El Madrid se enfrentaba al Leganés en Butarque en el partido aplazado de la jornada 16, como consecuencia de su participación en el Mundialito. Era un partido con apenas transcendencia para los blancos, pues La Liga está imposible. Más bien era un encuentro para no perder las buenas sensaciones tras las últimas tres victorias y llegar en plenitud al partido de vuelta en París.
Ante la falta de transcendencia y la lista de convocados, se preveía que Zidane dieran entrada a gran parte de los jugadores menos habituales. Pero la realidad ha sido otra. Las novedades en el once han sido Kovacic, L. Vázquez, Asensio y Theo Hernández. Sin embargo, ha dejado en el banquillo a Ceballos, algo inexplicable lo que pasa con el utrerano, a Bale que parece haber perdido la confianza del francés y Marcos Llorente. Un partido idílico para darle minutos a estos jugadores, pero que finalmente han tenido que salir en la segunda parte. Esto al final les mina la moral, pues ven como sus opciones se reducen a nada.
Cambio de dibujo táctico
Zidane ha apostado hoy por un 4-5-1. Este dibujo le ha dado resultado, pues en la primera parte ha habido momentos de un juego muy excelso, como por ejemplo, la jugado del 1-2. Una triangulación perfecta de Casemiro, Benzema y Lucas Vázquez que el brasileño, al más puro estilo de Ronaldo Nazario, mandaba el esférico a las mallas. Pero además esta jugada, en el primer tiempo se ha visto a un equipo muy seguro con el balón, aunque sufría sin él.
Esos fallos en defensa, en parte, venían dados por la inseguridad que transmite Theo. Al lateral se le ve con mucha presión y todavía no está demostrando el nivel que dio en Vitoria. Sin embargo, el que siempre cumple y es el comodín perfecto de Zidane es Lucas. El gallego ha sido el mejor del partido al anotar el empate y regalar el segundo a Casemiro. El canterano aprovecha con creces sus oportunidades.
En la segunda parte han bajado el nivel y han estado más seguro atrás. Esto le ha valido para mantener el resultado e incluso aumentarlo con el gol de Ramos al final del partido. También ha dado entrada a Bale, Marcos Llorente y a Ceballos. A este último no le ha dado tiempo ni a dar una carrera. Lo del utrerano no lo entiende nadie, pues tiene calidad de sobra para jugar en este Madrid, pero el francés no confía en él y va a ser difícil que lo haga de aquí al final de temporada.
Pero, en definitiva, el Madrid ha cumplido en un partido de tránsito. Mantiene esta racha de cuatro victorias consecutivas y parece haber recuperado el olfato goleador.