Los pupilos de Zinedine Zidane están hechos de otra pasta. De un material ganador, combativo, de muchos quilates. Uno de los mejores equipos del mundo asombra en cada partido, con grandes goleadas, estoicas remontadas inspiradas en Juanito o partidos frenéticos con un ritmo agotador tanto para jugadores como para espectadores. El técnico francés dotó al equipo de ese gen ganador que él mismo tenía cuando danzaba por el césped del Bernabeu y, si bien no ofrece un fútbol consistente y vistoso al 100% en todos sus encuentros, al Real Madrid le hace falta media ocasión para hacer dos goles. Herido no solo por las lesiones sino también por el orgullo, visitará Balaídos con ganas de vendetta.

Guardando la portería, Keylor Navas sigue siendo uno de los mejores porteros del mundo, pese a las críticas recibidas por su bajón de rendimiento esta temporada. Sus reflejos gatunos así lo demuestran, paradas que ganan partidos y desesperan delanteros. La defensa, con la posible duda de Marcelo, se mueve bajo las órdenes de Sergio Ramos. El camero es toda una institución en el equipo blanco y siempre responde cuando se le necesita, tanto en defensa como en ataque. Tomando nota de ello su compañero en la zaga, Raphael Varane, joven con muy buenas maneras y futuro sustituto del sevillano.

El medio campo tiene dos antagonistas futbolísticos que su entendimiento es clave para el buen funcionamiento de la maquinaria blanca. Casemiro, destructor de juego, su despliegue físico es importante para que el rival no domine el juego y posesión, además, parece estar en todos los lugares del campo. Y por otro lado, Modric pone la calidad en el pase, y es en encargado de surtir de balones a los hombres de arriba. Su presencia es seria duda para Balaídos pero su compatriota Kovacic, en gran estado de forma, ocupará su lugar. Las conducciones del joven croata con balón controlado, rompiendo líneas defensivas, son puro espectáculo.

Y arriba, pura dinamita. Karim Benzema siempre está en el momento oportuno para enchufar un gol determinante. Lucas Vázquez, extremo a la antigua usanza, sirve balones milimétricos desde la derecha. Sus asistencias desde la banda, esperando la entrada de sus compañeros, está siendo de lo mejor del Real Madrid, y lo más peligroso. Y para finalizar el tridente Cristiano Ronaldo, el depredador que a pesar de críticas, abucheos y demás, si el portugués tiene la tarde simpática...no hay defensa humano que pueda pararlo. Sin olvidarnos el lujo en forma de banquillo que tiene el Madrid, con James, Isco, Morata, Pepe... grandes jugadores para un gigante que viajará a Vigo líder del campeonato pero herido en su orgullo.