorprender a la contra, puesto que muchos hombres del equipo local se aglutinaban cerca del área rival. Pero pocas opciones dejaría, puesto que el cuadro nervionense recuperaba la pelota con pasmosa facilidad y llegaba al área con sumo peligro en excesivas ocasiones.
Catorce minutos le costó al Sevilla abrir el marcador cuando Ganso empujó un gran balón de Kranevitter. Y en los catorce siguientes cayeron tres más. Vietto aprovechó un generoso regalo de Ben Yedder y sería el franco – tunecino quien anotó el tercero aprovechando una prolongación después de un saque de esquina. Sarabia, completaría los 15 minutos mágicos con un tiro preciso pegado al palo. Los 4 tantos en pocos minutos emularon los que había marcado en Nervión el sábado pasado ante el Málaga, aunque contra los blanquiazules lo logró en 4 minutos menos.
Vietto era uno de los más animados y buscó el gol como nadie. Logró su primer hat-trick con la elástica del club hispalense y se llenó de confianza, puesto que sumaba 5 goles en apenas 5 días. Destacó la poca participación de Kiyotake, que cuenta con pocos minutos y no aprovechó para reivindicarse.
Siguió la fiesta
Se inició la segunda parte con el tempranero cambio de Correa por Borja Lasso, puesto que el argentino estaba tocado después de una entrada que recibió en los primeros 45 minutos. Turno para el mago del filial, que tenía por delante muchos minutos para demostrar su calidad, de la que nadie duda en la división de plata. Poco tardó en demostrar su calidad, puesto que filtró un pase para iniciar una jugada que acabaría con gol de Ben Yedder. A partir de entonces, se relajó y poco tardó el Formentera en marcar el gol del honor tras una jugada en la que se protestó un fuera de juego. Gabri estuvo más listo que nadie y puso la punterita en el momento de duda de la zaga sevillista para alegrar a los desplazados desde Baleares hasta Sevilla.
Se calmó el partido y se creció la SD Formentera a raíz de su gol, pero Sarabia marcaba el octavo del partido con una jugada que se repetía por enésima vez en el partido; desborde por banda y pase de la muerte al área pequeña, aunque esta vez vino precedida de un (otro) maravilloso tacón de Ganso.
Acabó el partido el Sevilla con dos centrales, ya que ingresó el canterano Diego González en lugar del capitán Iborra para formar pareja junto a Rami. Cerró la goleada histórica Ben Yedder tras definir escorado ante Abel y conseguir así, junto a su compañero de delantera Vietto, un hat-trick. El Sevilla por tanto pasa a la siguiente ronda y allí espera ya rival en octavos de final.