Se cierra el mes de febrero y el conjunto dirigido por Julio Velázquez lo hace con 34 puntos, una cifra que entra dentro de los planes iniciales. El colchón sobre la zona roja es de 5 puntos. Un margen que insta al optimismo y a la calma. Pero en esta categoría no hay que dar nada por escrito antes de tiempo. 

En estas últimas cuatro semanas el Alcorcón ha evolucionado sobre el terreno de juego. Gracias, en parte, a la llegada de un jugador tan habilidoso y lleno de talento como Mateo García, el equipo ha practicado un fútbol vistoso y creativo. Dominando en muchas fases el balón, manteniendo el poso y generando peligro, que por circunstancias de la propia vida y de este deporte, no han terminado de dar todos los frutos deseados. 

La última derrota como local data del 16 de octubre del año pasado, lo cual habla en buena medida de la fortaleza que puede ser Santo Domingo. No obstante la mayoría de esos resultados se han traducido en empates. Encuentros en los que el rival se ha escabullido de la presión alfarera y en varias ocasiones se han llevado un punto que no les correspondía. Precisamente hace falta más pólvora para lograr noquear al rival en el momento preciso. No es únicamente cuestión de llegar sino ser productivos y resolutivos en las fases clave. Tras 28 jornadas, el Alcorcón ha anotado apenas 24 tantos y encajado 34. El balance es claramente negativo, propiciado por algunas goleadas recibidas a domicilio. 

Tal y como el técnico salmantino ha pregonado desde el primer día de temporada, el objetivo no es otro que mantener la categoría. Y en ello habrá que dedicar cuerpo y alma. Quitarse la presión de encima lo antes posible para no pasar apuros. Por contra, hablar o hacer cálculos sobre la distancia al sexto puesto que da acceso al Playoff, parece un tanto desmesurado. Actualmente hay una desventaja de 10 puntos. A decir verdad y en condiciones meritorias, no es para nada descabellado apuntar que el Alcorcón se merecería llevar en estas instancias 40 puntos. Pero los fallos de concentración en los últimos minutos y la falta de acierto ofensivo han penalizado en demasía. 

La tabla de clasificación no miente. Sevilla B, Lorca y Córdoba son los que peor posicionados están. Los dos primeros mencionados lo tienen color de hormiga a 17 y 15 puntos respectivamente de la salvación. Los cordobeses quieren soñar y tras su última victoria en modo de remontada ante el Valladolid, tienen precisamente un partido que se antoja una final este próximo fin de semana, en el Municipal de Santo Domingo. Así, el Alcorcón buscará poner tierra de por medio para lavarse las manos y quebrar la ilusión verdiblanca. 

El cuarto por la cola es la Cultural Leonesa con 29 unidades. Nástic con 33 y Barcelona B con 34 respiran fuera del hoyo. Ligeramente por encima del cuadro alfarero se sitúan Albacete y Almería, dos conjuntos que se han visto muy reforzados tras cambiar de técnico cuando las cosas no estaban saliendo bien.

Con todavía 14 jornadas por delante, cualquier cosa entra dentro de lo posible. La clave para que el Alcorcón no sufra reside en que no pierdan la intensidad de competición y sigan progresando tal y como han hecho en las últimas jornadas. Por juego y por nivel de calidad de la plantilla respecto a la pasada campaña los problemas no pasan por la cabeza de nadie. La teoría parece sencilla desde la barrera. Ahora hay que llevarlo todo a la práctica.