El Universidad Católica de Murcia Club de Fútbol es una entidad deportiva perteneciente a la universidad privada San Antonio de Murcia, tal y como su propio nombre indica, que en la actualidad se encuentra en el grupo IV de Segunda B, donde ha estado en la mayor parte de su corta historia.
Origen
Este joven club, con la presente denominación, se originó en la temporada 2011/2012 cuando la Universidad Católica de Murcia, al frente de la cual se encuentra su presidente, también de este (tanto de fútbol como de baloncesto), José Luis Mendoza, después de haber alcanzado un acuerdo de patrocinio la temporada anterior decide hacerse con las riendas del mismo. Este hecho resultó clave para el devenir de la entidad que hasta ese momento vivía constantemente en un futuro incierto, prueba de ello es que había pasado por distintos nombres desde su creación en 1999: Club de Fútbol Los Garres, Murcia Deportivo Club de Fútbol, Costa Cálida-Beniaján Club de Fútbol y, finalmente, justo antes de la entrada de la UCAM, competía bajo la denominación de Costa-Cálida Sangonera Club de Fútbol. No en vano el filial universitario, que milita en el grupo XIII de la Tercera División, se presenta como UCAM Murcia Sangonera, en un claro guiño a las raíces de la entidad.
Nombres a un lado, la entrada de la UCAM supuso un antes y un después para esta, ya que la dotó de una identidad propia gracias a la universidad y a un proyecto deportivo que comenzaba a consolidarse y que tuvo su punto álgido con el ascenso a Segunda A y el posterior título honorífico de Campeón de la categoría de bronce del fútbol español.
Primera temporada en Segunda B
El UCAM Murcia disputa su primera temporada en Segunda B en el curso 12/13 aprovechándose de los descensos administrativos que sucedieron en el grupo IV, en el que Puertollano, Badajoz y Ceuta perdieron la categoría por sus problemas económicos. Lamentablemente para los intereses universitarios el debut resultó un tanto amargo, ya que acabó perdiendo la categoría después de no ser capaz de vencer al Arroyo CP de Extremadura (0-0) en la última jornada, en un duelo directo por la salvación que se disputó en el Municipal Arroyo de La Luz.
Fulgurante regreso
En la temporada 2013/2014 el equipo de Gabi Correa gobernó con mano de hierro en el grupo XIII de Tercera División, en el que se proclamó campeón a falta de tres jornadas para el final tras golear al Olímpico de Totana (4-0), cerrando la cuenta el lateral diestro Sergio Blázquez Sánchez ‘Tekio’, el jugador con más partidos vistiendo la camiseta universitaria, sumando Tercera, Segunda B y Segunda A. La primera posición le otorgó el privilegio de disputar una única eliminatoria para intentar lograr el ascenso. Dos duelos frente al Betis B (2-1) en Murcia y (1-1) en la Ciudad Deportiva Luis del Sol le permitieron retornar a Segunda B.
La Condomina y el aumento de la masa social
En la vuelta a la categoría de bronce del fútbol español, desde el seno del club decidieron dar un paso más con respecto al crecimiento del mismo. Hasta el momento había disputado siempre sus encuentros como local en el Campo Municipal ‘El Mayayo’ de Sangonera La Verde, una pedanía del municipio de Murcia situada aproximadamente a veinte minutos de la ciudad. A partir del curso futbolístico 14/15, se trasladó a La Condomina, su actual casa. El vetusto estadio municipal, ligado al Real Murcia hasta su mudanza a Nueva Condomina en el año 2006, por aquel entonces se encontraba en pésimas condiciones, ya que simplemente era utilizado para las típicas acampadas de los festivales, por lo que necesitó ser adecentado en la medida de lo posible para poder disputar partidos.
Las bases del ascenso
Con el equipo ya en Segunda B y jugando en un estadio que se encuentra en el centro de la ciudad, empezó a formarse la afición universitaria, la cual disfrutó de un gran año de su equipo. UCAM, bajo la batuta de su nuevo técnico, Eloy Jiménez, a pesar de ser un recién ascendido, finalizó la temporada como segundo clasificado, consiguiendo jugar el play off de ascenso a Segunda A por primera vez en su joven historia. Seguidamente, en la primera ronda se deshicieron del Real Unión de Irún (1-0 en el global) gracias a un gol de Javi Gómez. El delantero conquense, saliendo desde el banquillo, decantó la balanza cuando parecía que la eliminatoria estaba destinada a decidirse desde los once metros. Finalmente, el sueño universitario se desvanecería frente al Bilbao Athletic, que a la postre acabó logrando el ascenso. Un arbitraje controvertido en la ida en el Nuevo San Mamés (1-0) y un error grave en la vuelta (1-1) a falta de cinco minutos para el final enterró todas las esperanzas de disputar la última y definitiva eliminatoria.
Un año irrepetible
Siendo conscientes del gran trabajo que se había realizado el curso anterior, pero sin la autocomplacencia de ya haber logrado el objetivo, así inició la que sería la mejor temporada de su historia, la 15/16, el UCAM Murcia. Los cimientos ya estaban puestos, faltaba comenzar a edificar la casa. Se remozó la plantilla, algún jugador importante como Chavero salió del club para unirse a las filas del rival en busca de algo que finalmente no alcanzó y llegó un nuevo inquilino al banquillo: José María Salmerón. El Almeriense logró sacar el máximo de unos jugadores que mostraron su mejor nivel en el momento clave de la temporada, cuando los bloques demuestran de qué pasta están hechos. El derbi que se disputó en Nueva Condomina el 10 de abril del año 2016 (0-1 gol de Pablo Pallarés) supuso un punto de inflexión porque insufló de moral a los universitarios y debilitó tremendamente a los granas, que por aquel entonces a pesar de haber caído derrotados seguían siendo líderes.
Lo demás es historia. UCAM prosiguió su buena racha y aprovechó los múltiples tropiezos de su vecino, terminando, esta temporada sí, como campeón de grupo tras poner un brillante broche a la liga regular venciendo en el Carranza frente al Cádiz (0-2). Ya en el play off, la bolita del sorteo quiso que los universitarios se enfrentaran al Real Madrid Castilla, líder del grupo II, primero en Murcia y después en Madrid.
El conjunto murciano llegaba a esta eliminatoria como el que menos goles había encajado en toda la categoría. Por el contrario, los mirlos blancos habían demostrado tener mucha pólvora centrada en dos jugadores: Mariano (25 goles) y Mayoral (15). A priori los de Ramis partían como favoritos para muchos porque, además de los mencionados, contaban con jugadores de la talla de Aleix Febas, Martin Odegaard y Marcos Llorente, entre otros. Dicen que la experiencia es un grado y esta se acabó imponiendo. A pesar de encajar el primer golpe en La Condomina, UCAM se rehízo en un partido bronco gracias a los dos tantos de Iván Aguilar y a las intervenciones de su guardameta, Biel Ribas, logrando así viajar a la capital con una renta positiva. En la vuelta, en Valdebebas, en un día atípico, lunes, porque se le antojó al Madrid en connivencia con la Federación Española de Fútbol, los jugadores universitarios celebraron a oscuras (sorprendentemente alguien apagó las luces) sobre el césped del Di Stefano el histórico ascenso. Para el recuerdo de los aficionados quedará el gol de Iván Aguilar o la carrera de Pablo Pallarés mandando callar al respetable después de certificar el triunfo con el segundo tanto.
Efímera Segunda A
La estancia en la categoría de plata, que posibilitó una reforma importante en La Condomina, tan solo duró un año. Tras una primera vuelta muy irregular, que se llevó por delante a José María Salmerón, y un segundo tramo más que notable, UCAM Murcia llegó a la última jornada con los deberes sin hacer y lo acabó pagando. El almeriense Francisco Rodríguez sustituyó a su paisano en el banquillo universitario e hizo competir a una plantilla que estaba rindiendo por debajo de sus posibilidades, consiguiendo victorias de prestigio frente a Valladolid (la primera de la historia en Segunda A, 0-1 gol de Tito), Zaragoza, Almería, Girona, Getafe o Huesca. Esta última, a falta de cuatro jornadas para la conclusión del campeonato, dejaba todo de cara para alcanzar el objetivo. En las tres últimas fechas el conjunto murciano no logró ni un punto a pesar de que se adelantó en el Ciudad de Valencia, de que dispuso de varias ocasiones claras frente al Alcorcón en casa y de que a falta de quince minutos para la conclusión en Tarragona, en una auténtica final para la salvación, Jona marrara una pena máxima. El tanto de Manu Barreiro devolvió al UCAM a la realidad de la Segunda B, de donde tratará de salir con la máxima celeridad posible.
Más que deporte
UCAM Murcia no es solo un club peculiar por pertenecer a una universidad, algo insólito en nuestro fútbol, y con una clara ambición deportiva, basada también en la vocación de formar personas en su cada vez más numerosa cantera, sino que es una entidad comprometida con la sociedad. En la temporada 14/15 empezó a llevar a cabo acciones puntuales en pro de los más desfavorecidos donando íntegramente lo recaudado en las entradas. En los últimos tres años estos gestos solidarios se han hecho cada vez más frecuentes, siendo ya habituales cada vez que juegan como local, partidos en los que el club se adapta a las necesidades de las distintas asociaciones.
Este fin de semana, en el encuentro frente al Córdoba B, el club ha colaborado con la Asociación Pañales para Todos, un proyecto solidario que tiene como objetivo ayudar a las familias con bebés que no pueden costearse esta necesidad básica, ofreciendo una entrada gratuita a todo el que llevara un paquete de pañales a La Condomina, a repografía del campus de la universidad o al Hospital Mesa del Castillo. También facilitó una entrada a todos los que prefirieron hacer un donativo de 3 euros para la mencionada causa.