Muchos coinciden en qué la clave del éxito no está en llegar, sino en mantenerse. La grandeza de una persona exitosa reside en la capacidad que tiene la misma de aguantar en la cima con toda la presión que conlleva. Pocos consiguen llegar a lo más alto en sus respectivos campos, pero solo unos elegidos logran mantenerse ahí arriba durante un tiempo, sin que nadie pueda desbancarlos.

El deporte es un claro ejemplo de esta premisa. La diferencia entre los grandes deportistas y las leyendas la encontramos en los años, temporadas que puedan resistir en la cúspide. El fútbol, como deporte que es, tiene muchos ejemplos de ambos casos, tanto de jugadores que han logrado pulirse un nombre en la historia futbolística a base de permanecer arriba, como de otros que han perdido su batalla con la presión y se han quedado con la tutela de "grandes promesas" o simplemente "buenos jugadores".

Ejemplo de leyenda

Andrés Iniesta es un claro ejemplo de jugador que ha sabido lidiar con la presión y se ha ganado un respeto en el mundo del fútbol. Desde que fue oficialmente jugador del primer equipo del Barça, hará ya 13 temporadas, su presencia ha sido indiscutible para cualquier entrenador que haya pasado por el banquillo culé. Y es que con apenas 22 años, él solo cambió el rumbo de toda una final de Champions, entrando en el descanso, frente al Arsenal.

Quizás aquel fue el momento en el que Andrés se dio a conocer ante la comunidad futbolística. A partir de ese día, la figura del manchego no ha dejado de crecer, llegando a ser el héroe de todo un país un ya lejano 11 de julio de 2010. Aquel día, su nombre fue grabado con letras de oro en la historia del fútbol, fue grabado como el hombre que le dio a la Selección Española su primera Copa del Mundo.

No obstante, todo inicio tiene un final. Ahora, a punto de empezar la temporada 2017/18 y con 33 años a sus espaldas, Andrés se debate entre su renovación, ya que su contrato termina a finales de esta campaña. Antes de tomar una decisión, quiere ver cuál es su rol en el equipo y, sobretodo, si su estado físico es el idóneo para seguir ayudando al equipo de su vida.

Se repite el capítulo

Valverde tiene, por tanto, un desafío muy importante. Tiene que encontrar el equilibrio perfecto entre dar importancia a una leyenda del barcelonismo como es Iniesta pero sin castigarlo físicamente, dosificándolo de manera que pueda ayudar al conjunto sin perjudicarse a sí mismo. Al plantearse esta situación, es difícil no pensar en la temporada 2014/15.

Los protagonistas, en aquella campaña, fueron Xavi y Luis Enrique. El de Terrassa también dudaba de su continuidad en can Barça, como lo hace Iniesta, y 'Lucho' se encontró con esta situación en su primera temporada como entrenador culé, al igual que Ernesto Valverde. El técnico asturiano y el jugador catalán encontraron el equilibrio que buscan Valverde e Iniesta, y los éxitos fueron totales, ya que el equipo consiguió el triplete. No obstante, Xavi tomó la decisión de abandonar la entidad a final de curso, y se marchó rumbo a Qatar.

Uno de los alicientes de la temporada será, por tanto, descubrir el papel del capitán que tiene preparado Ernesto Valverde. En rueda de prensa ha destacado en varias ocasiones la importancia de Iniesta dentro del equipo, pero no se ha especificado el tipo de importancia. Con la situación vivida con Xavi como referencia, tocará ver qué rol desarrolla el manchego.